Para
analistas y politícos las marchas por la liberación de "El Chapo"
Guzmán en Sinaloa, solo representan la ausencia del Estado al brindar las
necesidades básicas de los habitantes
Las manifestaciones
y marchas en los municipios de Culiacán, Mocorito y Salvador Alvarado, en
Sinaloa, en las que se pidió la liberación de Joaquín Guzmán Loera, "El
Chapo", reunieron símbolos en los que el gobierno federal debe poner un
foco inmediato porque demuestran un vacío del Estado al brindar las necesidades
básicas de los habitantes, coincidieron especialistas y políticos.
Abel Meza Sandoval,
defensor de los Derechos Humanos y experto en el fenómeno del narcotráfico en
la región norte del estado, afirmó que la crisis de valores y ausencia de
credibilidad en las instituciones son los principales reflejos de esa
manifestación de miles de sinaloenses.
Otros analistas en
la materia refieren que ante la desigualdad social que existe entre los
habitantes, es fácil ver a un hombre que les ha ayudado a crear carreteras y
proporciona servicios –función principal del Estado– como un benefactor e
incluso como un héroe. El miércoles pasado, decenas de personas marcharon en
distintos lugares de Sinaloa para exigir la liberación del que fuera "el
hombre más buscado del mundo". "'El Chapo' defensor y protector del
pueblo, exigimos su liberación", "ONU que el Gobierno Mexicano
respete los derechos humanos", "Arriba 'El Chapo'", "Te
quiero Chapo", "Liberen al Chapo", eran algunos de los mensajes
que los manifestantes gritaron y promovieron en mantas y cartulinas.
El Investigador del
Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez, dijo
que "es difícil saber quiénes de los que iban a manifestación lo hacían
por temor a perder beneficios o ayuda, y quiénes puedan ser orgánicamente del
narco, ya sean sicarios o halcones.
Es difícil saber
quiénes corresponden a una situación y quiénes a otra". "Pero para mí
es una manifestación de ausencia del Estado, que en muchos lugares no tiene
presencia porque prefieren que crezca el narco, porque hay corrupción, porque
muchas veces el dinero destinado a obra pública termina en corrupción y
enriquecimiento de políticos, en el aprovechamiento de cacicazgos locales de
familias que se han enriquecido con dinero público", agregó el experto.
Sin embargo,
afirmaron políticos, el gobierno debe poner énfasis en lo ocurrido y
considerarlo como un foco rojo.
"En un Estado
de Derecho, en un México que busca imponer el orden sobre la delincuencia, de
ninguna manera son saludables este tipo de manifestaciones, que estoy seguro
tienen atrás un interés específico que riñe con la legalidad", expresó
Manlio Fabio Beltrones, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
en la Cámara de Diputados.
HÉROE Y BENEFACTOR
Para el psicólogo y
especialista en neurociencias de la conducta, Óscar Galicia Castillo, este tipo
de movimientos sólo son posibles en un ambiente de injusticia social, que
incluso fomenta la delincuencia como una forma de vida por encima de la vía
legal. "No parece que sea una marcha espontánea, y espontánea o no, nos
habla de un fenómeno social muy importante… esto es que "El Chapo" se
convirtió en una opción laboral, de beneficio social que no se obtiene por las
vías legales", agregó el doctor en Investigación Biomédica por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"El que opten
por el crimen organizado inclusive por encima de saber que es una opción
inmoral, es muy sintomático de una situación de desesperanza, de pobreza y de
falta de oportunidades en ese estado", dijo el también académico en la
Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe.
El especialista
explicó que hay situaciones socioeconómicas que no han sido atendidas, como las
económicas, las educativas o de salud, y que "se vuelven un caldo de
cultivo para organizaciones [las del crimen organizado] que ofrecen lo que el
Estado no ha podido dar, un estado de oportunidades de desarrollo".
El investigador del
IMDHD, Edgar Cortez, explicó que la corrupción tiene un alto costo porque hace
que el dinero púbico no cumpla el propósito de generar programas de beneficio
social.
Fue presentado
recientemente –dijo– un informe del Banco Mundial que dice que en México y
Centroamérica siguen creciendo la pobreza y la riqueza concentrada. Ver realidades
como esa, cómo se conectan para que aparezcan personajes como estos del
narcotráfico que a nivel local son vistos como benefactores.
En esto ahonda René
Jiménez Ornelas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien explicó que "El
Chapo" Guzmán y el Cártel de Sinaloa emplean a la población en general
(jóvenes, adultos, mujeres) para producir y transformar la droga, pero también
"ayudan a la gente cuando tienen algún problema económico, cuando
enfrentan alguna enfermedad; es decir, las mismas personas sabían que contaban
con estos personajes".
Además dijo que los
narcotraficantes están creando empleo y satisfactores que ayudan a la población
como a "abrir caminos y pagarles las fiestas" y recordó cómo en
épocas como la Navidad, estos personajes hasta les llevan regalos, lo que
provoca el reconocimiento de los narcotraficantes como una figura de poder.
El especialista
planteó que, incluso, encuestas han revelado que los niños quieren ser capos
cuando sean grandes: "Cuando se les pregunta qué quieren ser cuando sean
grandes, ellos contestan: 'yo quiero ser narco'".
Por su parte, Julio
Hernández Barros, académico del Departamento de Derecho de la Universidad
Iberoamericana (UIA) y especialista en víctimas, consideró que la marcha de
civiles a favor de "El Chapo" tiene dos lecturas y ambas están
relacionadas con la marginación.
"Puede ser que
hayan marchado porque los grandes capitales del narcotráfico llevaron
desarrollo a donde el Estado se ha olvidado o también pueden ser huestes
pagadas por el narcotráfico.
La marginación del
país hace que sean víctimas para ambos escenarios y habría que voltear más
hacia las víctimas, hacia la gente", dijo. Hernández Barros indicó que
"los huecos se llenan" en donde el Estado falla y es probable que la
población de Sinaloa se vio beneficiada por "programas de desarrollo
social del narco".
"Los huecos se
llenan y si el Estado ha dejado de hacer algo, eso genera una percepción en la
población de que el crimen sí paga. Otra que sea gente a sueldo, no encuentro
una razón clara del porqué la gente está marchado por 'El Chapo', pero buena
parte de la sociedad vive en condiciones de poca dignidad por la
marginación", dijo.
El experto en
víctimas indicó que cualquiera de las dos hipótesis debe alertar al gobierno y
desarrollar programas de desarrollo social para esas comunidades. "Lo que
refleja es que el gobierno abandonó en buena medida… todos los gobiernos
abandonaron en buena medida su responsabilidad de atender las demandas
sociales.
El Estado abandonó
la función de atender la problemática social y fundamentalmente la capacidad de
impartir justicia y atender la problemática de toda índole, entre ella, por
supuesto, el tema del desarrollo", expresó el coordinador del Partido de la
Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro.
HARTAZGO POR LA GUERRA
Durante la marcha
del miércoles pasado hubo también otro símbolo del conflicto social y la
seguridad. Uno de ellos, incluso, fue escrito en las cartulinas que portaban
los manifestantes: "El hartazgo de una guerra que a muchos ya les resulta
absurda. La institución gubernamental mantiene al Ejército en Sinaloa, pero eso
no le brinda seguridad a las personas; sino la creencia fija que la violencia
continuará. 'El Chapo', como símbolo, era una coraza".
El luchador social
Abel Meza explicó que "mientras exista abismo entre la opulencia y la
miseria, estas manifestaciones van a ocurrir. Y a estas alturas de la crisis de
violencia, ya no podemos negar la realidad. El narcotráfico se ha vuelto un
camino y está presente en todos los niveles sociales".
Asimismo reconoció
que desde 1977, cuando el gobierno federal impulsó la Operación Cóndor en la
Sierra Madre Occidental, el sinaloense no se ha recuperado de un trajín
incesante de violencia: "La batalla no fue para erradicar el supuesto
narco de la época; sino para perseguir campesinos cuya única opción era la
tierra".
Horas después de la
detención del capo, una mujer que vive en Badiraguato, el mismo municipio donde
nació "El Chapo", reflejó el escenario. "¡No lo vamos a volver a
ver!", exclamó con las palabras cortadas y ahogadas, Marta Sánchez, y dijo
que le panorama inmediato era de zozobra y miedo.
Sostuvo sin reparos
que "El Chapo" Guzmán representó para los de esa tierra la protección
más certera dada la expansión de los cárteles formados en Michoacán y
Tamaulipas, como Los Zetas. La más certera y la única. Marta admitió que aunque
Badiraguato es el municipio al que se le adjudica haber dado al mundo
"capos" poderosos del narcotráfico, no cuenta con seguridad por parte
de ninguna autoridad, ni federal ni estatal.
"Nos sentimos
tristes… Ya ve lo que está pasando en Tamaulipas y Michoacán. Y eso, aquí no lo
tenemos. Y haga de cuenta que nosotros nos sentíamos protegidos por él (por
"El Chapo"). Es un personaje muy mencionado a nivel nacional, a nivel
internacional.
Si usted quiere,
claro, en el mundo de las drogas. Pero también tenía algo bueno: aquí no
entraban criminales. Criminales como Los Zetas que eran terribles. Aquí no se
paga derecho de piso. Aquí todos trabajamos a las posibilidades de uno, pero
sin pendientes de secuestros. Sin nada de eso, porque teníamos el respaldo de
que en estas regiones, él tiene a su familia, y aquí lo protegen a uno…",
dijo sin tapujos.
LA CONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES
En diciembre pasado,
68 por ciento de los mexicanos de 18 años y más consideró que, en términos de
delincuencia, su ciudad era insegura. El Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi) informó que uno de los factores se debe al mal desempeño de
la policía. Sobre la percepción sobre el desempeño de las policías estatales y
municipales para prevenir y combatir la delincuencia, el Inegi dio a conocer
que 69.6 por ciento de los entrevistados consideró este desempeño como poco efectivo
o nada efectivo en sus labores relativas a la prevención y combate a la
delincuencia.
Las instituciones
hace mucho perdieron la confianza de la ciudadanía, la mayoría de las encuestas
que hablan de confianza en las instituciones van a la baja, mencionó Edgar
Cortez. "La gente no confía en instituciones policíacas, de seguridad,
menos en los gobiernos porque ve que no hay respuesta o resultados. Hoy tenemos
una clara debilidad y descrédito en la mayoría de las instituciones y eso
favorece ese tipo de realidades.
Esto debiera llamar
la atención de la clase política porque lo que están recogiendo es fruto de su
mal trabajo, de su corrupción, ineficiencia e incapacidad y de que han visto a
la política como una vía de provecho propio y no de servicio a la sociedad",
comentó. Del mismo modo opinó Abel Meza, quien dijo: "La autoridad
competente debe admitir que los programas preventivos y sociales han fallado
estrepitosamente. Como también han fallado las instituciones a cargo".
LA MARCHA POR LA DIGNIDAD
En cuanto a la nueva
marcha que se realizará por la dignificación de Sinaloa y que está programada
para el próximo sábado, Óscar Galicia, experto en psicología, alertó que se
debe encontrar el origen de ambas marchas para descartar que tengan intereses
políticos.
"Habría que ver si esta otra marcha no
está politizada y sea movida por un grupo político que intente lavarse las
manos de estos problemas, y que en vez de atacar el problema trate de manipular
a la opinión pública. Hay que estar muy atentos para ver si esa marcha en
verdad es una forma de dignificación de la gente de Sinaloa comprometida con la
legalidad, pero no podemos adelantar juicios". Aunque los movimientos
aseguraran ser totalmente ciudadanos, existe un fantasma de confrontación en
caso de que ambos grupos antagónicos choquen, abundó Galicia Castillo.
"Hay que tener
mucho cuidado con las manifestaciones, quién las organiza y si existen fines de
manipulación de las mismas", destacó .
Tras la
manifestación en favor del líder del Cártel de Sinaloa, ciudadanos realizaron
otra convocatoria a través de redes sociales para que el próximo sábado salgan
a la calle a marchar por la dignificación de la entidad. La movilización está
convocada para el 1 de marzo y se realizará a partir de las 12:00 horas. "Ya
no basta con quejarse en las redes sociales, hay que salir a la calle!",
reza la invitación.
"PORQUE EN SINALOA SOMOS MÁS LA GENTE BUENA.
Hagamos nuestra
marcha por la paz y justicia social, por los reclamos reales del pueblo y en
contra de la cultura buchona. !A levantar la cara y sacudirnos la vergüenza!
Este Sábado a las 12 del día saliendo de La Lomita, lleva a tu familia,
mascota, paraguas, agua para beber, bloqueador solar, no habrá gollete ni
acarreados.
!ASISTE!".
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