El Nuevo Herald.com
Miami, Florida— Los
vuelos comerciales y de carga transportaron millones de dólares estadounidenses
en efectivo en maletas, contenedores y bolsas de dinero de México a Texas, y
luego al Aeropuerto Internacional de Miami, en una trayectoria de rutina.
Desde allí, de
acuerdo con las autoridades, el dinero era lavado por dos empresarios mexicanos
a través de una compañía de cobro de cheques de Miami-Dade que usaba los
dólares para hacer efectivos los cheques del salario de trabajadores
indocumentados en supermercados locales.
Todo era parte de
una red de dinero al por mayor mexicana-miamense que según agentes federales
podría estar financiada por las ganancias por concepto del narcotráfico al sur
de la frontera estadounidense.
El martes, Martín
Díaz y Enrique Guerra, arrestados semanas atrás, comparecieron ante un
magistrado federal bajo cargos de conspiración para lavado de dólares
estadounidenses con objeto de “albergar extranjeros ilegales” en este país.
Díaz, de 40 años, se declaró inocente. Guerra, de 39, tiene fijado el 28 de
marzo para su lectura de cargos. Su abogado, Norman Moscowitz, se negó a
comentar sobre el caso.
Ambos acusados están
detenidos sin derecho a fianza antes del juicio.
El fiscal federal
adjunto Richard Gregorie trató de persuadir al juez magistrado William Turnoff
de que Díaz no debería calificar por un abogado designado por el tribunal
porque él contaba con suficiente dinero para contratar al suyo propio. “Lo
tenemos filmado hablando de mover millones de dólares”, dijo Gregorie.
Pero el abogado
temporal del acusado, Sam Rabin, alegó: “El trabajo del señor Díaz era mover el
dinero de otras personas”, y añadió que todo era “legítimo”.
A pesar de la
descripción de Díaz que hizo la fiscalía como un lavador de dinero
internacional, Turnoff asignó a un defensor público adjunto para representarlo
a expensas de los contribuyentes.
Agentes de la
Policía de Inmigración y Aduanas de EU (ICE) iniciaron una investigación
encubierta del negocio de importación de dinero al por mayor de los acusados en
agosto de 2011.
Ellos afirman que el
mercado negro gira alrededor de las casas de cambios mexicanas, las cuales
supuestamente suministran pesos a los cárteles de narcotraficantes que
comercian en dólares recaudados por sus distribuidores. Las casas de cambios,
por su parte, venden los dólares a corredores de divisas que transportan el
dinero al por mayor de un lado a otro de la frontera estadounidense en vuelos
comerciales y de carga.
El fenómeno es
impulsado por las leyes contra el lavado de dinero en México que restringen la
habilidad de los cárteles de drogas para poner y extraer dólares
estadounidenses de instituciones tradicionales de banca y cambio de dinero,
escribió el agente especial de ICE, Rubén Fernández, en un affidávit criminal.
Aunque su affidávit
no brinda prueba alguna de que ninguna parte del dinero al por mayor importado
por los acusados proviniera de transacciones de narcotráfico, el tráfico de
drogas sirve de contexto a las alegaciones de lavado de dinero en la acusación.
Como regla, los
corredores de divisas pueden mover legalmente sumas de dinero mayores que 10
mil dólares a través de la frontera siempre y cuando presenten los papeles
debidos, incluyendo el llamado formulario FinCEN 105 del Departamento de
Seguridad Territorial, declaraciones aduaneras, la fuente del dinero y un
itinerario de viaje para el mensajero.
De acuerdo con el
affidávit, Díaz y Guerra eran profesionales experimentados.
Los hombres están
acusados de usar una compañía de transporte, Enfoque Potosino, radicada en San
Luis Potosí, México, para mover el dinero al por mayor a Estados Unidos. Ellos
crearon además otro negocio, Relma, en El Paso, Texas, para ayudar con los envíos
de efectivo y controlar cuentas de banco en Estados Unidos.
Díaz dijo a un
informante del gobierno, quien llevaba un micrófono encima, que él compraba
dólares estadounidenses a varias casas de cambios mexicanas con pesos y que él
fijaba la tasa de cambio. Díaz dijo además que él empacaba los dólares para
transportarlos a Estados Unidos, y luego vendía el dinero a negocios de cambio
de cheques.
Agentes de ICE
supervisaron 44 transacciones de importación de divisas hechas por la compañía
de Díaz, Enfoque, que mostraron que ellos habían enviado 23.3 millones de
dólares de México a EU en los cinco meses entre el 24 de agosto del 2011 y el
25 de enero de 2012, de acuerdo con el affidávit.
“Mi inspección de
los formularios demuestra que Díaz nunca se listó a sí mismo o a Enfoque como
propietario o mensajero para ninguna de las transacciones de divisas
estadounidenses”, escribió Fernández en el affidávit. “En lugar de eso, Díaz
usó los nombres de las casas de cambios mexicanas a las cuales él compró el
dinero como los verdaderos dueños”.
El agente de ICE
dijo además que Díaz puso a su hijo, Marco Díaz, como mensajero en los papeles
oficiales.
Como parte de la
operación encubierta, los agentes arreglaron para que un informante del
gobierno que trabajaba en el negocio de importación de divisas se pusiera en
contacto con Martín Díaz y su socio Guerra. El informante, en conversaciones
grabadas, organizó un encuentro con un segundo informante.
El segundo
informante dijo a los empresarios mexicanos que un negocio de cambio de cheques
en South Miami-Dade necesitaba “grandes sumas de dinero para pagar cheques” en
supermercados locales. El informante dijo que las compañías locales que
empleaban a inmigrantes indocumentados necesitaban hacer efectivos los cheques
para pagar a sus empleados, porque esos negocios no pueden usar bancos.
En enero, Díaz y
Guerra usaron Enfoque para enviar seis cargamentos de divisas al por mayor por
un total de unos 1.75 millones de dólares de México a Texas y de allí a Miami,
según el affidávit. Los asociados dijeron además que habían enviado otros 2.5
millones de dólares para el “plan de cobro de cheques”.
Luego, los
empresarios mexicanos viajaron a Miami, donde se reunieron con un agente
encubierto que se hizo pasar por representante de un negocio de caña de azúcar.
Tras llegar a otro acuerdo para importar dólares estadounidenses para pagar a
trabajadores indocumentados, Díaz y Guerra fueron arrestados mientras manejaban
por Hialeah.
Según una acusación
presentada el viernes, agentes de ICE confiscaron 429 mil 718 dólares de una
compañía de carros blindados de Miami-Dade, TransValue, Inc., la cual organizó
el transporte del dinero de los empresarios mexicanos.
Agentes confiscaron
además 1.1 millones de dólares de Presto Cash, una compañía de Aventura que
también había hecho negocios con los empresarios. No se pudo contactar a
representantes de Presto para que comentaran al respecto.
El presidente
ejecutivo de TransValue, Jesús Gabriel Rodríguez Jr., elogió la operación
policial. “Estoy contento de que estén tomando medidas para reducir la
actividad criminal en el sur de la Florida”, dijo.
(DIARIO DE JUAREZ/ El Nuevo Herald.com | 2013-03-20 |
09:34)
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