lunes, 19 de diciembre de 2016

“EL MOCHOMITO” EN PUENTE GRANDE


FOTOS: internet

Exceso de confianza propició la detención del sobrino de “El Chapo” Guzmán en Zapopan, donde se sentía a salvo de la persecución emprendida en su contra en Sinaloa. Amparo de capos en el CEFERESO Número 2 para que no los cambiaran de celdas evitó que Jesús Alfredo Beltrán fuera ingresado al penal federal y se le interno en el nuevo Reclusorio Metropolitano estatal. Narcos de mayor jerarquía siguen al frente del Cártel de los Beltrán Leyva, entre ellos “El Chapo Isidro”, “El Cadete” y “El Chapo Trini”

La llegada del “Mochomito” al penal de Puente Grande obligó a las autoridades del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 2 a realizar movimiento de reos para evitar posibles riesgos de confrontación entre capos rivales, o bien, una alianza estratégica entre los mismos. Sin embargo, el matarife fue enviado a un penal estatal en la misma zona.

Los primeros en sentir la amenaza de ser removidos fueron los señalados como narcotraficantes Ismael Zambada Imperial “El Mayito Gordo”, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García; y Vicente Carrillo Fuentes, el encarcelado jefe del Cártel de Juárez.

Tan pronto el Gobierno Federal ordenó confinar al joven Jesús Alfredo Beltrán Guzmán a una prisión de Jalisco, las autoridades carcelarias federales planearon como estrategia rotar a algunos presos, pero éstos le ganaron la partida al solicitar juicios de amparo. Juntos, en una misma demanda de garantías, Zambada Imperial y Carrillo Fuentes señalaron como acto reclamado “la orden de ser trasladados de modulo, pasillo y estancia”, y como autoridades ejecutoras, al Consejo Técnico Interdisciplinario, al director general y al titular del Área de Seguridad y Custodia, entre otras.

Luego de que ambos reclusos ratificaron el escrito promovido en sus nombres, el juez de amparo les concedió la suspensión provisional del acto que reclaman “para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan, hasta que se notifique a las autoridades responsables la resolución que se dicte sobre la suspensión definitiva”.

Con la protección que otorga la medida cautelar, Zambada y Carrillo no podrán ser cambiados de módulo, pasillo o estancia hacia otro lugar dentro del mismo centro penitenciario.

Finalmente, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán no llegó al CEFERESO 2 “Occidente”, ubicado a 18 kilómetros de Guadalajara, sino al Reclusorio Metropolitano, que aunque es estatal, tiene características de máxima seguridad y actualmente cuenta con una población controlable, inferior a los 250 internos, en su mayoría integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El ingreso se registró el lunes 12 de diciembre.  

LA CAPTURA

La detención de Jesús Alfredo Beltrán ocurrió la tarde del viernes 9 de diciembre en el municipio de Zapopan, cuando agentes federales ya le seguían la pista.

Aproximadamente a las tres de la tarde, labores de inteligencia ubicaron al “Mochomito” cuando ingresaba a una barbería ubicada sobre la Calzada Cipreses, en el fraccionamiento Ciudad Granja.

El joven sinaloense, de 24 años de edad, entró a la peluquería con uno de sus escoltas, mientras otros tres guaruras aguardaban en el exterior.

Una vez concluido el servicio, Alfredo abordó el vehículo, seguido de sus cuidadores, y alcanzó a circular unos cincuenta metros.

De pronto, según vecinos del lugar que atestiguaron los hechos, otro automotor se le adelantó y le cortó el pasó.

Detrás llegó un camión grande con elementos de la Policía Federal. El novel capo y sus esbirros estaban confiados y no se dieron cuenta del seguimiento del que eran objeto.

Tampoco se percataron de que, unos minutos antes, sus captores habían cerrado las vialidades cercanas, en un operativo perfectamente instrumentado. No hubo necesidad de disparos, ni de violencia.

Una vez interceptados, Beltrán Guzmán y los pistoleros fueron colocados bocabajo sobre el camellón que divide los carriles de la avenida empedrada.

Se les realizó una revisión corporal y una inspección a los dos vehículos en los que iban. Los federales les hallaron armas, drogas y una granada de fragmentación.


“El Mochomito”, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo” 

Con los sospechosos tendidos en el piso, los policías acordonaron con cinta amarilla el Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, perímetro de la captura y aguardaron unos minutos al arribo del Ministerio Público de la Federación para cumplir con los protocolos del Nuevo Sistema de Justicia Penal:

asegurar y fijar los indicios, e iniciar con la cadena de custodia. Una vez que los detenidos estuvieron a disposición de un fiscal federal, se confirmó la identidad de Jesús Alfredo Beltrán Guzmán.

Sus colaboradores resultaron ser Joel Eduardo López, Baudelio García García, Jesús Rafael Cuen Ramírez y Gerardo Eddye Cotera García.

En total fueron siete las armas de fuego aseguradas, una granada, cuatro cargadores abastecidos, 50 mil pesos en efectivo, 3 kilos 878 gramos de clorhidrato de cocaína y los dos automotores.

La Procuraduría General de la República (PGR), a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), informó escuetamente que la detención de los cinco individuos fue calificada como legal y, dentro del plazo constitucional, los consignaron ante un juez federal  en el penal de Puente Grande, bajo los cargos de portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, así como delitos contra la salud en su modalidad de comercio de estupefacientes.  

LO PASADO, PASADO

Ahora “El Mochomito” está preso en la misma cárcel de máxima seguridad en la que su padre, Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”, estuvo en la misma condición, entre enero de 2008 y noviembre de 2014, cuando el capo fue extraditado a Estados Unidos.

Jesús Alfredo no tuvo oportunidad de visitar a su progenitor en la prisión, pues los primeros cuatro años de encierro estuvo segregado.

En 2012, la actual pareja del “Mochomo” consiguió mediante un amparo que se autorizara la visita de los hijos que tuvo con distintas mujeres, pero el mayor no figuraba entre ellos porque ya se había incorporado a las actividades de la organización delictiva.

Sonia Berenice Cázares Cázares fue artífice para que el papá del “Mochomito” recibiera la visita de sus hijos Santiago, Alexa, Marcos y Karmina, entre otros, de primer apellido Beltrán, combinado con un segundo apelativo diverso.

También logró la visita de las hermanas del “Mochomo”, Nieves y Felícitas, entre otros familiares. Para entonces, el junior Jesús Alfredo Beltrán ya se sentía perseguido.

El 12 de enero de 2010 promovió una demanda de amparo ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal de Guadalajara, temiendo existiera una orden de aprehensión en su contra.

Señaló como autoridades responsables del acto reclamado a los jueces federales de Jalisco, a los titulares de la SEIDO (en ese entonces SIEDO), de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y al comandante del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército Mexicano en la Ciudad de México, entre otras autoridades.

Debido a que el amparo fue solicitado contra todos los jueces penales federales de Jalisco, incluido el que conoció del juicio de garantías, éste declinó la competencia para un juzgador de distrito del vecino Estado de Colima, aunque previamente concedió la suspensión provisional del acto reclamado al quejoso.

El Juez Segundo de Distrito de Colima admitió el asunto, pero el 26 de febrero siguiente, producto de los informes justificados de todas las autoridades señaladas, se comprobó que no existía ninguna orden de captura contra Beltrán Guzmán y el juicio fue sobreseído.

Juan Ramón Mondragón Solís, abogado de “El Mochomo”, fue el encargado de asistir jurídicamente al hijo de su cliente. 

 Todo en familia La fama de Beltrán Guzmán se acrecentó luego del ataque registrado el 11 de junio del presente año al rancho de la señora Consuelo Loera Pérez, madre del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, en La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa. Un numeroso comando armado allanó el inmueble en busca de Aureliano Guzmán Loera “El Guano”, lo que ocasionó la despavorida huida de Doña Consuelo de ese poblado.

Según atestiguaron lugareños, el hecho fue perpetrado por “Alfredillo” o “El Mochomito”, quien es sobrino del “Chapo” e hijo de Alfredo Beltrán Leyva, emparentados políticamente porque Patricia Guzmán -mamá del muchacho y prima de Joaquín- se casó con “El Mochomo” hace poco más de dos décadas.

 El joven Beltrán Guzmán atribuye el asesinato de su abuelo Ernesto Guzmán, medio hermano de los Guzmán Loera, a un arrebato del “Guano”, además de que en el seno familiar es un secreto a voces que “El Chapo” fue artífice en 2008 para que el Ejército detuviera a “El Mochomo”, lo que dividió a los Beltrán Leyva del Cártel de Sinaloa.


Luego de este hecho que desplazó de sus comunidades a decenas de familias en Badiraguato, la madrugada del 15 de agosto próximo pasado, fueron secuestrados los tres hijos del “Chapo” Guzmán en un restaurante de Puerto Vallarta.

César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar fueron levantados por un comando que cinco días después los liberó en algún punto del Estado de Sinaloa.

LUGAR DONDE FUE DETENIDO

Jesús Alfredo Beltrán Guzmán “El Mochomito” Este evento criminal, al igual que una emboscada a elementos del Ejército Mexicano registrada la madrugada del 30 de septiembre en Culiacán, tienen en la mira de las autoridades federales al heredero del “Mochomo”; sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado plenamente su participación en dichos sucesos.  

EL CÁRTEL BELTRÁN

La organización criminal continúa con sus actividades en el narcotráfico, pues “El Mochomito” no era el líder máximo de la clica, como tampoco lo era su tía Clara Laborín Archuleta, esposa de Héctor Manuel Beltrán Leyva “El H”, detenida en Hermosillo, Sonora, la madrugada del 12 de septiembre.

Tareas de inteligencia e información policial y militar establecen que el clan de los Beltrán Leyva es de los que cuenta con más liderazgos de relevancia en el mapa del narcotráfico en México.

En el sur de Sinaloa ubican a Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo Isidro”, líder de los “Mazatlecos”.

En el centro y la región norte de la misma entidad estaba Jesús Alfredo Beltrán Leyva. Mientras que en Ciudad Obregón, Sonora, tienen a Trinidad Olivas Valenzuela “El Chapo Trini”; y en la zona desértica de Sonora, hacia el norte, figura Emilio Sajid Quintero Navidad “El Cadete”.

El parentesco de este último, primo de los narcotraficantes Miguel Ángel y Rafael Caro Quintero, ha despertado la suspicacia -no probada aún- de que actualmente, detrás de la organización de los Beltrán estaría el mismísimo Rafael, ex líder del Cártel de Guadalajara.

Quintero Navidad es hijo del finado capo Emilio Quintero Payán y sobrino de Juan José “El Juanjo” -de los mismos apellidos-, hoy preso en Estados Unidos.

(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA LUNES, 19 DICIEMBRE, 2016 12:00 PM)



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