EL MOCHOMITO. Alfredo Beltrán Guzmán.
Luego del arresto de Alfredo
Beltrán Leyva, en febrero de 2008, su hermano Arturo Beltrán le declaró la
guerra a Joaquín el Chapo Guzmán y a Ismael el Mayo Zambada, pues el Botas
blancas consideró aquella no una detención, sino una entrega.
En aquel tiempo, Alfredo
Beltrán Guzmán el Mochomito, tenía apenas 16 años, pero ante la ausencia del
padre, su tío Arturo le delegó una fuerte responsabilidad: asumir el control en
nombre de la familia, y coordinar todo el trasiego de droga que transitaba por
Sinaloa y Sonora a Estados Unidos, según revelaron archivos del Departamento de
Justicia de Estados Unidos (USDOJ).
Al año siguiente, tras la
ejecución de Arturo Beltrán Leyva por la Armada de México, en Cuernavaca, su
tío Héctor Beltrán tomó el control del cártel, y fue éste quien ahora se
coordinaba con el Mochomito, quien no sólo crecía en edad, sino que empezaba a
tomar mayor control de las operaciones del Cártel de los Beltrán Leyva.
Era tanto el poder que en
aquel tiempo tenía El H, que la DEA ofreció una recompensa de 5 millones de
dólares para quien aportara información que condujera a su captura, pues se
decía que traficaba a Estados Unidos hasta cinco toneladas de cocaína cada mes.
La PGR, sintiendo la presión
de Estados Unidos para acelerar su captura, también ofreció una recompensa de
30 millones de pesos mexicanos y la cacería comenzó.
Pero el arresto se
complicaba, pues el H, a diferencia de sus hermanos, mantenía un perfil muy
bajo. Aun así Estados Unidos ya lo tenía en la mira, y las cortes federales de
los Distritos de Columbia y del Este de Nueva York ya habían girado orden de
aprehensión.
Hasta que el 1 de octubre de
2014, Héctor Beltrán el H, fue arrestado en San Miguel de Allende, Guanajuato.
Su esposa Clara Elena Laborín Archuleta, se hizo cargo de la zona de Guerrero,
y el Mochomito asumió el control absoluto de Sinaloa y parte de Sonora.
Sobrino del Chapo Guzmán,
Alfredito Beltrán no parecía tener problema con nadie, y aunque la gente del
bajo mundo sabía quién era, para nadie presentaba un peligro, pues él estaba
entregado a sus negocios de coordinar el trasiego de droga hacía Estados
Unidos.
Hasta que el 12 de abril de
2015, el abuelo del Mochomito, Ernesto Guzmán Hidalgo, fue asesinado a balazos
por órdenes de Aureliano Guzmán Loera el Guano, hermano del Chapo. Entonces
todo cambió y las rencillas salieron a flote.
El Mochomito no se pudo
quedar tranquilo y empezaron las ejecuciones. Fuentes cercanas a la familia
revelaron a Ríodoce que ese conflicto familiar habría sido el detonante por el
cual el Chapo se fugó de la cárcel la noche del 11 de julio de 2015, “para
arreglar una guerra que en ese momento parecía inevitable”.
Una vez afuera, aseguran
testigos, el Chapo cuestionó muy fuerte al Guano, incluso le asestó una
bofetada por haber ordenado la muerte de su propio hermano, y entonces se
acercó con el Mochomito para calmarlo, y asegurarle que la muerte de su abuelo
no quedaría impune.
Pero tras la reaprehensión
del Chapo, cinco meses después, las rencillas renacieron, y Alfredo Beltrán
Guzmán, con todo el poder de su familia y todo el capital para financiar un
conflicto, le declaró la guerra al Guano y días después invadió La Tuna. Esa
guerra habría terminado cuando la familia Guzmán recuperó su territorio, y el
Mochomito debió refugiarse en Guadalajara, desde donde se cree que operaba
EN LA MIRA DE ESTADOS UNIDOS
Con apenas 24 años, el
Mochomito había asumido el control
absoluto del cártel al momento de ser arrestado, el pasado 9 de diciembre, en
Zapopan, Jalisco.
Apenas tres meses antes, el
12 de septiembre, su tía Clara Elena Laborín Archuleta había sido arrestada en
Hermosillo, Sonora, cuyos dominios ya se extendían a Guerrero y Estado de
México, y se cree que había establecido nexos con Nemesio Oseguera Cervantes,
el Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
El expediente contra el
Mochomito se encuentra sellado, pero fuentes extraoficiales confirmaron que es
requerido por las cortes federales del Distrito de Columbia y Este de Nueva
York, que son los mismos juzgados que procesaron a su padre Alfredo Beltrán
Leyva, y que requieren a su tío Héctor, actualmente preso en el penal del
Altiplano, en el Estado de México.
Los cargos son tráfico de
droga y asociación delictuosa, aunque ningún portavoz del Departamento de
Estado de Estados Unidos ni del USDOJ confirmó la celeridad que le habrían de
dar a la solicitud de extradición.
El arresto de Beltrán Guzmán
lo convierte en el capo más joven en alcanzar el poder y ser detenido, pues otros capos que habrían sido arrestados
o muertos siendo aún muy jóvenes, eran Rafael Caro Quintero y Rodrigo Aréchiga
Gamboa, el Chino Antrax, detenidos cuando tenían 33 años.
LISTA DE CAPOS DETENIDOS O MUERTOS SIENDO AÚN JÓVENES
Rafael Caro Quintero. Arrestado en 1985 en San José
Costa Rica a los 33 años. Controlaba toda la producción y trasiego de
mariguana.
Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Antrax. Arrestado el
31 de diciembre de 2013 en Ámsterdam Holanda, también a los 33 años.
Vicente Zambada Niebla el Vicentillo. Detenido en la
Ciudad de México en 2009, a los 34 años. Hijo del capo Ismael El Mayo Zambada,
y sucesor del Cártel de Sinaloa.
Joaquín el Chapo Guzmán, arrestado en 1993 en
Guatemala acusado de la muerte del cardenal Juan José Posadas Ocampo. Tenía 39
años la primera vez que fue detenido. Reaprehendido en 2014 en Mazatlán, a los
57 años.
Juan Manuel Salcido Uzeta, El Cochiloco
Muerto en Zapopan Jalisco en 1991, a los 45 años de
edad.
Javier Torres Félix, arrestado en el Valle de San
Lorenzo, municipio de Culiacán Sinaloa 2004, a los 44 años de edad
Amado Carrillo, muerto durante una intervención de
cirugía plástica. Tenía 41 años y era el líder del Cártel de Juárez.
Arturo Beltrán Leyva, muerto a los 48 años, pero dueño
de un imperio que incluía la zona de guerrero, Morelos y el Estado de México.
Alfredo Beltrán Leyva, arrestado a los 37 años en
Culiacán.
Ramón Arellano Félix, muerto a los 38 años en Mazatlán
Sinaloa.
Inés Calderón Quintero, muerto en 1988, en su casa de
La Campiña, en Culiacán. Tenía 39 años.
Miguel Ángel Félix Gallardo, arrestado en Guadalajara
Jalisco en 1989, tenía 43 años de edad al momento de su arresto
Ernesto Fonseca Carrillo, arrestado en Puerto Vallarta
a los 43 años de edad
Baltazar Díaz Vega, tenía 44 años cuando fue asesinado
en la Ciudad de México.
(RIODOCE/ MIGUEL ÁNGEL VEGA/ 19 DICIEMBRE, 2016)
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