martes, 4 de junio de 2013

LA LUCHA POR EL AGUA

Agricultores secan canales, Conagua aplica mano dura

Luis Fernando Nájera 
Productores agrícolas del norte de Sinaloa, no la pensaron dos veces y con bombas charqueras comenzaron a secar canales, ante el riesgo de que sus cultivos se sequen por falta de agua.

La extracción masiva de agua ocurrió desde la cortina de la presa Miguel Hidalgo hasta los canales abastecedores de las plantas potabilizadoras que administran las Juntas de Agua Potable de El Fuerte, Ahome y Guasave.

En la tercia de municipios, se forjó una fuerza especial de inspectores de agua, canales y policías para evitar el robo de agua y retirar de canales las bombas charqueras irregulares. En esa acción, nadie enfrentó a la fuerza del orden público.

Un estudio hecho por la Red del Valle del Fuerte revela que en un tramo de 50 kilómetros del lecho del río Fuerte, desde la presa Miguel Hidalgo a la Bocatoma de San Blas, existen 32 sistemas fijos sin control de volumen. A esta extracción descontrolada se le sumaron 13 bombas charqueras que se colocaron sobre el canal Valle del Fuerte, reduciendo en cinco metros cúbicos por segundo la dotación de agua para consumo humano, industrial y otros usos. Además, productores agrícolas en pequeño colocaron sus propios equipos en canales secundarios y terciarios e inclusos dentro de los conductores de agua a las potabilizadoras, con la finalidad de utilizar ese líquido para el riego de sus parcelas.

El robo de agua ocurrió principalmente en los módulos de riego Taxtes y Nohme, en donde los productores se desfasaron en sus siembras de maíz y de sorgo. En el Taxtes se aprobaron siembras de sorgo del ciclo primavera-verano sin calcular que para entonces los canales no darían niveles para conducir el agua hasta las tomas de las parcelas. Esto los obligó a sustraer agua negras de drenes para revolverlas con la de canales y subir los niveles. Sin embargo, pasaron por alto que esa misma agua se suministraba a la población y ocasionó un brote diarreico en Tabelojeca, comunidad fortence que se sublevó contra su Gobierno municipal, obligando a actuar a la gerente de Japaf, Lorena Vázquez del Río. Esta pilló al Módulo Taxtes en plena contaminación del agua y los obligó a detenerla. “Se lavaron los filtros, y el problema quedó solucionado. El Taxtes prometió no volver a bombear agua de drenes a canales”.

Gonzalo Rodríguez Gaxiola, jefe de distrito de riego 075 de la Comisión Nacional del Agua afirmó que la sustracción del agua para riego no es considerado como un robo, aunque esta sea de seguridad nacional, sino más bien es tomada como una infracción a la Ley de Aguas Nacional, cuyo costo tendrán que pagar los productores pillados con las bombas charqueras en uso sin estar autorizadas.

Estas bombas se utilizaron para riego de cultivos rezagados, principalmente de maíces para semilla. “Las casas comerciales fueron llamadas al orden y lo aceptaron”, dijo.

El ingeniero en jefe de Conagua aseguró que la sustracción irregular de agua ya fue controlada, y será totalmente detenida en una semana, cuando los cultivos salgan en su totalidad.

La sustracción de agua en el ciclo que está por concluir, dejó un precedente, y obligó a una reacción de mano dura de la autoridad. “En lo sucesivo, particular que sea sorprendido tomando agua de canales sin estar sus equipos autorizados tendrá que atenerse a las consecuencias, pues será un caso penal, más que administrativo, y todo módulo de riego que apruebe cultivos solo por tener agua almacena en presa, sin tomar en cuenta los niveles de los canales, deberá cubrir los costos del rodado de la misma hasta su obra de toma, y en definitiva, los legisladores habrán ya de tomar en cuenta que se debe de regular el ciclo Primavera-verano, porque es más problema cultivarlo que el valor de la cosecha”.

“Los productores son productores y no delincuentes, pero si insisten en afectar a la población civil por regar sus cultivos con un agua que no pagaron o si sus siembras son irregulares, por carecer de permisos oficiales, tendrán que atenerse a las consecuencias de sus actos”.

Gustavo Soto Portillo, gerente de JAPAMA, afirmó que por las acciones de los productores de sustraer el agua para consumo humano, unas 30 mil familias sufrieron sed durante algunos días. Para atender la demanda se erogaron más de 8 millones de pesos, pues al bajar los niveles se taparon los filtros con lodos, lo que obligó retrolavados y mayor uso de químicos.

Pese a ello, los daños causados no serán penalizados.

Marte Nicolás Vega Román, presidente de la Red del Valle del Fuerte, afirmó que no penalizar o multar a productores por sustraer agua de canales es un error, porque abre las puertas a la impunidad. “Con el desenfreno, mañana lo reintentarán, porque aquí todo se permite. Creo que es un error, pero si así lo quieren, pues ni modo”.


(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/ junio 2, 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario