jueves, 3 de abril de 2014

LA GIRA SORDA Y CIEGA DE EPN




Rechazando el diálogo con los ciudadanos y con un aparatoso convoy de seguridad, Enrique Peña Nieto se dedicó a inaugurar obras hechas durante el sexenio de Felipe Calderón. El primer mandatario estuvo de buen humor y hasta olvidó el gentilicio de los sudcalifornianos a quienes llamó “los bajacalifornianos del sur”

La Paz, Baja California Sur.- Durante su primera gira de trabajo por el estado de Baja California Sur, el presidente de México, Enrique Peña Nieto no vio ni escuchó los problemas de la sociedad sudcaliforniana en Los Cabos y La Paz.

Como si tratara de emular la inmortalizada frase del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, de “ni los veo ni los oigo”, el mandatario evitó en todo momento el contacto directo con algunos ciudadanos que desde que supieron de su visita –el 25 y 26 de marzo pasado- se presentaron a exponer sus asuntos y se apostaron en la entrada de cada uno de los tres eventos establecidos dentro de la agenda de la gira presidencial.

En Los Cabos, y previamente a su llegada la noche del pasado 25 de marzo, más de 150 personas esperaron el convoy presidencial por más de tres horas en la principal calle de acceso a la comunidad de “La Playita” en San José del Cabo. Los ciudadanos pretendieron frenar al Presidente de México para exponerle la problemática del despojo de tierras en la población por parte del desarrollo turístico de Puerto Los Cabos.

Los pobladores habían salido cerca de las 5 de la tarde a la calle, y con pancartas en mano con leyendas como “No al despojo”, “No a los desarrolladores depredadores”, “La Playita también es pueblo” y “Fuera el proyecto Puerto Los Cabos”, estuvieron esperando el paso de Peña Nieto, cuando se dirigía cerca de las 8 de la noche a la inauguración del hotel “Secrets”, localizado justo dentro del complejo turístico.

Los inconformes encabezados por la ex subdelegada municipal de población, Francisca Miranda Peralta y el abogado Marcelino Díaz, representante de un grupo de huerteros de la zona, estaban esparcidos en dos glorietas sobre la avenida Paseo de Los Pescadores. Sus rostros denostaban felicidad porque ilusionados “iban a tener la valiosa oportunidad de presentar su queja de manera directa al presidente de México”, según comentaron a ZETA.

Sin embargo, la sonrisa terminó cuando el director de Eventos Públicos de la Presidencia, Emilio Domínguez, llegó repentinamente y acompañado de guardias del Estado Mayor Presidencial, hizo señales con la mano a todos los presentes y los convocó a una reunión exprés en la zona.

A nombre del presidente Enrique Peña Nieto, el servidor público se disculpó porque “no va a poder atenderlos de manera personal”, ya que –dijo—“viene a la inauguración del hotel y es un evento meramente privado”.


El representante del presidente mexicano expuso textualmente: “Yo estoy aquí para que ustedes me expongan su problema, me entreguen documentos y cartas y con gusto entregaré la información al presidente y yo me comprometo a que tendrán una respuesta a la brevedad posible”.

Los manifestantes se quedaron mirando entre sí e incrédulamente volvieron a preguntar si “era posible que fueran atendidos después del evento”, recibiendo como respuesta un rotundo no. Luego el funcionario dijo que su trabajo “era recoger cualquier problema e inconformidad de la gente en los eventos públicos del presidente y canalizarlo de inmediato para que tuvieran respuesta y seguimiento en lo inmediato”.

El director de Eventos Públicos de la Presidencia, Emilio Domínguez, incluso se mostró abierto y en disposición de ayudar a los inconformes y les comentó: “Si quieren vayan por más gente que tenga problemas de despojos de tierras y que le hagan una carta al presidente, y yo regreso en dos horas y recojo todo lo que tengan que entregar y verán que van a tener respuesta a su problema”.

No obstante, el funcionario pidió a cambio “no cruzarse ni bloquear el convoy presidencial”, porque “ya es de noche y en verdad no se va poder bajar, porque viene a la inauguración y trae prisa”.

El presentante de Enrique Peña Nieto advirtió que el convoy pasaría rápido por la zona y no detendría su marcha, por lo que las víctimas del despojo de tierras por parte del controvertido desarrollo turístico no tuvieron más remedio que entregar cartas y documentos de litigios que prueban cómo el proyecto de Puerto Los Cabos, poco a poco va arrebatando sus tierras a los posesionarios de ese poblado de San José del Cabo.

Los inconformes únicamente vieron pasar rápidamente al presidente de México, en medio de un convoy de 20 vehículos y escoltadas por 2 motocicletas, 2 ambulancias, 4 patrullas de la Policía Federal Preventiva y una camioneta de efectivos del Ejército Mexicano y algunos ciudadanos como Alberto Téllez Sahuque, llenos de impotencia, solo alcanzaron a gritar: “¡Traidor a la patria!”.

Lo sucedido en Los Cabos se repitió el 26 de marzo cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto estuvo por la mañana en la inauguración de la central fotovoltaica “Aura Solar I” en La Paz.

El evento presuntamente público estuvo sitiado por elementos del Estado Mayor Presidencial, quienes controlaron y restringieron el acceso a los eventos oficiales, colocando vallas metálicas, detectores de armas y apostando efectivos de las fuerzas armadas vestidos de civiles dentro y fuera de la zona.

Un grupo de integrantes de la llamada “Antorcha Campesina” no pudo llegar siquiera al predio de la zona industrial, que dicho sea de paso, es donde está localizada la central de energía.

Los ciudadanos pretendían exponer al presidente mexicano la entrega de 2 millones de pesos retenidos desde hace un año por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), cuyos recursos públicos –según expusieron—“estaban destinados al mejoramiento de viviendas en las zonas más pobres de la ciudad”.

Entre los inconformes, apareció el ciudadano Esteban Cadena Pozo, quien tras sufrir un accidente automovilístico hace 16 años, vive postrado en una silla de ruedas y en espera de ser beneficiado, porque -según dijo a ZETA- “vivo en condiciones miserables en una casa de madera y cartón” y quien tiene como su único apoyo a su esposa, la señora Gladys Mujica.

El manifestante con capacidades diferentes es parte de un plantón de aproximadamente 50 personas en la delegación de SEDATU, y quienes en la víspera de la llegada del presidente mexicano, tomaron posiciones y esperaron su llegada para exponer el problema de manera directa y de frente. Sin embargo, no pudieron acercarse.

Y es que el escenario oficial en la capital del estado fue una muralla, donde ciudadanos, como los ex trabajadores de la línea Aerocalifornia no pudieron pasar en medio de una inquebrantable valla de guardias del Estado Mayor Presidencial y de las fuerzas armadas.

Lo más que lograron fue entregar una carta a un funcionario de Atención Ciudadana de la Presidencia de nombre David Salgado detallando la situación referente al pago de la liquidación de más de mil 700 trabajadores de la aerolínea, los cuales se quejaron de no tener los medios para poder revisar el estatus que guarda el proceso de liquidación en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Los ex empleados de la aerolínea expusieron que a seis años del cierre de la compañía propiedad del empresario radiofónico, Raúl Aréchiga Espinoza, no han sido liquidados, a pesar de tener conocimiento que fueron dictados dos laudos a su favor.

El primero en el año 2009 por 519 millones de pesos y el segundo en el año 2011 por otros 300 millones de pesos. El representante de la presidencia se comprometió a ofrecer una respuesta a más tardar en 20 días.

Al término de la inauguración de la central fotovoltaica, otros grupos de ciudadanos que no pudieron hablar y exponer directamente su problemática al presidente de México, abuchearon al priista Enrique Peña Nieto, gritando de manera incesante la consiga: “¡Fuera Peña!”; “¡Fuera Peña!”; “¡Fuera Peña!”; “¡Fuera Peña!”.

Rodeado de su comitiva, el presidente mexicano esperaba la llegada de su Suburban de color azul que lo trasladaría al próximo evento que –según la agenda presidencial—sería la inauguración de la presa “Alberto Andrés Alvarado Arámburo”, quien justo antes de subir, fue objeto de abucheo.

“¡Chingue a su madre Peña Nieto!”, se alcanzó a escuchar en una grabación que posteriormente fue enviada a la redacción de ZETA.

Mientras tanto, en Comondú, todo transcurrió con tensa calma.

LA GIRA PRESIDENCIAL

Después de haber pospuesto hasta en tres ocasiones la gira de trabajo, y tras un año y tres meses de gobierno, el presidente de México, Enrique Peña Nieto finalmente pisó tierra en el estado de Baja California Sur.


La última vez que el mandatario sacó la vuelta a los sudcalifornianos fue en diciembre del 2013 después de que legisladores como los priistas Ricardo Barroso Agramont e Isaías González Cuevas, aprobaron y avalaron el alza del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la zona fronteriza de país.

En aquel entonces –reconoció un delegado federal—“no había condiciones sociales y políticas, porque la sociedad estaba muy molesta y se sentía agraviada y avasallada por la propuesta presidencial”.

Sin embargo, después de tres meses de la controvertida aprobación, y en medio del impacto inflacionario por la escalada de precios, a raíz de la entrada en vigor del 16 por ciento de IVA, el mandatario mexicano llegó a inaugurar una inversión privada de un hotel en Los Cabos y dos obras públicas heredadas por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa en los municipios de La Paz y Comondú.

Durante la gira de trabajo, el presidente Enrique Peña Nieto lució tan de buen humor y despreocupado que hasta olvidó el gentilicio de los sudcalifornianos a quien públicamente llamó “los bajacalifornianos del sur”, inclusive, dijo que estaba construyendo la presa “Las Palmas” en La Paz, cuando en realidad es en Los Cabos.

Desde su toma de posesión, el mandatario había relegado al gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor, pues a diferencia de otros estados, que ha visitado hasta 3 o 4 veces en lo que lleva en el cargo, la del 25 y 26 de marzo fue la primera gira de trabajo por Baja California Sur.

La noche del 25 de marzo, el presidente mexicano, arrancó su gira de trabajo con la inauguración del hotel “Secrets” en el complejo turístico de Puerto Los Cabos donde se invirtieron 110 millones de dólares en la construcción de 500 suites con campos de golf y vista al mar del lado del Golfo de California.

Aunque el hotel inició operaciones en diciembre pasado, los inversionistas del “Grupo Questro” encabezado por el empresario Eduardo Sánchez Navarro y los magnates de la radio, Fernando y Guillermo Salas Vargas,  así como el empresario inmobiliario, automotriz y aeronáutico, Carlos Laviada Ocejo, expusieron que la inauguración era el detonante del complejo turístico, sobre todo porque estaba en proceso de construcción otro hotel de nombre “JM Marriot”, lo cual indica que el destino es un ejemplo en la inversión privada.

Acompañado de su esposa Angélica Rivera, y en su discurso, el presidente Enrique Peña Nieto, dijo sentirse orgulloso del alcance y del desarrollo próspero en destinos turísticos como Los Cabos.

“El sector de servicios turísticos en nuestro país genera más del ocho por ciento del Producto Interno Bruto y es la actividad que emplea el mayor numero de jóvenes y mujeres y en consecuencia es una actividad que es generadora importante de empleos en el país”, dijo textualmente.

El presidente explicó que el destino de Los Cabos presenta cifras muy alentadores, pues tan solo en el 2013 creció el 13 por ciento y generó mayor derrama económica y mayor número de visitantes logrando una cifra récord de un millón 200 mil turistas.

En el destino de playa, el mandatario estuvo acompañado todo el tiempo de la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu y del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, y donde también estuvo presente el alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño.


Al día siguiente, Enrique Peña Nieto viajó a La Paz. A falta de resultados de su gobierno, y en virtud de las obras públicas que desarrolla todavía están en proceso de construcción, tuvo prácticamente que recurrir a la inauguración de una obra de su antecesor Felipe Calderón Hinojosa, identificada como central fotovoltaica “Aura Solar I”, localizada en el parque industrial de la colonia Olas Altas en la capital del estado.

El complejo de energía solar ocupa una superficie de 100 hectáreas y donde la compañía privada “Gauss Energía” en sociedad con Nacional Financiera (Nafin) y la Corporación Financiera Internacional (Ifc) del banco mundial, invirtieron 100 millones de dólares para destinar de manera exclusiva la energía a la Comisión Federal de Electricidad (Cfe), bajo un contrato de compraventa de energía de 20 años y con una vida útil de 30.

La empresa privada colocó 132 mil módulos de policristalinos que generaran 82 Gigavatio hora/año y tendrá una capacidad de distribuir energía eléctrica a 164 mil habitantes de La Paz, y cuyo parque solar reducirá significativamente la quema de combustibles fósiles, evitando la emisión de 60 mil toneladas de gases de efecto invernadero al año, y donde dicho sea de paso, permitirá mitigar los riesgos logísticos del transporte de hidrocarburos en el delicado sistema del Golfo de California que por su biodiversidad ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En la planta solar más grande de América Latina –según presumió el presidente— estuvieron presentes los secretarios de Energía y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Pedro Joaquín Coldwell y Juan José Guerra Abud, respectivamente, así como el director de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza y el presidente de la corporación de Aura Solar, Daniel Servitje Montull, además de la anfitriona la alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce Beltrán y el gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor.

En su corto discurso, el presidente dijo que la central fotovoltaica cumple el propósito de generar energía eléctrica limpia y barata, la cual forma parte del 25 por ciento de las fuentes que hoy en día generan energía en todo México.

Visiblemente emocionado, anticipó que para el 2024, el país alcanzará el objetivo trazado en la Ley de Cambio Climático, respecto de que el 35 por ciento deberá entonces producirse por fuentes de energía limpia.

Aunque no lo dijo, Peña Nieto, dejó entrever que este tipo de inversiones son las que se buscan a través de la Reforma Energética. “La vía de alcanzar este objetivo de generar energía eléctrica más limpia es precisamente la nueva Reforma Energética que el congreso aprobó y que muy pronto estará trabajando en el debate y la consecución de este fin, a través de la legislación secundaria. Entre otros objetivos es asegurar que México tenga mayor generación de energía y que sea más limpia, y sobre todo más barata”, expresó.

El mandatario mexicano dijo que el proyecto de energía es un modelo de éxito que podrá replicarse en otras partes del país.

Terminando el evento, Enrique Peña Nieto, salió de la zona y se dirigió a Comondú. En la tierra del gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor, inauguró otra obra del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Se trata de la presa “Alberto Andrés Alvarado Arámburo”, localizada sobre el lecho del arroyo San Ignacio y donde en el arranque de su discurso se disculpó por “el retraso de la gira que hemos realizado el día de hoy”, derivado de que “iniciamos en Los Cabos, hoy por la mañana estuvimos en La Paz, llegamos al aeropuerto de Loreto y hoy estamos aquí en Comondú”, pero se dijo “muy contento” porque finalmente “tenemos la oportunidad de estar aquí con todos ustedes”.

Acompañado del director de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld Federman, del alcalde de Comondú, Venustiano Pérez Sánchez y del gobernador Covarrubias, el mandatario dijo que la inauguración se enmarca justamente en la celebración del “Día Mundial del Agua” y donde rindió tributo a los ex gobernadores Ángel César Mendoza Arámburo y Alberto Andrés Alvarado Arámburo, a quienes hoy estamos reconociendo por la labor realizada durante su gestión.

El mandatario presumió la inauguración de dos presas, la primera en Baja California, y la segunda en Baja California Sur, las cuales son dos entidades en donde menos llueve en todo el país.

“El promedio de lluvia que se tiene en estad dos identidades para dar dimensión a la poco que llueve es de 166 milímetros al año en promedio, mientras que en el país llueve en el orden de los 766 milímetros promedio al año. Es decir, aquí llueve una quinta parte de lo que en promedio llueve en todo el país, y cuyas presas están permitiendo almacenar agua y con varios fines”, afirmó.

Finalmente, “haciendo caravana con sombrero ajeno”, y desconociendo totalmente la ubicación geográfica, Enrique Peña Nieto, expuso textualmente “estamos construyendo otra presa precisamente para abastecer agua al municipio de La Paz en la presa Las Palmas, y con estas dos presas estaremos duplicando la capacidad de almacenamiento de agua que tendrá Baja California Sur”.

Los presentes sólo esbozaron una sonrisa en los labios porque la presa “Las Palmas” está localizada en la población de Caduaño en el municipio de Los Cabos.

 LAS PROMESAS

Durante la primera gira de trabajo, los sudcalifornianos se quedaron esperando que el presidente de México, Enrique Peña Nieto hablara sobre el cumplimento de sus promesas de campaña, lo cual nunca sucedió.

El 2 de julio del 2012, y en plena recta final de la campaña presidencial, el entonces candidato del PRI, firmó por escrito las principales cuatro promesas durante en acto masivo realizado en el estado de beisbol “Arturo C. Nahl” de La Paz. Son las siguientes:

1.- Construir una nueva planta de tratamiento de aguas residuales en La Paz.

2.- Construir una planta desalinizadora en La Paz.

3.- Construir el acueducto La Paz-El Carrizal, el cual desde entonces estaba en proceso de construcción por el gobierno del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

4.- Bajar la tarifa de energía eléctrica, gas y combustibles, de ser aprobada la Reforma Energética.

“Estamos comprometidos con ustedes, con todos los ciudadanos, firmo hoy estos compromisos, y los vamos a cumplir, porque tenemos palabra, y sobre todo la tarea de salir adelante por nuestro país”, según prometió ese día.

En el arranque de la temporada de verano, los sudcalifornianos, como el dirigente estatal del PAN, Herminio Corral Estrada, esperaban que Enrique Peña Nieto, cumpliera sus promesas de campaña y cuando menos anunciara la reducción de la tarifa de energía eléctrica, gas y combustibles, pero no fue así.

El dirigente criticó severamente al presidente mexicano, porque “no queremos que venga a inaugurar hoteles”, sino a escuchar a la ciudadanía y resolver los problemas que seguramente tuvieron que plantear durante la gira de trabajo.

Pero lo más cercano que estuvo el mandatario de hablar de sus promesas de campaña fue en el último evento de Comondú, cuando recordó públicamente que “tenía pendientes varios compromisos con Baja California Sur que tiene que ver con el agua: las presas, los acueductos, las desalinizadoras que están comprometidas, precisamente para garantizar el abasto precisamente de este recurso vital”.

A excepción del acueducto La Paz-Carrizal, que comenzó a edificarse en el gobierno del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, no dijo cómo ni cuándo arrancaran la construcción de la nueva planta desalinizadora y la nueva planta de tratamiento de aguas residuales en La Paz.

De las tarifas de luz, gas y combustible, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto de plano ni pío dijo.

El sabor de boca que quedo entre los sudcalifornianos –según la mayoría de analistas políticos—es que la gira de trabajo del presidente fue de mero trámite y donde no hubo ningún anuncio espectacular.

La inauguración de las obras públicas fue prácticamente opacada por “las equivocaciones del presidente”, inclusive la sociedad agraviada por el alza del IVA, espero cuando menos el anuncio de recursos públicos que tocarían al estado dentro del llamado “Fondo Fronterizo” y tampoco sucedió.

Lo que sí es que –según la medida publicada el pasado 28 de febrero en el Diario Oficial de la Federación—el estado de Baja California Sur recibirá 219 millones 120 mil pesos del fondo de compensación para los estados de la zona fronteriza, tocando por cada habitante 312 pesos, de acuerdo a la política de lineamientos.


EL APARATOSO CONVOY DEL PRESIDENTE


Número   Tipo de unidades
2               Motocicletas de la Policía Municipal de Los Cabos
4               Patrullas de la Policía Federal Preventiva
2               Ambulancias de la Cruz Roja
1               Camioneta de soldados del Ejército Mexicano
11             Suburbans de lujo blindadas de color azul y gris
8              Camionetas tipo van de color blanco
1               Vehículo tipo sedán de color gris



Fuente: Investigaciones ZETA



Y luego quiere que México progrese

La equivocación de Peña Nieto
Lugar
Qué dijo
Qué debió decir
Inauguración de la central fotovoltaica “Aura Solar I” en La Paz
“Quiero agradecer la cálida bienvenida que nos han dispensado los habitantes baacalifornianos del sur”
“Quiero agradecer la cálida bienvenida que nos han dispensado los habitantes sudcalifornianos”
Inauguración de la presa “Alberto Andrés Alvarado Arámburo” en Comondú
“Otra presa precisamente para abastecer de agua al municipio de La Paz, que es la presa La Palma
“Otra presa precisamente para abastecer de agua al municipio de Los Cabos, que es la presa La Palma
Portal de la Presidencia de México
“Como parte de los festejos del Día del Agua, inauguré la presa ‘Alberto Andrés Alvarado Arámbulo’”
“Como parte de los festejos del Día del Agua, inauguré la presa ‘Alberto Andrés Alvarado Arámburo’

Fuente: Videograbaciones de la gira por BC



EL COCTEL DE BIENVENIDA

La Playita, San José del Cabo, Baja California Sur.- La noche del 25 de marzo, no pudo ser mejor para el presidente de México, Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera.

Después de una agotadora gira de trabajo por el estado de Baja California, el mandatario mexicano llegó a relajarse y únicamente se tomó la fotografía oficial que registraba la inauguración del hotel “Secrets” en el complejo turístico de Puerto Los Cabos.

El mandatario estuvo entre 15 y 20 minutos en el evento de inauguración, donde saludó de mano a empresarios y políticos locales y funcionarios de su administración.

En la recepción del hotel estaban la secretaria de Turismo en México, Claudia Ruiz Massieu, y el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, así como el alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño y quien durante todo el evento lució preocupado y pensativo, sobre todo porque ese día el contralor municipal de su administración, Héctor Alejandro Aréchiga de la Peña, pretendió notificar sin éxito la suspensión por un mes del tesorero Gerardo Manríquez Amador por el manejo irregular de 224 millones de pesos en el ejercicio fiscal del 2012.

Otros presentes eran el gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, y su esposa, María Elena Hernández de Covarrubias y el principal accionista de “Grupo Questro” y dueño del desarrollo de Puerto Los Cabos, Eduardo Sánchez Navarro Redo y su pareja.

Un poco más escondido estaba el diputado y líder estatal del PRI, Juan Alberto Valdivia Alvarado, acompañado del senador Ricardo Barroso Agramont y del diputado de Los Cabos, Alberto Treviño Angulo. En otra ala de la recepción, el empresario y regidor Juan Fernando Sánchez Navarro, acompañado del representante del gobierno en Los Cabos, Sergio García Covarrubias y el secretario de turismo en el estado, Rubén Riachi Lugo.

Posteriormente, terminado el evento, el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa caminaron hacia la alberca principal acompañados del gobernador y del socio mayoritario del hotel “Secrets”, de su esposa y sus hijos.

El presidente iba camino al coctel de bienvenida y donde únicamente tuvieron acceso empresarios locales y nacionales.

“Hasta aquí”, dijo un guardia de Seguridad del Estado Mayor Presidencial, cuando el senador del PRI, Ricardo Barroso Agramont, pretendió pasar al evento privado. “Soy senador”, arengó y el guardia solo atinó contestar que era una reunión solo con empresarios.

Molesto, se retiró acompañado del líder estatal del PRI, Juan Alberto Valdivia Alvarado y del diputado, Alberto Treviño Angulo, y donde tampoco fue invitado el alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño.

Los guardias del Estado Mayor Presidencial literalmente tenían sitiado el hotel, y controlaban todos los accesos hacia las suites, albercas, restaurantes y la zona de playa en el Golfo de California.

El único infiltrado entre los empresarios era el diputado de Cabo San Lucas, Ernesto Ibarra Montoya, y quien por distracción de uno de los guardias del Estado Mayor Presidencial, logró colarse al evento.

A un lado de la alberca principal, los hombres de negocios del destino turístico y de otras partes del país, esperaban sentados al presidente y casi todos acompañados por sus respectivas parejas.

En primer plano estaban algunos socios del complejo turístico de Puerto Los Cabos, como el empresario del ramo inmobiliario, automotriz y socio del “Grupo Aeroportuario del Pacífico”, conocido por sus siglas como GAP, Carlos Laviada Ocejo y su esposa Laura Diez Barroso Azcárraga  y también figuraban los dueños de Núcleo Radio Mil, Fernando y Guillermo Salas Vargas.

Otros destacados invitados eran los empresarios Juan Gallardo, Salomón Kamagui, Ernesto Coppel, Juan Fernando Sánchez Navarro y el fundador de AMResorts, Alejandro Zozaya, y quien dicho sea de paso, maneja una empresa hotelera internacional y operadora de las marcas de lujo Zoetry Wellness & Spa Resorts, Secrets Resorts & Spa y Dreams Resorts & Spa.

Los otros invitados eran los secretarios de Turismo y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Claudia Ruiz Massieu y Juan José Guerra Abud, respectivamente, acompañados del director de Bancomex, Enrique de la Madrid Cordero y el director general de Santander en México, Marcos Martínez Gavica.

En el encuentro privado, el presidente Enrique Peña Nieto, no tocó particularmente algún tema, sino se limitó hablar alrededor de 30 minutos sobre los logros de ese destino de playa en el escenario nacional y el cual ocupa el segundo lugar en México.

Posteriormente, se despidió y se retiró a dormir a una de las suites del hotel, el cual entre otras cosas tiene un campo de golf de nueve hoyos diseñado por los golfistas Greg Normal y Jack Nicklaus.

El gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor todavía se quedó un rato y después se fue.

(Gerardo Zúñiga/ZETA)


LA AUTO-PROMOCIÓN AL ESTILO PRI

Durante la primera gira de trabajo por el estado de Baja California Sur, los mayormente interesados en presumir y cantar su cercanía con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, fueron precisamente los aspirantes a la gubernatura del estado.

Vestidos con ropa, perfume y accesorios finos y de manera impecable, los aspirantes Ricardo Barroso Agramont, Isaías González Cuevas y Estela Ponce Beltrán, aparecieron rodeando al presidente mexicano, y dándose –según ellos— “un buen baño de pueblo”.

Al punto del acoso, buscaron siempre estar a un lado o atrás, pero eso sí aparecer en la foto oficial, aprovechando la visita de los medios masivos de todo el país para ganar espacios en la publicidad integral y promocionar su imagen de manera personal en los blogs de internet, revistas, periódicos y televisión.

A excepción del senador del PAN, Carlos Mendoza Davis, quien dicho sea de paso, estuvo ausente en la gira de trabajo por la muerte de su padre el ex gobernador de Baja California Sur, Ángel César Mendoza Arámburo, corrieron versiones de que algunos legisladores como el priista Ricardo Barroso Agramont, habían “viajado de México hacia Los Cabos en el avión presidencial y donde pudo dialogar con el presidente sobre el futuro de Baja California Sur”.

Presentando como prueba, algunas fotografías donde aparece con el presidente de México, en el aeropuerto internacional de Los Cabos y La Paz, y atrás el avión presidencial “Benito Juárez”, las gráficas corrieron rápidamente en las redes sociales y donde sus seguidores describían que “era el bueno”.

En la recepción del hotel “Secrets”, el senador “más cercano al presidente”, y quien no pudo entrar a un coctel privado de empresarios y prácticamente fue regresado de la puerta, cuando pretendía ingresar, se deshizo en alagar a Enrique Peña Nieto.

Como priista –dijo— “me siento muy orgulloso de tener aquí al presidente de todos los mexicanos y quien viene a respaldar y atestiguar las obras públicas que con dinero federal se han hecho en el estado”.

No fue sincero consigo ni con los sudcalifornianos, porque no expreso una sola palabra del alza del IVA en la zona fronteriza, y del abandono del presidente Peña en el primer año y tres meses de su gobierno, y de cómo se convirtió en cómplice de haber dado una puñalada a la ciudadanía tras avalar la iniciativa presidencial apenas en diciembre pasado.

Convenencieramente, expuso –durante un par de entrevistas— que “como senador y representante popular estaba muy satisfecho por la visita del presidente y quien venía a atestiguar la confianza de los empresarios en el destino de Los Cabos e inaugurar la planta solar más grande de América Latina y reconocer el plan hidráulico de un priista como lo fue el ex gobernador Alberto Andrés Alvarado Arámburo”.

Pero para colmillo, el del senador Isaías González Cuevas, más seguro de sí mismo, y sin tanto protagonismo solo hizo acto de presencia en la gira presidencial, muy básica para conservar sus cotos de poder.

El legendario líder nacional de la CROC fue prácticamente más “conservador” y menos “encimoso”, pero eso sí, se llevó a toda su comitiva nomás para demostrar cómo es su juego político en el tema de la sucesión gubernamental del 2015.

En la gira presidencial, hubo de todo, hasta porras que llevó la oficial mayor del ayuntamiento de La Paz, Rosa María Montaño, y quienes en venganza por el tercer informe, abuchearon al gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, cuando fue presentado en la inauguración de la central fotovoltaica “Aura Solar I” en La Paz.

Los seguidores del alcalde de La Paz, Esthela Ponce Beltrán, llegaron en más de 10 camiones rentados, y en un evidente acarreo, poco a poco fueron ingresando al evento oficial.

Como era de esperarse, la porra de la alcaldesa paceña, se desbordó cuando escuchó el nombre de Esthela Ponce Beltrán en la presentación de “los invitados especiales”, como si se tratara de un “aplausómetro”.

La alcaldesa de La Paz, eso sí, inmediatamente envió boletín sobre su presencia en la gira presidencial, y quien dijo “era invitada especial”, aunque apareció hasta atrás del escenario del templete principal.

 (SEMANARIO ZETA/ GERARDO ZUNIGA PACHECO/ ABRIL 1, 2014 12:01 PM)

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