La
tragedia del martes 20 en Tultepec vuelve a traer a colación el tema de la
seguridad y la reglamentación en torno a la fabricación y venta de pirotecnia.
Antonio Macías, experto de la Asociación Nacional de Protección contra
Incendios, señala que no hay una ley adecuada en la materia sino una serie de
normas obsoletas y poco rigurosas, además de burocracias e indolencia que
impiden la materialización de cualquier iniciativa seria al respecto. Y esa
falta, advierte, no es responsabilidad más que de un Estado al cual le ha
faltado voluntad política para afrontar el problema.
CIUDAD
DE MÉXICO (Proceso).- México tiene una legislación “insuficiente y escueta”
tanto para la prevención de incendios como para la producción y manejo de
fuegos artificiales.
Esta
opinión la emite Antonio Macías, experto en regulación de pirotecnia y director
para América Latina de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios
(NFPA, organización fundada en Estados Unidos), quien en entrevista con Proceso
explica:
“La
falta de un reglamento extenso, detallado, comprensible, que tenga la capacidad
de lograr niveles de seguridad adecuados en la producción, traslado y venta de
fuegos artificiales ha sido falta de voluntad política del Estado mexicano.
Tultepec es una fuente de trabajo muy importante para artesanos mexicanos que
son reconocidos en el mundo; el problema es que no cuentan con la seguridad que
deben tener. Lo que sucede en este tipo de lugares en realidad es
responsabilidad de las autoridades”.
El
experto muestra a la reportera un formato de la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) en el que se advierte lo fácil que es obtener un permiso para
dedicarse a la compra, almacenamiento, venta y consumo de artificios
pirotécnicos: basta con que el solicitante presente una constancia expedida por
el gobierno municipal donde conste que cumple con los estándares de seguridad y
ubicación para no ser un peligro para la comunidad.
Menciona
también que en el reglamento del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia y en la
Ley de Protección Civil no todo es correcto: “Hubo un tiempo en que los
comerciantes estaban establecidos en casitas de madera… se tomaron algunas
medidas, como separar los kioscos y construirlos de material (tabique), lo cual
fue correcto, pero dejaron techos de lámina y eso no debe ser así, porque una
vez que arranca (una conflagración) de una forma tan agresiva y violenta, se
puede hacer muy poco para contenerla. Esto sólo se puede evitar con prevención.
“Nosotros
conocemos a esta gente desde hace mucho, y al que no le falta un dedo le falta
una mano o un ojo; así hay muchas personas en Tultepec, que en más de una
ocasión han estado heridas. Aquí la pirotecnia es una tradición histórica y
créame que son unos expertazos. Son gente cuyo trabajo es valorado
internacionalmente, pero carecemos de las normas de seguridad adecuadas para
protegerlos y ésta es la primera función del Estado: darle seguridad al
pueblo.”
Fragmento
del reportaje que se publica en la edición 2095, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL /PATRICIA
DÁVILA/ 24 DICIEMBRE, 2016)
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