domingo, 9 de junio de 2013

"¿ESTÁS LOCO...CÓMO VAS A IR A JUÁREZ?"

Ciudad Juárez.- En medio de la asamblea mensual de la Red de Vecinos se escuchó la voz de Juan Carlos Rogel. El chileno aportaba datos relevantes para la próxima reunión con candidatos a la alcaldía y asociaciones civiles.

Juan Carlos es el único extranjero en el grupo, pero se “siente tan juarense” como cualquier otro, tal vez por eso lo han aceptado de tan buen agrado los integrantes de más de 90 comités de vecinos.

“Todos me decían ‘¿estás loco… cómo vas a ir a Juárez?’”, relata.

Y es que este diseñador gráfico tiene cuatro años radicando en la ciudad. Vino a Juárez en busca del amor y aquí no sólo encontró a su esposa, sino a una ciudad devastada que se ha convertido en su pasión y ahora trabaja por ellas.

“Cuando llegué fue una gran impresión. Vi una ciudad sitiada por militares patrullando sus calles y totalmente devastada”, cuenta.

“Lo primero que se me vino a la cabeza fue ‘aquí viven una dictadura, pero cómo si se supone que es un país democrático’, me preguntaba, yo lo que vi me recordó lo que viví en Chile con Pinochet”, dice el ahora residente del fraccionamiento Las Acequias.

Con un poco de timidez comparte que vino a esta frontera a conocer a una chica, cuya relación se fortaleció a través de las redes sociales. Cuando decidió venir, muchas personas cercanas a él lo trataron de convencer para que desistiera de esa “loca idea”.

“Hasta en el Distrito Federal me decían que no viniera, que Juárez era una ciudad muy peligrosa, decían que era la más peligroso del mundo. Yo me vine a establecer una relación y no me vine con miedo, al principio fue difícil, pero venía a conocer a la que hoy es mi esposa”, agrega.

Encuentro con la violencia

Mientras estaba conociendo a la chica le tocó presenciar varios asesinatos, hechos violentos que jamás imaginó atestiguar y ni aún así dejó lo que ya era su hogar.

“La primera vez que vi un asesinato fue en un centro comercial. La persona fue acribillada a un lado de su camioneta; nunca había visto un muerto en la calle, ni una camioneta balaceada, todo esto fue muy impresionante”. El esposo de una amiga de su esposa también fue privado de la vida en un intento de secuestro de su hijo y a él lo mataron. En ese caso tuvo una confrontación con los policías amontonados en la escena del crimen.

“Me dio tanta rabia y tanto enojo ver a los policías ahí en el lugar. Había 50 policías viendo un muerto, todos con las manos cruzadas como si fuera espectáculo y no hacían nada para buscar al responsable, entonces no lo soporté y creo que hasta salí en el periódico porque estaba peleando con ellos, sentí que tenía que decirles algo porque no estaban haciendo su trabajo”, agrega.

“Yo grité a los policías que nadie iba tras los ejecutores, mi experiencia con los Carabineros (la policía de Chile) era que unos preservaban la escena pero el resto, todos, peinaban la ciudad para dar con los responsables, ver el desinterés de la policía en busca de los asesinos nunca lo entendí y sigo sin entenderlo”, dice.

Organización vecinal, la clave

Tras contraer nupcias, el diseñador grafico empezó a observar algo nuevo para él, la violencia que los acechaba en la colonia provocó la organización vecinal para el cierre del fraccionamiento y fue así como empezó a participar e involucrarse con los vecinos.

“Por ley no puedo participar en el comité porque es un derecho sólo de los mexicanos, pero yo apoyo a mi esposa y trabajamos juntos”, explica.

Fue así como llegó a la Red de Vecinos por Juárez y dice estar gratamente sorprendido por la capacidad de organización de los colonos.

“Yo amo a la ciudad y estoy dispuesto a trabajar por ella, lo estoy haciendo con pequeñas cosas, pero que son trascendentales para una comunidad pequeña como la colonia”, afirma el extranjero.

“No voy a ser de los que se van por la violencia en Juárez, no importa que yo no sea de aquí, yo soy una persona agradecida con la ciudad porque me ha dado todo, una vida familiar, trabajo, todo. Yo por eso digo que ya soy juarense y me siento juarense porque mientras esté aquí voy a defender la ciudad”, dice.

Considera que el arraigo entre los ciudadanos de esta frontera es un ingrediente que le falta a la sociedad. Muchas personas son educadas, correctas y felices en El Paso, pero llegan aquí y son completamente distintas. Entonces por qué no se quedan allá, cuestiona.

Creo que también vale compartir la experiencia de mi propio país, que salió de una dictadura y construyó su democracia, para despertar la conciencia de que tenemos que hacer algo, que no por miedo nos quedemos con los brazos cruzados.

En el fraccionamiento le corresponde organizar los recursos económicos. La mesa directiva del comité ha aprendido a resolver los conflictos propios que surgen en las colonias y han logrado armonizar las relaciones a pesar de las diferencias. Ahora los vecinos se conocen y apoyan entre sí y ese es un gran logro de todos los que llegaron a vivir a esta zona.

“Los opresores siempre juegan con el miedo para que las personas se repriman y no haga nada, para mejorar hay que manifestarse y es más valido hacerlo a través de una Red de Vecinos. Es esperanzador ver este trabajo, cada vez son más personas y de poco en poco empiezan a llegar más y a interactuar hasta en las redes sociales”, dice.

Recuerda que los vecinos al estar encerrados empezaron a conocerse y ahora se están convirtiendo en una sola fuerza.

“Eso, la capacidad de organizarse, es lo importante en una ciudad que ha enfrentado tanta tragedia”, puntualiza.

El Diario de Chihuahua
(ZOCALO/ Agencias/ 09/06/2013 - 12:20 PM)

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