miércoles, 20 de marzo de 2013

ACUSAN EN MIAMI A DOS EMPRESARIOS MEXICANOS DE LAVAR DINERO


El Nuevo Herald.com
Miami, Florida— Los vuelos comerciales y de carga transportaron millones de dólares estadounidenses en efectivo en maletas, contenedores y bolsas de dinero de México a Texas, y luego al Aeropuerto Internacional de Miami, en una trayectoria de rutina.

Desde allí, de acuerdo con las autoridades, el dinero era lavado por dos empresarios mexicanos a través de una compañía de cobro de cheques de Miami-Dade que usaba los dólares para hacer efectivos los cheques del salario de trabajadores indocumentados en supermercados locales.

Todo era parte de una red de dinero al por mayor mexicana-miamense que según agentes federales podría estar financiada por las ganancias por concepto del narcotráfico al sur de la frontera estadounidense.

El martes, Martín Díaz y Enrique Guerra, arrestados semanas atrás, comparecieron ante un magistrado federal bajo cargos de conspiración para lavado de dólares estadounidenses con objeto de “albergar extranjeros ilegales” en este país. Díaz, de 40 años, se declaró inocente. Guerra, de 39, tiene fijado el 28 de marzo para su lectura de cargos. Su abogado, Norman Moscowitz, se negó a comentar sobre el caso.

Ambos acusados están detenidos sin derecho a fianza antes del juicio.

El fiscal federal adjunto Richard Gregorie trató de persuadir al juez magistrado William Turnoff de que Díaz no debería calificar por un abogado designado por el tribunal porque él contaba con suficiente dinero para contratar al suyo propio. “Lo tenemos filmado hablando de mover millones de dólares”, dijo Gregorie.

Pero el abogado temporal del acusado, Sam Rabin, alegó: “El trabajo del señor Díaz era mover el dinero de otras personas”, y añadió que todo era “legítimo”.

A pesar de la descripción de Díaz que hizo la fiscalía como un lavador de dinero internacional, Turnoff asignó a un defensor público adjunto para representarlo a expensas de los contribuyentes.

Agentes de la Policía de Inmigración y Aduanas de EU (ICE) iniciaron una investigación encubierta del negocio de importación de dinero al por mayor de los acusados en agosto de 2011.

Ellos afirman que el mercado negro gira alrededor de las casas de cambios mexicanas, las cuales supuestamente suministran pesos a los cárteles de narcotraficantes que comercian en dólares recaudados por sus distribuidores. Las casas de cambios, por su parte, venden los dólares a corredores de divisas que transportan el dinero al por mayor de un lado a otro de la frontera estadounidense en vuelos comerciales y de carga.

El fenómeno es impulsado por las leyes contra el lavado de dinero en México que restringen la habilidad de los cárteles de drogas para poner y extraer dólares estadounidenses de instituciones tradicionales de banca y cambio de dinero, escribió el agente especial de ICE, Rubén Fernández, en un affidávit criminal.

Aunque su affidávit no brinda prueba alguna de que ninguna parte del dinero al por mayor importado por los acusados proviniera de transacciones de narcotráfico, el tráfico de drogas sirve de contexto a las alegaciones de lavado de dinero en la acusación.

Como regla, los corredores de divisas pueden mover legalmente sumas de dinero mayores que 10 mil dólares a través de la frontera siempre y cuando presenten los papeles debidos, incluyendo el llamado formulario FinCEN 105 del Departamento de Seguridad Territorial, declaraciones aduaneras, la fuente del dinero y un itinerario de viaje para el mensajero.

De acuerdo con el affidávit, Díaz y Guerra eran profesionales experimentados.

Los hombres están acusados de usar una compañía de transporte, Enfoque Potosino, radicada en San Luis Potosí, México, para mover el dinero al por mayor a Estados Unidos. Ellos crearon además otro negocio, Relma, en El Paso, Texas, para ayudar con los envíos de efectivo y controlar cuentas de banco en Estados Unidos.

Díaz dijo a un informante del gobierno, quien llevaba un micrófono encima, que él compraba dólares estadounidenses a varias casas de cambios mexicanas con pesos y que él fijaba la tasa de cambio. Díaz dijo además que él empacaba los dólares para transportarlos a Estados Unidos, y luego vendía el dinero a negocios de cambio de cheques.

Agentes de ICE supervisaron 44 transacciones de importación de divisas hechas por la compañía de Díaz, Enfoque, que mostraron que ellos habían enviado 23.3 millones de dólares de México a EU en los cinco meses entre el 24 de agosto del 2011 y el 25 de enero de 2012, de acuerdo con el affidávit.

“Mi inspección de los formularios demuestra que Díaz nunca se listó a sí mismo o a Enfoque como propietario o mensajero para ninguna de las transacciones de divisas estadounidenses”, escribió Fernández en el affidávit. “En lugar de eso, Díaz usó los nombres de las casas de cambios mexicanas a las cuales él compró el dinero como los verdaderos dueños”.

El agente de ICE dijo además que Díaz puso a su hijo, Marco Díaz, como mensajero en los papeles oficiales.

Como parte de la operación encubierta, los agentes arreglaron para que un informante del gobierno que trabajaba en el negocio de importación de divisas se pusiera en contacto con Martín Díaz y su socio Guerra. El informante, en conversaciones grabadas, organizó un encuentro con un segundo informante.

El segundo informante dijo a los empresarios mexicanos que un negocio de cambio de cheques en South Miami-Dade necesitaba “grandes sumas de dinero para pagar cheques” en supermercados locales. El informante dijo que las compañías locales que empleaban a inmigrantes indocumentados necesitaban hacer efectivos los cheques para pagar a sus empleados, porque esos negocios no pueden usar bancos.

En enero, Díaz y Guerra usaron Enfoque para enviar seis cargamentos de divisas al por mayor por un total de unos 1.75 millones de dólares de México a Texas y de allí a Miami, según el affidávit. Los asociados dijeron además que habían enviado otros 2.5 millones de dólares para el “plan de cobro de cheques”.

Luego, los empresarios mexicanos viajaron a Miami, donde se reunieron con un agente encubierto que se hizo pasar por representante de un negocio de caña de azúcar. Tras llegar a otro acuerdo para importar dólares estadounidenses para pagar a trabajadores indocumentados, Díaz y Guerra fueron arrestados mientras manejaban por Hialeah.

Según una acusación presentada el viernes, agentes de ICE confiscaron 429 mil 718 dólares de una compañía de carros blindados de Miami-Dade, TransValue, Inc., la cual organizó el transporte del dinero de los empresarios mexicanos.

Agentes confiscaron además 1.1 millones de dólares de Presto Cash, una compañía de Aventura que también había hecho negocios con los empresarios. No se pudo contactar a representantes de Presto para que comentaran al respecto.

El presidente ejecutivo de TransValue, Jesús Gabriel Rodríguez Jr., elogió la operación policial. “Estoy contento de que estén tomando medidas para reducir la actividad criminal en el sur de la Florida”, dijo.


(DIARIO DE JUAREZ/ El Nuevo Herald.com | 2013-03-20 | 09:34)

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