lunes, 5 de marzo de 2012

EL SUCESOR DEL "SILLAS"

octavio leal hernandez, "El Chapito"
A la detención de Juan Francisco Sillas Rocha en noviembre de 2011, “El Chapito” fue –de acuerdo a información de departamentos de inteligencia de México y los Estados Unidos– ungido por el “Ingeniero”, como sucesor de “El Ruedas”. 

Hoy, las policías federales, estatales, municipales y extranjeras, andan tras este hombre que controla células para el CAF. También persiguen a Melvin Gutiérrez Quiroz.

Investigaciones ZETA
En la reestructuración del cártel Arellano Félix, Octavio Leal Hernández alias “El Chapito” tiene más jerarquía y poder.

Su ascenso en la estructura criminal que comanda el prófugo de la justicia Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” sucedió luego del 4 de noviembre de 2011 cuando fue detenido Juan Francisco Sillas Rocha.

gastonluken3bLeal Hernández había sido una especie de secretario particular de Sillas Rocha. De hecho, investigadores locales informaron que se encontraban juntos en un restaurante, horas antes que el segundo fuera detenido por Alberto Capella Ibarra, el Secretario de Seguridad Pública de Tijuana.

Conocedor del entramado criminal de “El Sillas”, “El Chapito” era en la lógica delincuencial el natural sucesor. Y así lo consideró el líder de la organización criminal, Fernando Sánchez Arellano.

En los últimos meses, Octavio Leal Hernández se ha empoderado criminalmente a fuerza de amenazas, presiones, enfrentamientos y ejecuciones. Incluso se le menciona como uno de los principales enemigos de las huestes de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” en territorio bajacaliforniano, con quienes ha peleado por territorio y personas.

Analista del crimen, un agente de inteligencia bajacaliforniano, considera a “El Chapito” como uno de los criminales más cercanos a Sánchez. “Sería su lugarteniente, si consideramos la estructura original del CAF.” También uno de los más violentos sicarios, sólo comparado con Ramón Arellano Félix.

Fue Leal Hernández quien junto con “El Sillas”, encabezó la pugna del CAF contra “Los Teos”. También participó en el secuestro de la prima y la sobrina de Ismael Zambada “El Mayo”, en noviembre de 2010, y meses atrás “El Chapito”, también apodado “El Killer”, había colaborado para plagiar a la hermana de otro criminal hoy detenido, Raydel López Uriarte “El Muletas”.

Junto con Melvin Gutiérrez Quiroz, Octavio Leal Hernández está detrás de la amenaza a los editores de ZETA. Así fue corroborado a este semanario por elementos policíacos integrantes de grupos de inteligencia de México y los Estados Unidos, el lunes 27 de febrero.
No es ésta la primera ocasión que la estructura criminal del cártel Arellano Félix amenaza a los editores de este semanario. Lo hicieron en enero de 2010. Entonces un reporte de inteligencia de la Unión Americana alertó a las autoridades mexicanas sobre la orden para atacar a los periodistas. Venía de la misma célula que hoy, la entonces comandada por Sillas Rocha, y donde se encontraba Octavio Leal Hernández.

Reportes de corporaciones federales, estatales, municipales y extranjeras, ubican a estos dos hombres de “El Ingeniero” en Baja California, y un operativo para su captura ha sido implementado.

Los matones
Reportes de seguridad en Baja California indican:

“Octavio Leal Hernández nació en Puebla el 6 de diciembre de 1980, mide 1.60 metros –de ahí su apodo “El Chapito”– y tiene su residencia oficial en la colonia Sánchez Taboada, aunque también tiene casa de seguridad en la delegación La Mesa. Pasa mucho tiempo en Ensenada, y cuando “calienta la plaza” huye a su estado natal parta evitar ser capturado”.

Las autoridades de Estados Unidos tienen orden se aprehensión en su contra, sin embargo desde hace casi dos años, el matón decidió no cruzar a San Diego, luego de enterarse que grupos rivales de aquel lado de la frontera le pusieron precio a su cabeza.

En México, la Procuraduría del Estado sólo tiene activa una averiguación previa, la 560/06/20F/AP del 24 de agosto de 2006, donde se investiga un homicidio por culpa cometido contra Kevin Alejandro Lara Tamayo en la colonia Niño Artillero.

La información oficial indica también que el poder criminal de Leal está por encima del ex residente del Barrio Logan, Melvin Gutiérrez, pero que ambas células operan en conjunto en la delegación Playas de Tijuana y en la franja fronteriza, la cual consideran una zona de confort para sus movimientos criminales. Y en ambos casos, las autoridades aseguran que los hombres de las respectivas familias, están involucrados en actividades relacionadas con el tráfico de droga. Y que el mexicoamericano, es un asiduo visitante de la zona norte.

Crímenes públicos y operadores de Leal
Los miembros del Consejo Estatal de Seguridad dieron cuenta de la presencia de Leal Hernández en el cártel Arellano a partir del enfrentamiento interno entre Juan Sillas Rocha y Teodoro García Simental que dejó una estela de muertos a partir de la primera semana de noviembre de 2009.

Se conocían sus apodos, “Chapito”, “Killer” incluso lo llegaron a mencionar como “El Fantasma”, pero existía confusión porque había matones con los mismos apodos en ambos grupos delictivos. Tanto en el cártel Arellano como en el cártel de Sinaloa.

Su identificación nominal sucedió tras la declaración de tres vendedores de droga al menudeo, víctimas de balaceras sucedidas en Tijuana entre febrero y marzo de 2010 en la colonia 3 de Octubre y en la Sánchez Taboada, explicaron que daban parte de sus ganancias a “Los Teos”, pero que en semanas recientes habían recibido la visita de comandos que se presentaron como gente de “El Ingeniero” y los habían amenazado, debían “alinearse” y “pagar piso” a los contrarios, que según la autoridad era gente de “El Sillas” encabezada por  “El Chapito”.

114 asesinatos y 24 secuestros se sucedieron entre integrantes de ambos grupos en esos dos meses.

Después, tras otra balacera sucedida el 18 de abril de 2010 en la delegación La Mesa se supo del alcance criminal de Leal Hernández. 

Extraoficialmente se pudo conocer que en el operativo policiaco realizado tras el enfrentamiento, “El Chapito” y algunos de sus cómplices que habían recibido y respondido el ataque armado, fueron detenidos y presentados con un arma, por la policía municipal ante el ministerio público del fuero común en la delegación La Mesa. Primero lo dejaron ir, y después negaron la orden de aprehensión.

Lo único que se registró de ese enfrentamiento fue el asesinato de Alonso Zambada López,  ex policía municipal de Tijuana quien presuntamente delinquía para “El Sillas”. Tras este hecho, Leal escapó a Puebla a esperar a que se enfriara su tema, pero retornó unas semanas después.

En ese mismo período, las fuerzas del orden identificaron del lado de “Los Teos” a Javier Uriarte, también apodado “El Chapito” y sobrino de Raydel López Uriarte “El Muletas”.

En ese mismo período, el seguimiento de los investigadores de los operativos para colgar cadáveres en los puentes durante octubre de 2010, les permitió corroborar que ambos “Chapos” estaban recibiendo protección de la policía municipal, principalmente en la delegación de San Antonio de Los Buenos en Tijuana.

El 12 de octubre de 2010 al ser detenido Ricardo Gallardo Flores, en la colonia Camino Verde, en posesión de 57 paquetes de marihuana, mil 596 cartuchos de diversos calibres, un arma corta y un arma larga, dijo que operaba para “Los Teos”, pero las autoridades determinaron que trabajaba para Leal.

Fue en noviembre, con 56 secuestros y 560 homicidios dolosos acumulados, cuando la Procuraduría del Estado determinó que el recrudecimiento de la ola de sangre se debía a que “Los Teos” y los servidores de “El Aquiles”, por separado, estaban atacando a los grupos de Juan Sillas y “El Chapito”, tras el secuestro y liberación de las sobrinas de Ismael Zambada.

Mensajes dedicados al segundo apodo de Leal fueron dejados por sus competidores criminales el 19 de noviembre en el puente de Los Álamos con dos cuerpos colgados, en dos hojas de libreta se leía: “Ahí está tu gente (Killer) huevos prestados” y en la segunda, “Ahí está tu gente Killer”.

Y la respuesta se dio el mismo día cuando desde un Nissan Maxima tiraron el cadáver de otro hombre con un cartoncillo que decía: “Esto les va a pasar a la jente del Aquiles pinche puto traes los guevos prestados del Mayo pero aki te la pelas. Atte Ramón Arellano desde el infierno”.

El asesinato de Alejandro Martínez Hernández, empleado en un puesto de Nachos y Hot Dogs en la colonia Cueros de Venado, el 5 de noviembre, también se le atañe a su grupo. Hubo detenidos.

Las muertes continuaron ese mes hasta sumar 69, incluida la de una mujer cuyo cuerpo fue abandonado en el interior de un carro que dejaron frente a las oficinas del grupo de Homicidios de la Procuraduría del Estado avisándoles a los agentes, pero éstos prefirieron ser omisos y esperar que el cadáver fuera descubierto por el operador de la grúa que fue a mover el auto, acompañado del mensaje: “Aciles va apasar a todos los que anden kon la mezcla asike váyanse aliniandose”.

Los cómplices señalados
Según Juan Ramírez, un traficante identificado por las autoridades del estado como del grupo de Leal, detenido por militares el 24 de noviembre de 2010 en Ensenada, los operadores de esa célula son “El Negro” y “El Güero” y tuvieron el apoyo de Miguel Ángel Martín del Río, Comandante de la AFI en Ensenada.

También capturados, Juan Ramírez Ibarra, Gonzalo Cisneros Calvillo, Walter Fernando Gómez Ibarra y Miguel Vera García delataron cómo delincuentes integrados a la operatividad de esa célula, en Ojos Negros “El Maravilla” y como cuidador de bodegas en la zona urbana “El Mono”.

En el Aeropuerto Internacional de Los Mochis, apuntaron a los pilotos identificados como “Leal” y “El Yanki”. Y en Punta Colonet “El Wilson”. En Tijuana a dos hombres apodados “Los Cachorros” que delinquen encabezados por Gilberto Lomelí.

La lista se completó en noviembre de 2011, con la captura de Sillas Rocha, quien también habló de las relaciones criminales, que evidentemente, heredó a Leal Hernández.

En el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), un hombre llamado Porfirio  apodado “Maltus”. 

En la Policía Federal, en el Aeropuerto Internacional “Abelardo L. Rodríguez” de Tijuana con el oficial Bosadas, en la SIEDO desde México otro conocido como “Montero”, y en la Policía fiscal, a Poncho Argüelles. 

Además, un elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en Ensenada, policías federales de Caminos que patrullan entre Tijuana y Ensenada.

En la PGJE señaló como cómplices a dos jefes que lo combatieron y le fincaron cargos, Fermín Gómez (hoy delegado de la PGR) y Fernando Jáuregui. También al agente Palomares y al jefe Adán Velázquez.

De las policías municipales, al comandante en Ojos Negros en Ensenada y en Tijuana a los uniformados de apellidos Cano Rodelo, Parra Esquivel,  Rosales y Meza.

Hoy, 15 y tres meses después, ninguno de estos mencionados ha sido investigado.

Van por los líderes
Sin embargo, la movilidad criminal de sus jefes, Octavio Leal Hernández y Melvin Gutiérrez en estos dos primeros meses de 2012 ya generó el trabajo coordinado en ambos lados de la frontera, con autoridades de los tres órdenes de gobierno.

En México, la Procuraduría del Estado está haciendo visitas a los penales, ampliando las declaraciones de los empleados criminales de “El Chapito” y “El Melvin”, con la finalidad de fincarles responsabilidad delictiva y solicitar las órdenes de aprehensión pertinentes en los delitos de homicidio y secuestro que se les imputan.

Mientras las fuerzas operativas coordinan esfuerzos, para ubicar a los socios criminales de estos servidores del Cártel Arellano Félix, que les permitan dar con el paradero de los traficantes.

Porque aún sin que se hayan concretado las órdenes de aprehensión en México, existen los cargos en Estados Unidos y el planteamiento de la Procuraduría General de la República, de la Procuraduría del Estado, de los Militares y de la Estatal Preventiva, incluyendo la Municipal, es detenerlos para extraditarlos.

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