lunes, 17 de julio de 2017

TRAFICANTES DE DROGA ASESINARON A COMANDANTE


Foto: Enrique Botello

Suman tres oficiales acribillados en los últimos meses, más dos lesionados. En Ensenada, el alcalde Marco Novelo pide la PGR se acerque más y que regrese el Ejército con los retenes. Anunció equipamiento para que agentes municipales puedan enfrentar a elementos del crimen organizado; el gobernador “Kiko” Vega no se ha pronunciado al respecto, mientras el Grupo Coordinación detuvo a uno de los presuntos atacantes que mataron al Comandante Antonio García y lesionaron al oficial Nacoa Gutiérrez (murió tres días después). El detenido está relacionado con una banda de trasiego de droga al sur del puerto

Al Comandante Antonio García García lo asesinaron por órdenes de una red de traficantes de droga que trasiegan en el Valle de San Quintín para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Al menos esa es la principal línea de investigación que siguen en las corporaciones policíacas del Estado.

A la banda les apodan “Los Michoacanos de San Telmo”, pero no se les ha encontrado vínculo con algún cártel de aquel Estado, como sí son relacionados con Viviana Rivas Hurtado, una líder narcomenudista que fue asesinada días antes, que había sido detenida con armas, a la que apodaban “Señora Acero” y estaba casada con “El Mon”; además, a los asesinos se les vincula a José Amézquita “El Capi”, todos delincuentes identificados por autoridades estatales por ejercer el crimen en la zona de Camalú.

El martes 11 de julio, cuatro días después del asesinato del comandante y el ataque al oficial Nacoa Gutiérrez Martínez, quien fallecería tres días después, elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), en coordinación con efectivos del Ejército Mexicano y de la Marina, detuvieron en la delegación de Maneadero a Ricardo Ortiz Pinedo “El Abuelo” y/o “El Pelón”, como uno de los cuatro responsables del doble homicidio de los municipales.

Cuando lo aprehendieron estaba en posesión de 400 gramos de la droga conocida como ice y fue relacionado con la banda de “La Señora Acero” y “El Mon”, de quienes varios secuaces están detenidos por homicidio y fueron investigados por enfrentarse con elementos de la Procuraduría General de la República (PGR).

Al cierre de edición de ZETA, por el único detenido, los investigadores fortalecieron como línea de investigación, un ataque por parte de la banda de traficantes de droga.

TRES OFICIALES ASESINADOS EN CUATRO MESES

Dos comandantes en delegaciones y un policía raso han sido acribillados en Ensenada en los últimos cuatro meses del gobierno de Marco Antonio Novelo Osuna, mientras que otros dos fueron lesionados de gravedad. Las familias de los oficiales han clamado justicia a la autoridad por los homicidios.

El 29 de marzo por la mañana, el comandante de la delegación de El Mármol, Enrique Echavarría Solís, fue ultimado al salir de su turno en la carretera Cataviña-El Rosario, cuando viajaba en su vehículo particular junto con Ulises Gervacio Ceballos y Galhed Hazen Angulo Leyva, estos últimos heridos. Estuvieron hospitalizados y sobrevivieron.

El nombre Ulises Ceballos había sido mencionado en una narcomanta colocada en San Quintín en abril de 2016, con el título “El pueblo harto de corrupción”.

Para el viernes 7 de julio por la noche, la escena se repitió en la desdeñada Comandancia de Camalú, donde un sujeto ingresó disparando en repetidas ocasiones contra García García, quien murió al instante, e hiriendo al oficial  Nacoa Gutiérrez Martínez, quien murió al tercer día.


Con el lema “Policía para proteger y servir”, los pobladores despidieron a los uniformados, algunos muy queridos por sus atemorizados compañeros que como nunca, han tratado de levantarse contra el Gobierno municipal: “No estamos desprotegidos”, comentó un elemento de San Quintín, quien aseguró que hace unas semanas se les permitió llevar consigo arma de uso para proteger a sus familias en los domicilios, pero a partir del miércoles 12 de julio, se les dio la instrucción de dejar el armamento.

El director de Seguridad Pública Municipal, Emilio Camarena Castillo, sepultó ya a tres agentes, y aunque en su discurso aseguró que hay confianza y coordinación con las demás corporaciones, los índices delictivos a la alza no se detienen.

Intervenido en la ceremonia luctuosa de García García en San Quintín, el titular de la corporación se negó a hablar con la prensa sobre los asesinatos. “Ahora, no. ¡Dije que no!”, exclamó.

Sobre la situación de la corporación, el coordinador de la Comisión de Seguridad Tránsito y Transporte, Román Iván Duarte Cordova, tiene notificado al director para que de inmediato presente un plan estratégico de trabajo en materia de seguridad.

LA NOCHE DEL HOMICIDIO

El estrecho poblado de Camalú está asentado en ambos sentidos de la Carretera Transpeninsular, a 152 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada, con unos 10 mil habitantes dedicados en su mayoría al trabajo del campo por los extensos valles agrícolas.

La Comandancia de la Policía Municipal se encuentra sobre la carretera y a un costado de la plaza, que es el punto más transitado de la comunidad.

La noche del 7 de julio, un hombre llegó a la Comandancia de Camalú alrededor de las ocho, junto con otras tres personas, en un vehículo compacto. Iba completamente armado y disparó contra el Comandante Antonio García. Lo mató al instante, y asestó seis disparos al agente Nacoa Gutiérrez hasta dejarlo inconsciente.

Junto a los tres hombres que le acompañaban, el asesino huyó en la oscuridad de la noche y en la abandonada zona, para no ser localizado.


El primer funeral de García fue en la comandancia el domingo 9 de julio. Estuvo presente su esposa, cinco hijos, familiares, amigos y compañeros policías que viajaron a la delegación para despedir al oficial.

Cargaron a hombros el ataúd desde la iglesia a unos 500 metros de la comandancia.  La escena era desconsoladora para la familia que no paró de llorarle al comandante asesinado, cuya imagen fue exhibida a un lado del féretro.

El policía fue honrado a pesar del calor, entre polvo y llanto; la escena fue una comandancia rodeada de vehículos oficiales oxidados e inservibles, y en condiciones precarias del color de San Quintín. Terregosos. En Camalú, los temerosos y dolidos oficiales colocaron un moño negro afuera de las instalaciones para demostrar su luto.

Cuando concluyeron los honores en la instalación policíaca, los oficiales partieron al panteón, el alcalde Novelo y otros funcionarios que atendieron las honras fúnebres en la comandancia no asistieron al camposanto debido a la inseguridad que existe en esa zona de San Quintín, incluso mientras se realizaba el funeral hubo un reporte de varias detonaciones de arma de fuego a metros del lugar.

En su momento al micrófono, el alcalde usó las mismas palabras del discurso que ofreció en el funeral del comandante de El Mármol, Sergio Enrique Echavarría Solís, acribillado en marzo, donde otro elemento más resultó con lesiones de arma de fuego: “Era un policía de honor” y su asesinato fue “un acto de cobardía”, leyó el primer edil.

DISPARARON A MATAR

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició una carpeta de investigación por homicidio calificado en agravio de Antonio García, comandante de la Policía Municipal en Camalú, y por homicidio en agravio del oficial Nacoa Gutiérrez.

García presentaba una lesión de proyectil de arma de fuego en la cabeza, mientras que Gutiérrez, varios impactos de arma de fuego en región abdominal.

En el área acordonada se embalaron diez casquillos percutidos calibre 40, cuatro balas deformadas y trece casquillos percutidos 7.62 x 39.

Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional ubicaron un vehículo Cherokee color negro, que se presume fue utilizado por los atacantes. La unidad fue localizada en un camino vecinal rumbo a hacienda La Escondida. A un costado del vehículo se embaló un arma calibre 9 milímetros.

EL SILENCIO DEL GOBERNADOR, EL CONCIERTO DEL ALCALDE

Hasta el cierre de esta edición, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid no había emitido posicionamiento en torno al homicidio de más agentes. En las últimas entrevistas solo se limitó a asegurar que los asesinatos son el resultado de los decomisos realizados por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

En redes sociales, integrantes de la Asociación de Policías de Ensenada criticaron fuertemente al alcalde Marco Novelo Osuna, quien el sábado por la noche asistió al concierto de Yuri y Edith Márquez, a pesar que horas antes un comando asesinó al comandante de la delegación de Camalú e hirió a otro.

Al presidente municipal se le pudo ver con varios funcionarios municipales, regidores y diputados estatales, que estuvieron presentes en el evento organizado en el hotel Estero Beach, propiedad del hermano del primer edil, y del cual él también es socio.



Como servidores públicos de oficina, ningún edil del Gobierno de Ensenada se tomó el tiempo de acompañar a la familia del Comandante García, a excepción del regidor coordinador de la Comisión de Seguridad Pública, Iván Duarte Córdova, y el de la coordinación de Delegaciones, Jorge Camargo Villa, a diferencia de la ceremonia del policía Echavarría, caído en marzo, la cual se realizó en la comandancia de Ensenada en día hábil, y todos los ediles estuvieron presentes en la fotografía.

EL TERCER POLICÍA ASESINADO

Tres días después del atentado, el policía Nacoa Roberto Gutiérrez Martínez falleció en la clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por las seis heridas por proyectil de arma de fuego que recibió la noche del viernes 7 de julio.

Nacoa dejó a su esposa y tres hijos, quienes en la ceremonia luctuosa celebrada en la delegación de San Quintín, el miércoles 12 de julio, pidieron distancia de las autoridades. No permitieron que el alcalde Marco Novelo estuviera presente, como tampoco medios de comunicación.

“Pidieron respeto y que solo agentes de la Policía estuvieran en el funeral, y así lo hicimos”, comentó personal de comunicación de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

La PGJE informó que el deceso fue alrededor de las 12:30 pm por lesiones en la región abdominal, producidas durante un ataque a mano armada en las instalaciones de la delegación Camalú. “La Procuraduría continúa con los trabajos de investigación correspondientes para esclarecer este hecho”, declaró vía comunicado.

EL TRÁMITE DEL SEGURO PARA FAMILIARES

Policías del sur del municipio manifestaron que los seguros de vida a los que tienen derecho los familiares de las víctimas fueron negados, debido a que al momento del ataque los elementos no tenían chaleco antibalas.

Al respecto, la oficial mayor Mónica Vargas informó que ambos tenían derecho a que los dolientes recibieran una pensión y una cantidad de dinero del seguro de vida. Mencionó que ellos tienen los trámites para llevar a cabo la entrega de dinero, pero es necesario que los dolientes se acerquen para firmar una serie de documentos.

Explicó que de la misma manera, el Ayuntamiento se hace cargo de cubrir los gastos de la ceremonia fúnebre, sin embargo, hay ocasiones en que el dinero no se autoriza de inmediato.

LA DETENCIÓN DEL PRESUNTO HOMICIDA

En un operativo del Grupo Coordinación detuvieron a Ricardo Ortiz Pinedo “El Abuelo”  y/o “El Pelón”, de 50 años de edad, originario del Estado de Jalisco, en las inmediaciones del poblado de Maneadero. Llevaba consigo 450 gramos de la droga conocida como cristal.

Los trabajos entre Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y Policía Municipal, determinaron turnar al sujeto al Ministro Público Federal para iniciar un proceso. Fuentes oficiales vinculan a éste con el asesinato de policías de Camalú.

Se sabe que “El Abuelo” opera en esa zona sur y está relacionado con una red de narcomenudistas conocida como “Los Michoacanos” del poblado de  San Telmo, también vinculados con Viviana Rivas “La Señora Acero”, asesinada el 25 de junio en San Quintín, y otro integrante identificado como “El Capi”, de nombre José Amézquita.

De los presuntos homicidas del comandante de El Mármol, no se tienen resultados en la investigación.

ENSENADA NECESITA UN PLAN DE SEGURIDAD, “QUE EL EJÉRCITO REGRESE”, PIDE NOVELO

Marco Antonio Novelo Osuna informó que Ensenada necesita refuerzos y una nueva estrategia para operar, aunque considera que su gente (Policía Municipal) está haciendo buen trabajo en materia de operatividad.

Dijo querer más cerca a la PGR y al Ejército Mexicano, así como a la Marina: “Necesitamos otra estrategia, retenes, yo no veo retenes como antes, por eso ocupamos que el Ejército regrese”.

Para el Ayuntamiento es importante blindar las entradas y salidas a la ciudad.   Aunque no es trabajo de los municipales enfrentar al crimen organizado y ante el peligro que afrontan, el alcalde usará una parte del presupuesto federal del Programa para el Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg), para equipar a los agentes municipales con armamento, chalecos antibalas y más unidades.

“Por mi parte vamos a tener una Policía más exitosa”, proyectó Novelo.


(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa / Lorena Lamas /Lunes, 17 Julio, 2017 12:00 PM)







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