La muerte invadió nuevamente
las calles de París y sin perder tiempo, las tropas francesas bombardearon ayer
posiciones de ISIS en Siria. El siguiente capítulo de la Guerra contra el
Terrorismo ya comenzó y se avecinan tiempos violentos
"Este es un acto de guerra”
"Seremos implacables”
François Hollande
Presidente de Francia
Francia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo durante la cumbre del G20 en Turquía y, a horas de los atentados de París, comenzó la ofensiva de occidente en Siria para intentar terminar con el Estado Islámico.
A pesar del sonado fracaso de
la intervención militar de EU en Afganistán después de los ataques a las Torres
Gemelas, Francia ha decidido seguir la misma estrategia.
La guerra contra ISIS ha sido
declarada desde el Palacio del Elíseo. Francia, con apoyo de EU y sus aliados,
intensificará sus operaciones militares en Siria.
Tan solo ayer, varios aviones
dejaron caer 20 bombas contra posiciones estratégicas en Raqqa, la capital del
Estado Islámico en Siria. Los bombarderos despegaron de Jordania y de los
Emiratos Árabes.
El primer blanco destruido
fue un puesto de comando de Daesh (nombre alternativo del grupo terrorista
ISIS), que incluía un centro de reclutamiento y un depósito de armas. El
segundo fue un campo de entrenamiento para yihadistas.
Fuentes oficiales aseguran
que hasta el momento no ha habido bajas civiles y los ataques continuarán en
las próximas horas.
Francia está de luto. Ha
sufrido el peor atentado terrorista de los últimos diez años en Europa y, con
elecciones regionales a la vuelta de la esquina, Hollande no tuvo muchas opciones.
Para mantener su arsenal
político el presidente galo autorizó una respuesta militar rápida, que además
garantiza su imagen como estadista eficaz en tiempos de conflicto.
La crisis migratoria que
actualmente aqueja a Europa - provocada por la desestabilización del Medio
Oriente generada por otra guerra mal planeada (la de Irak) – no fue factor para
que François Hollande u otros líderes mundiales consideraran soluciones
alternativas.
Las opiniones anti-migrantes
en Francia y la Unión Europea se han exacerbado tras los atentados del viernes.
Hollande ya ha respondido también a estas presiones cerrando las fronteras de
su país.
¿POR QUÉ PARÍS Y POR QUÉ AHORA?
En un comunicado, el Estado
Islámico confirmó que miembros de su organización llevaron a cabo los ataques
en la capital francesa.
Según el documento, el
objetivo de los atentados era mandarle un violento mensaje al gobierno de
François Hollande: mientras el ejército francés continúe su presencia en Siria,
Francia seguirá siendo un objetivo prioritario para ISIS.
En el comunicado ISIS llamó
“impresentable” a François Hollande contra quien intentó atentar puntualmente –
el mandatario era parte de los asistentes al partido amistoso entre Francia y
Alemania en el estadio nacional – y tildó de “idólatras” a las personas que se
encontraban en el concierto del grupo Eagles of Death Metal en el Bataclán.
Daesh sentenció que el del
viernes será solo el primero de varios ataques y aseguró que Francia y quienes
sigan su estrategia en Medio Oriente permanecerán en peligro constante.
Los ataques del viernes
coincidieron con una victoria de EU en el norte de Irak – zona antes controlada
por ISIS - y con el fallecimiento del terrorista conocido como Yihadi John.
Después de que el Estado
Islámico había podido establecer posiciones en varias regiones medio
orientales, poco a poco los ataques de Estados Unidos, de Rusia y ahora de
Francia, han debilitado el dominio de ISIS en la región.
Los recientes atentados en
París, en Beirut y el derribamiento del avión egipcio hacen pensar que después
de las derrotas, ISIS ha decidido cambiar la estrategia.
El Estado Islámico, imitando
el modus operandi de Al Qaeda, ya comenzó a recurrir a la violencia
espectacular para no solo aterrorizar a los occidentales, sino también darle
certeza a sus seguidores.
LECCIONES HISTÓRICAS DE LA VENGANZA
Después de los atentados del
11 de septiembre de 2001 hubo algunas voces que intentaron contradecir el
“estás con nosotros o con los terroristas” de George W. Bush.
Los opositores a la
confrontación bélica aseguraban que la mejor alternativa para combatir el
terror era actuar en el marco de las leyes internacionales y trabajar por
garantizar la justicia para los ciudadanos, no sólo en EU sino de todo el
mundo.
Estas voces no fueron
escuchadas y se inició una ofensiva militar que, más de una década después, ha
demostrado ser poco efectiva y altamente dañina para la estabilidad del Oriente
Medio y la seguridad del planeta.
En 10 años pocas leyes se
siguieron. El ejército estadounidense justificó guerras unilaterales,
violaciones a los derechos humanos y a las leyes internacionales en aras de
terminar rápidamente con el terrorismo.
Gracias al uso sistematizado
de la tortura, los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos lograron terminar
con su enemigo más codiciado: Osama Bin Laden.
A cuatro años de la muerte
del líder de Al Qaeda, el terror sigue vigente. Los miles de muertos inocentes
no verán el final de esta guerra y el saldo rojo sigue subiendo, pero el
terrorismo está más vivo que nunca.
Nuevamente hay opositores que
piden justicia en lugar de venganza, pero al momento hay demasiado ruido para
que esas voces sean escuchadas.
BEIRUT: UN ATENTADO DE SEGUNDA
Un día antes de los atentados
en París, terroristas suicidas asesinaron al menos a 43 personas en Beirut.
Mientras el mundo ofrecía su
apoyo incondicional a Francia, pocos se percataron de lo que había pasado en la
capital de Líbano.
No hubo monumentos icónicos
alumbrados en rojo y blanco alrededor del mundo, y muy pocos editaron sus
perfiles de Facebook en honor al luto libanés.
Los que se dieron cuenta
reclamaron la omisión en las redes sociales e incluso se hizo viral un blog que
pidió no sólo rezar por París y los parisinos, sino por toda la humanidad.
La prensa occidental, en su
gran mayoría, soslayó la cobertura de los atentados en Líbano, para darle
prioridad a las noticias que llegaban de París, el primer destino turístico del
mundo.
El dramatismo en la
presentación de noticias del atentado en Francia difiere de la forma
deshumanizada con la que se reportó la tragedia libanesa.
Por lo tanto es, hasta cierto
punto, comprensible que a un ciudadano que no vive en Medio Oriente le preocupe
más un atentado en París que otro en Beirut.
Pero esta serie de tragedias
han evidenciado nuevamente una cuestionable estructura hegemónica de
prioridades, en la que los muertos occidentales preocupan y movilizan, mientras
las víctimas de la violencia en el tercer mundo simplemente no importan.
LO QUE SE SABE
> Varias explosiones y tiroteos en 6 diferentes
puntos de la capital de Francia dejaron un saldo de 129 muertos y 352 heridos,
hasta el momento
> El Estado Islámico se adjudicó la autoría de los
atentados
> Francia cerró fronteras y declaró estado de
emergencia
> El gobierno facultó a las autoridades locales
para decretar toques de queda en caso necesario
> Se presume que tres diferentes equipos
coordinados perpetraron los ataques y un total de siete terroristas. ISIS
asegura que fueron 8 atacantes
> Uno de los atacantes del Bataclán era conocido
por la policía francesa
> Los yihadistas suicidas del Stade de France
tenían pasaportes egipcios y sirios
> Hay siete terroristas muertos, pero la policía
todavía persigue a sospechosos, probablemente ligados a los atentados. Uno de
ellos pudo haber escapado a España
> Hasta el momento la SRE ha confirmado el
fallecimiento de dos ciudadanas mexicanas
> Washington ha confirmado que EU y Francia
intensificarán los ataques contra ISIS
> Las investigaciones apuntan a que los atentados
se organizaron desde Bélgica
> El ataque del viernes sucedió 10 meses después de
periodistas de la revista Charlie Hebdo fueran ultimados en un ataque del grupo
Al Qaeda.
(REPORTE INDIGO/ SERGIO ALMAZÁN/ Lunes
16 de noviembre de 2015)
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