Patricia Mayorga
CHIHUAHUA,
Chih. (apro).- Al continuar las diligencias del asesinato de los
hermanos Páramo en la sala 15 de los Juzgados ubicadas en el penal
número 1 del municipio de Aquiles Serdán, Ramón Enrique de la Rosa
Armendáriz, presunto coautor intelectual de dicho homicidio, implicó en
el crimen a “un abogado”.
Además, la fiscal adelantó que existen otros dos imputados en el asunto.
Durante
la audiencia de vinculación a proceso (auto de formal prisión en el
sistema penal tradicional), en la que el juez Alejandro Legarda Carreón
determinó que De la Rosa Armendáriz deberá enfrentar el proceso en
prisión.
De estatura mediana, moreno y con cabello muy corto, De
la Rosa llegó escoltado por dos agentes, pasadas las 10 de la mañana a
la sala de Garantía, donde también estuvieron cinco familiares y
amistades.
Sentado al lado de Jorge Rivas Lerma, a quien nombró
como su defensor particular, durante toda la audiencia dirigió su mirada
hacia atrás, para sonreír desenfadado a su familia.
En la causa
penal 1164/2013, el imputado y su defensor pidieron a la prensa que no
les tomaran imágenes del rostro. “Existe temor fundado para pedirlo, por
la integridad de mi patrocinado y por quien habla, debido a que se
trata de una situación demasiado politizada”, argumentó el defensor.
Posteriormente,
Enrique de la Rosa pidió que se asentara que cuando lo detuvieron y
trasladaron a la Ciudad de México lo presionaron para reconocer que
conoce a un abogado cuyo nombre no quiso revelar. Le mostraron
fotografías de esa persona, pero insistió en que nunca ha hablado con
él, ni por teléfono, dijo entre dientes.
La parte acusadora no quiso abundar en el interrogatorio, porque se trata de hechos ocurridos en la Ciudad de México.
El juez le advirtió previamente que todo lo que declarara podría ser usado en su contra, aun así, accedió a hacer esa denuncia.
Diego Páramo los matara antes, dice indiciado
La
fiscal Edna Elizabeth Alvídrez Manquero solicitó la vinculación a
proceso del imputado por haber cometido el delito de homicidio
calificado contra Diego Alejandro y Alfredo David Páramo González, hijos
del periodista de asuntos financieros David Páramo.
Presentó las
pruebas periciales que previamente había ofrecido en la audiencia del
otro imputado, Jonathan Lozano Duarte, con el fin de acreditar los
hechos y la participación de ambos en el doble homicidio. Dio lectura de
nuevo al diálogo que mantuvieron Diego y Jonathan, minutos antes del
crimen, vía mensajes de celular.
Los datos nuevos que aportó la
parte acusadora en esta audiencia son dos llamadas que hizo Diego Páramo
a Enrique de la Rosa, unos minutos antes del asesinato.
Además,
la fiscal dio a conocer más datos de la declaración de Roberto Méndez
Oates, amigo de Enrique de la Rosa, quien vivía con él desde hace dos o
tres meses.
“Dijo que el viernes que mataron a Páramo, él fue al
bar Lotus en la noche. Ahí estaba Chupas (Alejandro Holguín Baeza),
Enrique y Jonathan, con unas muchachas. Luego fueron a cenar y Roberto
se fue a su casa. En la madrugada llegó Enrique y le dijo que habían
matado a Páramo. El sábado en la tarde, Enrique y Chupas le dijeron que
había sido El Chupas… dijo que él sabía que Páramo andaba muy mal, hacia
desastre y medio, como balacear casas, y que sabía hasta de unos
homicidios en los que participó”.
El testigo declaró que Holguín Baeza les contó cómo habían perseguido a los Páramo hasta darles muerte.
La declaración de Enrique de la Rosa, efectuada el 11 de mayo, también aportó datos al proceso:
Señaló
que el viernes antes del homicidio vio a Diego Páramo. Alrededor de las
dos de la mañana le entregó 30 bolsas de gramo de droga cada una.
Posteriormente,
relató el encuentro en el antro Lotus. Cenaron y posteriormente se
fueron a una casa a la colonia Panamericana, zona céntrica de la ciudad
de Chihuahua y cercana al lugar del crimen, hacia el norte.
En esa
casa estaban Jonathan, Enrique de la Rosa, Alejandro Holguín El Chupas y
otras dos personas que la fiscal mencionó como imputados, y cuyo nombre
omitió.
El primero en salir de la casa fue De la Rosa. Iba solo
en un vehículo. Su labor fue vigilar el trayecto de la avenida de las
Américas hasta el periférico de la Juventud, por la avenida Francisco
Villa.
Diez minutos después de que terminara de hacer su trabajo,
dijo, le llamó El Chupas para decirle que ya habían ejecutado a Diego.
“Luego
fue a recoger a un coimputado que andaba junto con Jonathan y fueron a
hacer el recorrido para ver el hecho de la ejecución. (…) Al rato le
habló Alejandro Holguín para decirle que se vieran a espaldas del antro
Baruck. Ahí ya estaba Jonathan también y dos diversos coimputados, y dos
guardias”, continuó la fiscal.
Ahí platicaron que interceptaron a
Diego en el semáforo de la avenida de las Américas y Francisco Villa,
que estaba en rojo. Holguín se bajó de la camioneta en la que iba y
disparó dos veces contra el copiloto, contra Diego.
Los
persiguieron por la Francisco Villa hasta la secundaria 15. Dieron
vuelta a la derecha por la avenida Las Águilas, y después a la
izquierda, hasta que toparon con un cerro. Se bajó Holguín Baeza y “los
remató”.
Enrique aseguró en su declaración que un domingo antes de
asesinar a los Páramo tuvieron un incidente en un drive in llamado La
Hacienda. “Los habían querido matar en donde El Chupas vio a Diego como
copiloto. Diego era muy bronquero y andaba mal por su adicción”, leyó la
fiscal.
Con esos elementos, el juez vinculó a proceso a Enrique
De la Rosa Armendáriz como coautor intelectual en el delito de homicidio
calificado, con agravantes de premeditación, ventaja y alevosía.
/ 16 de mayo de 2013)
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