Fernando Villa Escárciga
Aunque casi nadie de él se acuerda,
hay quienes podrían imaginar que Israel
Quiroz Márquez se encuentra esquineado.
Imaginándolo en lo oscuro, lapidado
por el desdén político de su partido el Acción Nacional.
Igual podrían concebirlo en un
trasatlántico rumbo al viejo continente con hartos euros para pasear por los Campos Elíseos de París o deleitarse con
el Niño Meón de
Bruselas.
Y es que la sonrisa bonachona de Israel podría valer unos 32 mil
millones de pesos; asuntos de correlación de fuerzas en el Congreso de
Sonora.
Pero no… Israel Quiroz sigue en
Guaymas, al menos eso dicen sus partidarios.
Del candidato del PAN a diputado
federal por el 04 Distrito dicen que es un celoso respetador de la veda impuesta
por el IFE y ni a la esquina se asoma.
“Estamos trabajando, fortaleciendo
nuestra estructura en Guaymas, en Empalme, por todos los municipios del
Distrito”, expone uno de sus correligionarios.
Respecto a los rumores sobre la
alianza del PAN con el PANAL para impulsar al candidato Fermín Trujillo Fuentes y sentar a
Israel nada saben ni quieren saber.
“De Fermín ni nos queremos acordar,
aquí nadie lo conoce; por otra parte, a Israel nada le han dicho y entendemos
que contamos con el apoyo del partido”, expone.
Más aún, abunda, la confianza en el
respaldo del PAN se confirma porque la precandidatura de Quiroz Márquez aparece
en los estrados del partido.
Los “israelitas” --como nombran en
el Acción Nacional a los partidarios de Quiroz-- hacen cálculos sobre las
posibilidades de su candidato a diputado federal.
Fermín no pinta, insisten, el
abanderado del PANAL apenas sacará unos cuantos votos de uno que otro maestro
despistado.
Estiman las posibilidades de triunfo
del candidato azul por la fuerza del Gobierno del Estado, por el trabajo que
ellos mismos hacen y por otro factor no menos importante:
“El Marcos y
El Toño
no van a ganar, la ciudadanía quiere al PAN y eso nos va a beneficiar”, exponen
al referirse a Ulloa Cadena (MORENA)
y a Astiazarán Gutiérrez
(PRI).
Sí, por ahí anda Quiroz. Al acecho,
afilando cuchillas, pertrechándose para la batalla por
venir.
Ahí anda, sin querer pensar pero
piensa en la sombra de Fermín.
Y así seguirá hasta la semana del 15
al 22 de marzo, cuando llegue la hora del registro definitivo. Entonces sí,
Israel sería candidato oficial.
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