La reingeniería del gasto propuesta por
Peña Nieto en poco abonará al desarrollo económico del país. La propuesta del
Presidente contempla que por cada peso destinado al gasto para detonar
crecimiento económico, 53 centavos correspondan a gasto corriente y 47 a
inversión. El documento debe aprobarse antes del domingo 15 de noviembre
Sin importar que México no
tenga un crecimiento económico significativo, tras una Reforma Energética que
parece estancada, con raquíticos ingresos petroleros, salarios bajos y una
presión fiscal severa que afectará el bienestar de los mexicanos, el gobierno
federal ahora pretende gastar más en 2016 según Presupuesto de Egresos que está
por aprobarse este fin de semana.
El Poder Judicial tiene
asignados 68.1 mil millones de pesos, es decir 27.6 por ciento más en términos
reales, respecto a lo aprobado en 2015. En tanto que la para la Cámara de
Diputados se propone un incremento de 2.1 por ciento, es decir 14.1 mil millones
de pesos más. Éstos son, apenas, un par de ejemplos.
Si bien la Presidencia
anunció que se apretarían el cinturón y evitaría la creación de nuevos puestos,
el pago de servicios personales (sueldos de funcionarios y servidores públicos)
será de 7 mil millones de pesos, lo que equivale a una pírrica reducción del
0.7 por ciento con respecto al año en curso.
Para la diputada federal,
Eloísa Talavera Hernández, el presupuesto es una muestra de la ineficiencia de
la administración de Peña Nieto, ya que más del 70 por ciento se financia con
recursos fiscales y el resto con dinero propio.
Cabe recordar que el
Presupuesto de Egresos de la Federación en 2015 fue de 4 billones 694 mil 677.4
millones de pesos, mientras que la propuesta para 2016 fue de 4 billones 746
mil 946 millones de pesos, es decir que se trabajará con 1.10 por ciento
más.
Por otro lado, hay que
recordar que a lo largo de la semana la Comisión de Presupuesto y Cuenta
Pública en la Cámara de Diputados ha recibido a los presidentes de las diferentes
comisiones, quienes han hecho la solicitud de recursos por un monto aproximado
de 800 mil millones de pesos, imposibles de otorgar, según reconoció
públicamente el secretario de la comisión, Jorge Esteban Chidiac.
Para el año entrante las
necesidades serán las mismas, “así que el jaloneo por el dinero apenas
empieza”, según dijo un economista consultado por ZETA.
DEBILITAMIENTO EN HOGARES
En torno al presupuesto que
habrá de aprobarse antes del 15 de noviembre la diputada Hernández Talavera
dijo a ZETA que algunos rubros ganan participación. En la estructura del gasto
está el Desarrollo Social con 1.53 por ciento y Otras Funciones con 1.32 por
ciento, mientras que otros dos pierden participación, Desarrollo Económico con
-2.61 por ciento y Gobierno con -0.23 por ciento.
“Las incongruencias de la
administración de Peña Nieto son claras, la responsabilidad de los recortes al
gasto público, que tanto difunden frente a la crisis fiscal, se traduce en
menor importancia al desarrollo económico. En otras palabras, la reingeniería
del gasto, con la metodología Base Cero, le resta importancia al gasto para
detonar crecimiento económico”, externó.
La legisladora advirtió que
el proyecto del Ejecutivo Federal pretende una reducción del desarrollo
económico por más de 104 mil millones de pesos, lo que representa menos de 8.38 por ciento con relación al presente año,
cuando en circunstancia de crisis, el gobierno debería de invertir para que las
familias mexicanas mejoren sus condiciones de vida.
Abundó que el proyecto
muestra su ineficiencia ya que el Gasto Bruto Total se financia con el 75.95
por ciento de recursos fiscales y 23.95 por ciento por los ingresos propios.
Dichos aumentos tienen
direcciones encontradas: el gasto por los recursos fiscales incrementa 5.05 por
ciento, en tanto que por ingresos propios disminuye 4.42 por ciento, lo que
demuestra la poca eficiencia de las empresas productivas y el control directo
del Estado mexicano.
Otra observación, advirtió,
es que de un año otro, el gasto corriente gana participación mientras que el
renglón de obra pública disminuye.
Así pues el primer apartado
se eleva a 238 mil millones de pesos, es decir tasas de crecimiento nominal y
real del 6.57 por ciento y 3.57 por ciento, mientras que por el contrario, el
gasto en obra pública decrece en 143 mil millones de pesos, es decir el 22.6
por ciento, respecto al monto aprobado en el presente año.
En otros palabras el
Presupuesto Base Cero de Peña Nieto se traduce en más gasto corriente y menor
inversión en obra.
La propuesta peñista plantea
que por cada peso destinado al gasto para detonar crecimiento económico, 53
centavos son de gasto corriente y 47 de gasto en inversión.
TODOS PIDEN DINERO
Desde el lunes 9 de noviembre
la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública lleva el proceso de revisión del
PEF 2016 que fue entregado el 8 de septiembre por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público. El diputado José Teodoro Barraza López, quien pertenece a la
comisión, comentó que durante la semana han tenido sesiones donde los
presidentes de algunas comisiones entregaron su opinión sobre el documento,
pero también han hecho la encarecida petición de ser beneficiados con
ampliaciones presupuestales, porque algunos rubros están prácticamente en cero.
Por citar un ejemplo, dijo,
en la Comisión de Asuntos Migratorios el fondo no tenía recursos, cuando en
2015 le otorgaron 300 millones de pesos, monto que están solicitando les sea
devuelto para atender la problemática.
“Estamos en ese proceso de
escuchar y ver cómo podemos hacer algunos ajustes al dinero. Todos están
pidiendo más dinero. Finalmente vamos a ver qué tanto se puede jalar la cobija
para no descobijar a otros.
“Hay rubros que habrá que
revisar para que no sean impactados como la educación, salud, el combate a la
pobreza, son prioritario para la fracción parlamentaria del PAN. Cuidar que no
salgan muy lastimados en términos presupuestales. Habrá que revisar las
diferentes bolsas, para ver de dónde se le puede ir rascando para ir cubriendo
huequitos que tenemos”, finalizó.
70 POR CIENTO PARA SUELDOS
De acuerdo al Centro de
Investigaciones Económicas y Presupuestarias del Congreso de la Unión los
presupuestos de egresos se encuentran comprometidos en un 70 por ciento en
rubros como Sueldos y Salarios, Pensiones, de las cámaras legislativas, suprema
corte de justicia, secretarías de estado y demás organismos que conforman la
estructura del aparato gubernamental.
El organismo establece que el
30 por ciento o remanente del presupuesto no comprometido, debe ser para
inversión.
A decir del contador Juan
Manuel Hernández Brito, para la Coordinación del Gasto Público en la Cámara de
Diputados el gasto que se autoriza no es igual al que se ejecuta, existe un promedio
de excedentes en dicho monto ejercido contra el autorizado, y se estima que en
promedio 8.3 por ciento son los excesos que tienen dichos prepuestos.
“Los presupuesto de egresos
no reflejan y no dan una redistribución adecuada, para incrementar el nivel de
vida, disminuir la pobreza, debido a que los programas sociales solo son un
paliativo, ya que los subsidios no son programas para desarrollar inversión o
redistribuir la riqueza, sino que éstos han sido manejados en muchas
administraciones como programas clientelares para los partidos políticos”.
El consultado agregó que si
dichos programas abatieran la pobreza, entonces México no tendría 50 por ciento
de la población en pobreza y la administración de Enrique Peña Nieto no hubiera
contribuido con más de 3 millones 200 mil personas a la pobreza; en promedio 1
millón de personas por ejercicio.
“En este momento el país
requiere hacer un alto, y con ello redefinir lo que se hará para las
generaciones venideras. Los temas que debemos abordar son: salario de los
trabajadores; boquete fiscal por la privatización y problemática internacional
del petróleo; Redistribución del gasto; Rendición de cuentas (pero verdaderas);
Acceso a la salud; Educación; Cultura empresarial con énfasis social”, acotó.
PÉSIMAS POLÍTICAS PÚBLICAS LAS DE PEÑA
La caída en los ingresos
petroleros para el año entrante se verá traducida en una mayor fiscalización hacia los contribuyentes, pues
hay que recordar que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) advirtió el
incremento en auditorías en un 25 por ciento, expresó el abogado fiscalista
Jorge Pickett.
Desde su punto de vista dijo
ver pésimas políticas públicas adoptadas por el país, ya que desde el inicio
del sexenio la administración le ha apostado al alza de impuestos en lugar de
aumentar el número de contribuyentes, así como una mayor derrama económica,
traducida en mayores planes de infraestructura, generando más empleos directos
e indirectos.
“En ese orden de ideas,
considero que el presupuesto de egresos le apuesta poco al crecimiento
económico, pues es escasa nuestra perspectiva de crecimiento comparada con
otros países emergentes.
“Estoy convencido que México
debe apostarle a la creación de mayores planes de infraestructura a través del
esquema de Asociaciones Público Privadas, reducir las tasas de los impuestos,
generar mayores deducibles e ir por el grueso de la población que es
económicamente activa y no aporta al gasto público y no ir tras los
contribuyentes ya registrados a través de programas de fiscalización agresivos”,
resumió.
AVANCES A MEDIAS
En la primera mitad del
sexenio de Enrique Pena Nieto, logró que el Congreso le aprobara 12 Reformas
Estructurales. En su momento el mandatario consideró como histórica la
situación y afirmó que a partir de ese momento se transformaría y movería al
país.
En torno al tema, Adolfo
Solís Farías consideró que las reformas, con excepción de la hacendaria, fueron
buenas para el país, porque implicaron un cambio de paradigma, sin embargo, el
sistema de vida, el ingreso per cápita, la armonía social y los beneficios que
debe brindar un Estado a sus ciudadanos, no mejorarán en el corto plazo, ya que
solo se hizo un cambio de legislación, no un cambio de actitud en el gasto, ni
un sistema de control presupuestal.
Abundó que con las reformas
se tienen mejores leyes, más fortalecidas y modernas, pero no ha cambiado la
mentalidad de los gobernantes.
“Los dispendios en el
Gobierno, el gasto corriente excesivo, las partidas secretas, los
subejercicios, los aviadores, los funcionarios incrustados en el sistema que no
generan productividad, la corrupción, el cohecho, el desvío de fondos y la
malversación, así como las adjudicaciones directas y licitaciones manipuladas,
son un malestar que con buenas leyes no cambiará”.
Por lo anterior advirtió se
necesitan erradicar dichos males y será hasta entonces, que los ciudadanos
verán mejorada su calidad de vida sin importar que cambie o no la ley, porque
es un tema de control presupuestal, no de reformas.
“Hoy tenemos leyes de control
presupuestal; leyes de transparencia, órganos de vigilancia, fiscalías,
ministerios públicos, pero no se acaba el dispendio, entonces no se trata de
leyes, personas o instituciones, sino de actitudes reales contra los fenómenos
citados”, finalizó.
DIFÍCIL 2016
En torno al escenario para el
próximo año el economista, José Luis Contreras Valenzuela consideró que será un
año muy difícil, por lo que es poco probable que el crecimiento del país se
coloque a tasas del 3 por ciento.
“Va a ser imposible. De
hecho, una tasa de crecimiento para 2016 difícilmente se va a asomar al 2 por
ciento, me atrevería al 1.9 por ciento. Eso es lamentable, porque esos
crecimientos insuficientes no dejan de ser un lastre para poder ajustar o
compensar la pérdida que hemos tenido en otros años e incluso el crecimiento va
a ser difícil con un presupuesto pobre, ya que es insuficiente para estimular
la inversión además de que no creará condiciones para crecer al 3 por ciento”.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Francisco
Navarro Fausto / Fotos. Saul Lopez Cuartoscuro.com / archivo/ 16 de Noviembre del 2015 a las 12:00:44)
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