martes, 23 de abril de 2013

LOS VERDADEROS MOTIVOS DE LA RENUNCIA FORZADA DE ERNESTO DE LUCAS HOPKINS ESTRICTAMENTE PERSONAL



Ernesto de Lucas Hopkins quiso volar muy alto y tuvo una estrepitosa caída en picada que lo está llevando a cavar, a su corta edad de 36 años, la tumba de su incipiente carrera política.

El joven político sonorense, apodado “El Pato” y ahijado político del ex gobernador de ese estado, Eduardo Bours Castelo, nunca entendió que una de las principales virtudes que exige Enrique Peña Nieto a sus colaboradores de confianza, es la discreción y el trabajo eficiente sin llamar la atención ni levantar ningún tipo de sospechas, hasta que ya el golpe ha sido asestado de manera contundente, tal como sucedió con la caída de Elba Esther Gordillo y su retiro fulminante como lideresa vitalicia del SNTE, a menos de 6 meses de haber llegado a la Presidencia de la República.

Para quienes lo conocen, Ernesto “El Pato” de Lucas fue víctima de su propia lengua y de su inmadurez política. Sus allegados reconocen que se sintió con los arrojos suficientes para conducirse por la libre dentro de la política sonorense y desestimó las voces de alerta, alegando que ya “era un jugador de grandes ligas”.

Y conservando el símil con el beisbol, que al igual que el Peje es el deporte que más le apasiona, fue precisamente la falta de conocimiento para interpretar las señales y el mal corrido de bases, lo que lo metió en un brete que ocasionó su renuncia forzada de ProMéxico, a tan solo 4 meses de haber asumido esa responsabilidad, y que le ganó la enemistad del senador sonorense, Ernesto Gándara, quien se menciona como uno de los posibles candidatos del PRI a la gubernatura de Sonora para el 2015.

LOS ANTECEDENTES

El primer desencuentro que tuvo Ernesto de Lucas con la Presidencia de la República se dio luego de que el ex funcionario sonorense, envalentonado y echado “pa´delante” como su ex jefe Eduardo Bours, alardeó y gritó a los cuatro vientos en Hermosillo que él se encargaría de todos los gastos para llevar una comitiva de más de 100 sonorenses, a la Asamblea Nacional del PRI que se celebró en marzo pasado aquí en la Ciudad de México.

Esta acción le ocasionó una severa llamada de atención del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien lo obligó a enmendar este error y a partir de ese momento ordenó un marcaje personal en contra de Ernesto de Lucas, para evitar una mala utilización de recursos públicos de parte de ProMéxico, en beneficio del político sonorense.

Esta lectura fue rápidamente interpretada por el senador sonorense Ernesto Gándara, quien tejió fino y con ayuda de priístas de su tierra natal y con sus contactos en la Ciudad de México, le fue documentando una a una algunas de las presuntas irregularidades cometidas por de Lucas Hopkins mientras seguía al frente de ProMéxico.

El expediente fue cobrando tal fuerza que decidieron no esperar más y el senador Gándara le hizo llegar el expediente al escritorio de Luis Videgaray, a través de un emisario que es cercano a ambos políticos, con el cúmulo de irregularidades muy bien documentadas, las cuales se fraguaron con la autorización del todavía director de ProMéxico, Ernesto de Lucas.

A este expediente se sumaron algunas otras irregularidades que por su parte le pudo acreditar el equipo de Luis Videgaray, quien le venía también le venía haciendo un trabajo fiscalizador arduo y a marchas forzadas.

Ernesto de Lucas acusó recibo y desde un principio supo que quien lo puso en este predicamento, que ahora lo mantiene fuera del cargo que le fue conferido hace apenas cuatro meses, es Ernesto Gándara Camou, quien le cobró una vieja factura porque fue uno de los operadores políticos de Eduardo Bours que se esmeraron para echar por la borda las intenciones de Ernesto Gándara de ser el candidato del PRI a la gubernatura de Sonora en 2009, donde en la elección interna perdió de manera abrumadora frente a Alfonso Elías Serrano, quien terminó perdiendo las elecciones frente a su primo, el panista Guillermo Padrés.

Ahora el panorama es francamente adverso y oscuro para Ernesto de Lucas Hopkins. En el breve lapso de tiempo al frente de ProMéxico, se enemistó con la clase política sonorense y nunca buscó un verdadero acercamiento con Ernesto Gándara; luego comenzó a malgastar los recursos de la institución a su cargo y perdió la confianza de uno de los hombres de todas las confianzas de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, que fue quien terminó por exigirle su renuncia y le advirtió que le caerá todo el peso de la ley si se empecina en jugar con las “señales equivocadas”.

Y para evitar cualquier duda, y como una prueba de que Peña Nieto busca no dejar ningún cabo suelto en su administración, la PGR ya tiene una copia de este expediente y mantiene abierta una investigación en contra de Ernesto de Lucas por corrupción, mal manejo de recursos públicos por un monto de 77 millones de pesos y probable asociación delictuosa, bajo el expediente PGR/0549/2013. Al interior de esta dependencia confieren que la orden de aprehensión en contra del funcionario sonorense podría salir en cuestión de horas, aunque no se sabe si se haría efectiva de inmediato o se reserve por más tiempo para seguir integrando al expediente, porque aparentemente hay indicios de más irregularidades.

En tan solo cuatro meses, Ernesto de Lucas pasó a ser de una joven promesa a una pesada carga que el Gobierno Federal no estuvo dispuesta a soportar por mucho tiempo, y en su natal Sonora ya le mandaron decir que no tiene cabida en el equipo de Ernesto Gándara, quien se mantiene trabajando en su posicionamiento y lo que menos buscan es un pasivo político con una carga negativa, quien ya en una ocasión le jugó las contras.

Lo dicho, Ernesto de Lucas cavó su propia tumba política y las alas artificiales que en un principio lo elevaron a las nubes en poco tiempo, hoy lo llevan de regreso a una estrepitosa caída libre y en picada.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Martes, 23 de Abril de 2013 08:55)

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