martes, 19 de febrero de 2013

LEVANTAN MILITARES A UN CAMPESINO DE GUERRERO QUE LUEGO APARECE MUERTO



Zacarías Cervantes
Chilpancingo.- El síndico procurador municipal de Zirándaro, Victorio Pacheco Mondragón, entregó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra de elementos del Ejercito del 40 Batallón de Infantería, con sede en Ciudad Altamirano. Asimismo, en contra de elementos de la Policía Federal y estatal de Coyuca de Catalán, “por violaciones graves a los derechos humanos” de ciudadanos de la comunidad de Aratichanguio, de ese municipio.

La queja del funcionario municipal en contra de los militares y policías también fue por la violación a la autonomía del municipio.

En su queja, la autoridad municipal demanda, “la inmediata salida” del Ejército mexicano y de las policías federal y estatal, “por violaciones graves a los derechos humanos, porque, a nuestro criterio, han cometido los delitos de homicidio y abuso de autoridad”.

El funcionario municipal relata en su queja que el sábado 12 de enero, aproximadamente a las 10:30 de la mañana, “en forma repentina” dos comandos del Ejército, al parecer acompañados de policías federales y estatales, levantaron a Francisco Aguilar Cruz en la calle principal de Aratichanguio. El síndico asegura en su escrito que el levantón fue presenciado por varias personas que se encontraban en el lugar.

Relata que después, el comando de soldados se dirigió a la localidad de Cupuan y regresó por el mismo lugar aproximadamente 20 minutos después  y se fueron con rumbo a la localidad de las Juntas de Cujaran. Mientras que del levantado no se supo nada más.

El síndico agrega que los familiares de Francisco Aguilar Cruz denunciaron el caso al  comisario municipal, con quien de inmediato fueron a preguntar por el desaparecido a los militares que resguardan la zona de Aratichanguio, “quienes dijeron desconocer los hechos y que no sabían quiénes lo habían detenido ya que había muchos destacamentos desplegados en la región, buscando tal vez a algunas personas”.

El documento agrega que el 13 de enero los familiares, acompañados del comisario municipal y de un regidor esperaron la concentración de militares en el corral de toros de Aratichanguio en donde acostumbran recibir el almuerzo que les llevan en helicóptero.

Dice que aproximadamente a las 10 de la mañana les preguntaron a varios grupos por el detenido, pero les contestaron que no sabían nada y que seguramente había sido otro grupo que venía de Lázaro Cárdenas, Michoacán.

Agrega que fue el 15 de enero cuando en las redes sociales los familiares del levantado se enteraron que Francisco Aguilar Cruz estaba muerto en el Servicio Médico Forense de Iguala, a donde fueron a reclamar su cadáver para darle sepultura.

En la queja, se denuncia que los militares realizan constantes recorridos por la comunidad de Aratichanguio, en donde entran a los domicilios con lo que  frecuentemente violan las garantías individuales, puesto que no llevan alguna orden de cateo o de aprehensión.

“Los ciudadanos que viven en esa localidad están atemorizados por la arbitrariedades y abusos que cometen las fuerzas castrenses”, agrega.

Denuncia que el mismo sábado 12 de enero se metieron a la casa de  Antonino Sánchez Peñaloza, “quien es una persona pacífica y de buenas costumbres, que se dedica exclusivamente a trabajar honestamente para mantener a su familia”.

Aún así los militares lo amagaron y le pusieron sus armas en la nuca “diciéndole que venían por él, que se lo iban a llevar porque era delincuente y así lo tuvieron por cinco minutos, pero en ese instante llegó otro soldado y les dijo  que lo soltaran que él no era la persona que buscaban”.

Denuncia que al joven Luis Fernando Mendoza Ibarra, de 16 años, lo golpearon con la rodilla en el abdomen y posteriormente en la nuca “simplemente porque no traía identificación alguna”.

Denuncia que lo mismo pasa en Las Juntas de Cujaran, Cupuan, El Terrero, Hacienda Vieja, La Calera, La Tasajera, “en donde los militares han amagado, privado de la libertad y golpeado a mucha gente trabajadora y  honesta, pero que por temor no se atreven a denunciar a los soldados porque siempre los están amenazando”.

La queja dice que los militares, con el pretexto de buscar armas, se meten a las casas “y nunca muestran una orden de cateo”, pero que “los ciudadanos limpios y sin ninguna situación, han permitido que irrumpan la tranquilidad de sus hogares y principalmente de sus pequeños y en muchos casos adultos mayores que se encuentran habitando en sus hogares”.

En el documento, el síndico, en nombre de los habitantes de esa comunidad, pide además del retiro inmediato de los militares, la reparación de los daños y que se castiguen a los presuntos responsables de homicidio de Francisco Aguilar Cruz.

(EL SUR ACAPULCO/ Zacarías Cervantes/ feb 19, 2013)

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