El
Presidente de China advirtió en el Foro Económico de Davos de las consecuencias
de una guerra económica y defendió la globalización.
El
Presidente de China, Xi Jinping, advirtió que ninguna potencia emergerá como
ganadora en el contexto de una guerra comercial y defendió la globalización al
inaugurar hoy los trabajos de la sesión anual del Foro Económico Mundial en
Davos, Suiza.
"Debemos
seguir comprometidos con el libre comercio y la inversión, debemos promover la
liberalización del comercio y la inversión () Nadie emergerá como ganador en
una guerra comercial", sostuvo Xi de cara a la toma de posesión del
Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha demostrado su
animadversión hacia China.
"Es
cierto que la globalización económica creó nuevos problemas, pero esto no es
justificación para anular la globalización económica, sino que debemos
adaptarnos y guiar la globalización económica, amortiguar sus impactos
negativos y ofrecer sus beneficios a todos los países", dijo Xi, el primer
Presidente chino que asiste a la reunión de Davos.
"Perseguir
el proteccionismo es como encerrarse en un cuarto oscuro", añadió Xi entre
los aplausos de la concurrencia.
En
su discurso difundido para la prensa acreditada en el portal del WEF el
Mandatario defendió la globalización inclusiva y advirtió que el populismo
puede guiar hacia la pobreza y los conflictos.
Para
Xi, la globalización es un océano enorme del que es difícil escapar y alegó que
cualquier intento aislacionista simplemente no sería posible.
"La
economía global está ahora en un período de movimiento hacia nuevos impulsores
del crecimiento (...) Los motores tradicionales de crecimiento se irán
debilitando para abrir el camino a nuevas fuentes de crecimiento a pesar de que
un nuevo rumbo para la economía global todavía sigue siendo difícil de
alcanzar", consideró Xi.
"Lo
correcto es aprovechar todas las oportunidades y enfrentar conjuntamente los
desafíos y trazar el rumbo correcto para la globalización", agregó el
líder chino.
A
su modo de ver, un gran número de los problemas del mundo no son causados por
la globalización económica, sino han sido causados por la guerra y los
conflictos regionales, haciendo clara referencia al conflicto sirio cuyos
efectos se han dejado sentir en diversos países de Medio Oriente así como en
Europa con la crisis de refugiados.
Por
otra parte, señaló que la crisis financiera internacional no es un resultado
inevitable de la globalización, sino un grave fracaso de la regulación
financiera y argumentó que no tiene sentido culpar a la globalización económica
por los problemas del mundo.
"Abriremos
nuestros brazos a la gente del mundo y los recibiremos a bordo del tren expreso
de desarrollo", concluyó Xi ante una calurosa ovación de políticos y
empresarios reunidos en la cumbre anual del WEF en la estación alpina de Davos.
(ZOCALO/
REFORMA/17 DE ENERO 2017)
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