FOTO: IVÁN STEPHENS /CUARTOSCURO.COM
MÉXICO, D.F., 09OCTUBRE2014.-
Vicente Carrillo Fuentes, líder del cártel de Juárez, fue trasladado del hangar
de la Procuraduría General de la República a la SEIDO para que rinda su
declaración con respecto a diversos delitos que se le imputan como narcotráfico
y delincuencia organizada.
Vicente Carrillo Fuentes, a
punto de ser extraditado a Estados Unidos, dice que el gobierno de ese país
todavía le tiene coraje a su hermano Amado.
El líder del Cártel de
Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, no pudo frenar el procedimiento de
extradición en su contra con un amparo.
El Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal, con sede en la Ciudad de México, negó la protección al
Viceroy y estableció que el juicio de extradición es procedente.
El procedimiento de
extradición fue iniciado en abril de 2002 en el Juzgado Decimocuarto de
Distrito de Procesos Penales Federales.
Carrillo Fuentes fue detenido
en octubre de 2014 en Coahuila y desde entonces se encuentra recluido en el
Centro Federal de Readaptación Social número dos Occidente, en Jalisco, acusado
de los delitos de portación de arma de fuego de uso Exclusivo del Ejército, Armada
y Fuerza Aérea, y delincuencia organizada con finalidad de cometer delitos
contra la salud.
El Viceroy es requerido por
la Corte Federal para el Distrito Oeste de Texas, Estados Unidos de América.
En ese país tiene cargos de
asociación delictuosa para importar y poseer cocaína y mariguana con intención
de distribuirlas, lavado de dinero y asesinato para fomentar una empresa
criminal.
Desde el año pasado solicitó
un amparo contra la orden de extradición pero un Juez de Distrito la negó, y
pidió una revisión al Segundo Tribunal Colegiado, cuyos magistrados también
resolvieron negar el amparo.
La orden de detención con
fines de extradición fue cumplimentada el 25 de julio de 2015 y el 18 de
septiembre de ese año; el Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales
de la Procuraduría General de la República (PGR) presentó la solicitud formal
de extradición al Juez y se inició el procedimiento de extradición
internacional.
EL CORAJE DE LOS GRINGOS
En la primera audiencia del
juicio de extradición, realizada el 23 de septiembre de 2015, Carrillo Fuentes
aseguró que la intención del gobierno estadunidense de extraditarlo es porque a
su hermano Amado lo acusaban de narcotráfico y nunca lo pudieron capturar.
Desde que Amado murió,
indicó, el gobierno no los ha dejado en paz por el “coraje” que tienen por no
haberlo podido detener.
“Le quiero decir que todo el
problema que yo tengo y que tiene toda mi familia es desde que murió mi hermano
Amado Carrillo Fuentes, porque el gobierno americano nunca lo pudo capturar; y
mi hermano, según decía el gobierno americano que tenía problemas por cosas de
narcotráfico y entonces desde que murió mi hermano a mí no me han dejado en
paz, hasta que me agarraron.
“Todos los problemas que el
gobierno americano le echaba a mi hermano… cuando él muere me empezaron a echar
los cargos a mí, esos cargos se los echaban a mi hermano y desde que murió mi
hermano el gobierno mexicano lo que es la Marina, el Ejército y la Policía
Federal, no me han dejado en paz, ni a mis hermanos, ni a mis sobrinos,
inclusive tengo varios sobrinos en la cárcel por lo mismo, porque nos
apellidamos Carrillo”, dijo al Juez.
En la misma declaración
señaló que no conoce a los testigos protegidos con los que el gobierno de
Estados Unidos lo acusa.
No conoce, agregó, a los
testigos protegidos que declaran en su contra en cortes estadunidenses, “y lo que están diciendo es mentira, porque no
me conocen, ni yo los conozco a ellos y le pido de favor a usted que si podemos
hacer cuando ustedes digan o dispongan, tener una videoconferencia con los
americanos para poder desahogarme con ellos directo y le quiero reiterar que lo
que dicen los testigos es mentira”.
Dijo que no puede negar que
Amado Carrillo Fuentes es su hermano y “lo quise mucho en vida y aunque esté
muerto lo sigo queriendo igual y lo sigo respetando igual que a mis hermanos
que están vivos y muertos, los sigo queriendo y si mi hermano cometió esos
delitos él supo por qué los hizo y él ya está muerto y no voy a negar que lo
iba a visitar porque era mi hermano y a la familia se quiere y se respeta sea
como sea, a mí no me interesa si él se dedicaba hacer cosas malas, él era mi hermano
y si me hablara y no estuviera muerto, iría a verlo”.
La petición de
videoconferencia con los testigos fue rechazada por el Juzgador.
En esa audiencia también
refirió que elementos del Ejército se llevaron a su hermano José Cruz y al día
siguiente amaneció asesinado y quemado.
Entre las evidencia que ha
presentado la defensa contra la extradición se encuentra un acta de nacimiento
del acusado, para demostrar que nació el 16 de octubre de 1962 en Navolato,
Sinaloa; y no en Ojinaga, Chihuahua, como señala Estados Unidos.
Los abogados pretenden
demostrar que la persona que el gobierno estadunidense está pidiendo, es otra.
DE LOS MÁS BUSCADOS
Vicente Carrillo Fuentes era
uno de los delincuentes más buscados por autoridades mexicanas y
estadunidenses.
En México, el Gobierno
federal ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por su captura, y el de
Estados Unidos cinco millones de dólares.
En el vecino país tiene una
orden de aprehensión girada por la Corte Federal de Distrito para el Distrito
Oeste de Texas del 16 de agosto de 2000 y una orden de detención provisional
con fines de extradición emitida el 25 de enero de 2001.
La orden de aprehensión por
delitos contra la salud y homicidio estuvo basada en un proceso inicial fechado
el 6 de agosto de 1997.
Después de que se entregó la
solicitud de detención provisional a México en 2001, la Corte Federal inició un
segundo proceso superveniente para este caso, el cual fue presentado el 25 de
marzo de 2015.
El segundo proceso expande el
lapso de las actividades delictivas que se le imputan e incorpora nuevos
cargos, por lo que el 26 de marzo de 2015 la Corte giró una nueva orden de
detención con fines de extradición.
Dicha orden de aprehensión
sigue vigente y ejecutable para llevar a cabo la aprehensión con el fin de
enjuiciarlo.
La defensa de Carrillo
Fuentes alega que el Juez que cumplimentó la orden de detención con fines de
extradición hizo referencia a un mandamiento el 25 de enero de 2001, el cual no
existe, pues en el procedimiento de extradición tiene fecha de 25 de enero
2000.
El Tribunal Colegiado
determinó que se trató de un error mecanográfico y además la solicitud formal
de extradición presentada en septiembre de 2015 se hizo con fundamento en el
segundo proceso y la orden librada en marzo de 2015, la cual remplazó al
mandamiento girado en 2001.
Con la negativa de amparo, el
Juzgado Decimocuarto de Distrito de Procesos Penales Federales, deberá
continuar con el juicio de extradición.
El gobierno estadunidense
presentó hace unos meses una moción solicitando la extradición de Vicente
Carrillo Fuentes, jefe del cártel de Juárez, a quien acusa de tráfico de droga,
asociación delictuosa, lavado de dinero, y manipulación y muerte de testigos e
informantes de la DEA.
El documento, el cual se
mantiene “sellado”, precisa cómo el Viceroy traficaba droga a Estados Unidos, y
hasta menciona nombres de las personas que ordenó ejecutar, pues los fiscales
del Departamento de Justicia de Estados Unidos también lo acusarán de homicidio
calificado, haciendo valer el apartado judicial conocido como Jurisdicción
Extraterritorial, una medida que sólo habían aplicado en contra de Joaquín el
Chapo Guzmán e Ismael el Mayo Zambada, a la postre, los principales enemigos
del Viceroy.
Pero más allá del daño que
los Carrillo Fuentes pudieron generar en México, lo que las autoridades gringas
buscan es juzgarlo con todo el peso de la ley en sus juzgados, y dejarlo tras
las rejas de por vida, según han repetido los fiscales del caso; todo lo
contrario ocurre con el gobierno mexicano, pues ni la PGR ni nadie dentro del
gabinete de Enrique Peña Nieto puede precisar de qué delitos lo acusan.
ESPIONAJE AL CRIMEN ORGANIZADO
Apenas dos años después de la
muerte de Amado Carrillo Fuentes El señor de los cielos, oficialmente
registrada el 3 de julio de 1997, el gobierno de Estados Unidos identificó a
Vicente Carrillo, el Viceroy, como el sucesor del cártel.
A diferencia de su
predecesor, Vicente tenía fama de ser impulsivo y arreglar todo con violencia.
Por ello, al perder parte de los contactos que tenía su hermano, sus colaboradores contactaron a un grupo de
pandilleros latinos, asentados en El Paso Texas y conocidos como “La Línea”,
para enfrentar y aniquilar a sus enemigos, y a quienes representaran un estorbo
para los Carrillo Fuentes.
Esos ajustes de cuentas
comenzaron en Ciudad Juárez, pero se recrudecieron con la guerra que inició
contra el cártel de Sinaloa; fue cuando al gobierno estadunidense empezó a
preocuparse, y rápido designó a los mejores fiscales del Distrito Oeste de
Texas, para que juntaran, en secreto, una serie de pruebas contra el Viceroy.
Según el expediente
3:97-CR-665-H, al cual Ríodoce tuvo acceso, los fiscales del caso, lo
robustecieron tanto, que al momento de presentarlo ante una corte federal de El
Paso Texas, ya contaban con fotos, grabaciones, testigos, videos y hasta
testigos protegidos para, una vez en su poder, hundirlo de por vida.
“Desde 1985, y a la fecha, el
acusado Vicente Carrillo conspiró para introducir una cantidad considerable de
cocaína y mariguana, la cual, no únicamente coordinaba su transportación a
Estados Unidos sino que, además, poseía redes de distribución en nuestro país”,
se lee en el documento.
Y agrega:
“Los ingresos que obtuvo
Vicente Carrillo producto de éstas actividades ilícitas, se desconocen, pero
sin duda son substanciales”.
Para traficar esas drogas
ilícitas, se valía de todo tipo de medios, incluyendo transporte terrestre,
aéreo y hasta marítimo, y contó con ayuda de las policías locales, estatales y
federales.
Entre las ejecuciones que el
Viceroy habría ordenado, se lee en el expediente, destacan las de Ignacio del
Real Fierro, Raúl Sánchez Alarcón, Jesús Alonso Provencio, Antonio Tarazón
Navarro, Cesar Enrique Ruvalcaba, José Refugio Ruvalcaba, y Guillermo Jesús
Rojo, todas ellas entre 1995 y 2000.
“Pero además, Vicente
Carrillo Fuentes mandó matar al menos a cinco informantes que trabajaban para
él, pero al enterarse que en realidad eran soplones de agentes de la policía
antinarcóticos de los Estados Unidos, los aniquilaba, lo cual convierte el homicidio
en una ofensa federal, según los códigos penales de este país”, señala el
documento.
Estos son otros de los cargos
que la defensa del Viceroy tendrá que enfrentar una vez que estén ante un juez
federal estadunidense.
LAS CUENTAS CLARAS
Como ha ocurrido con otros
narcotraficantes extraditados a Estados Unidos, el caso del Viceroy se resume
al final en una sólo palabra: “Dinero”, y no propiamente justicia.
Según se lee en la página 26
del expediente mencionado, Vicente Carrillo deberá entregar 313 millones con
932 mil dólares, al momento de haber concluido el juicio, y ese dinero puede
ser en efectivo, propiedades, bienes, joyas, por haber violado la sección 18
del código penal de los Estados Unidos, sección 982, título 21.
“Y por ello, será la intención
de Estados Unidos asegurarle todo bien, dinero o propiedad que el acusado
tenga, hasta que se haya cubierto el valor de la suma arriba descrita”, se lee
en el apartado, el cual es firmado por el fiscal Joseph W. Galenski.
Narcotraficantes como Ovidio
Limón, Benjamín Arellano Félix, y Osiel
Cárdenas Guillén, han reducido sus condenas tras negociar con la fiscalía
estadunidense, pero además de pagar decenas de millones de dólares.
El único que habría pagado
más que Vicente Carrillo, fue Osiel Cárdenas, quien desembolsó 250 millones de
dólares, y después le sigue Benjamín Arellano, que acordó soltar 15 millones.
(RIODOCE/ Alejandro Monjardín / Miguel
Ángel Vega / 10 julio, 2016)
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