lunes, 28 de enero de 2013

INDAGAN POR ABUSOS A FISCALES DE LA SIEDO



 Abel Barajas
Distrito Federal— La Procuraduría General de la República (PGR) investiga a fiscales de la SEIDO por el presunto abuso de autoridad en agravio de un empresario joyero al que mantuvieron arraigado durante casi medio año, le robaron pertenencias en un cateo y trataron de vincularlo con el terrorismo por su origen étnico.

La Visitaduría General de la PGR abrió la averiguación previa 865/AP/DGDCSPI/12 contra unos cinco funcionarios de la SEIDO, luego de que fueran denunciados por Kamal Boughader Muscharrafilly, un mexicano de origen libanés que pertenece a la congregación drussa.

“Yo no soy ningún terrorista y nunca fui combatiente en el Líbano, eso es un invento de quienes me acusaron.

“La gente que me investigó era tan ignorante que no sabían que los drusos son un grupo religioso, pero ellos pensaban que eran terroristas libaneses ligados a Los Zetas y yo les pregunté que de dónde sacaban esas tonterías, ellos me dijeron ‘de Internet’.

“Esto resulta muy ofensivo para las creencias de la gente. Sé que cuando a mí me detuvieron en 2008 el embajador de Líbano en México era drusso y que éstas cosas le molestaron”, dice Kamal en entrevista con Reforma.

Kamal tiene un récord de abusos que difícilmente podrá ser empatado: la PGR lo arraigó 160 días, sin un juicio penal de por medio y pidió en siete ocasiones la orden de aprehensión en su contra por delitos graves, sin que procediera una sola.

Le congelaron las cuentas bancarias de toda su familia, incluidos su cuñado, su hermana y su madre, y le robaron bienes cuando le catearon su casa del Edomex, de la cual fue lanzado por no tener dinero para pagar la renta.

Hoy duerme en un hotel y dice que ha sido desacreditado ante socios y clientes, además de que se le han caído los dientes y tiene un estado precario de salud, con conmociones que le hacen perder la memoria inmediata.

Este hombre de 40 años habla árabe, inglés, alemán y español, porque ha vivido en cinco países desde que su familia se fue del Líbano, por la guerra. Casi todo el tiempo se ha dedicado a la venta de oro y su familia además tiene seis restaurantes de comida libanesa en Tijuana.

Sus problemas iniciaron cuando le robaron una caja de seguridad en una sucursal del Scotiabank de la colonia Álamos, del DF, y en el banco le dijeron que no le iban a pagar las pérdidas.

Kamal hizo una campaña publicitaria de espectaculares y volantes contra el banco, y ante la negativa del Scotiabank, amagó con dañar sus instalaciones. El banco lo denunció en la SEIDO porque asegura que amagó con atacarlos con bazooka, la que les dijo que sabía usar desde la última guerra del Líbano.


(DIARIO DE JUAREZ/ Abel Barajas /Agencia Reforma | 2013-01-27 | 22:45)

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