lunes, 24 de junio de 2013

UAS: NO TODO ESTÁ PERDIDO

Suntuas Administrativos. Esperanza rosalina.
No pudo ser más desafortunada la declaración del rector, Juan Eulogio Guerra, en el sentido de que nombrará su gabinete hasta que pasen las elecciones. Ya había trascendido, de los mismos aspirantes a ocupar cargos en la nueva administración —que de nueva no tiene absolutamente nada—, que el propio rector les ha pedido esperar, que pasando las elecciones se harán los nombramientos.

Una de las lecturas que se hace es que el proceso electoral ha sido tomado por el grupo que comanda Héctor Melesio Cuen Ojeda, como una especie de laboratorio para probar lealtades. Hasta dónde un aspirante ha contribuido al fortalecimiento del Partido Sinaloense (PAS), cuánto aportó y qué merece por ello.

Otro razonamiento cuenista es que si los cargos se dan ahora muchos descorazonados, que los habrá, abandonarán la campaña. Y el otro, nada desdeñable, es que quienes dieron la cara como candidatos, aunque no hayan hecho campaña, recibirán, como premio de consolación, un cargo administrativo.

¿Se necesita mayor prueba de que la UAS está metida hasta el cogote en el Partido Sinaloense? ¿Cuáles vínculos tiene la Universidad con el proceso electoral, que impiden el nombramiento del nuevo gabinete? ¿Cómo puede supeditarse el interés de la máxima casa de estudios de Sinaloa —cómo se presume que sea la máxima— a un partido político? ¿Por qué se rebaja a tal grado la calidad de una institución tan noble?

Mal ha hecho Juan Eulogio Guerra en aceptar mansamente esta primera indicación de Melesio Cuen, porque marcará su cuatrienio, como a Víctor Antonio Corrales marcó la felonía cometida en contra de Marco Antonio Medrano y del Suntuas, en contubernio con el propio Cuen.

En una institución que debiera ser ejemplo —además de todo lo que concierne a la academia y a la cultura— de transparencia, de madurez, de tolerancia, se están cometiendo los peores atropellos, solo comparables a los que se registraron en la negra época del armientismo, que, dicho sea de paso, terminó trágicamente.

La Universidad no soporta en pie una auditoría al manejo de sus recursos, empezando por las compras, porque en su inmensa mayoría los precios de los productos y servicios que adquiere están inflados. Ni una seria auditoría académica porque se encontrarían cientos de aviadores, la asignación interesada de plazas, horas, años sabáticos… y mucha simulación y engaños en aquello de las certificaciones de calidad.

El abusivo chantaje al que están sometiendo a los estudiantes de las preparatorias para que hagan campaña por el PAS a cambio de calificaciones debería avergonzar a la Universidad, a los estudiantes, a los maestros y a la sociedad misma.

No hay, sin embargo, signos de que las cosas mejoren en la Universidad y, lo más probable, es que la degradación de los valores que la identificaron con la crítica, la democracia y la pluralidad, se profundice.

Obra de Cuen, pero también de los propios universitarios que se dejaron pisotear, en la UAS se apagaron las voces críticas, no hay una corriente opositora al cuenismo y el único remanso de dignidad que se observa hoy día en medio de aguas tan turbias, es el que descansa en la corriente del Suntuas Administrativos, que encabeza Marco Antonio Medrano.

Vergüenza debieran sentir muchos académicos que en vez de luchar por recuperar el espíritu que edificó esta universidad durante décadas, han preferido lamentarse de los despropósitos de Melesio Cuen en los bares y en los cafés, a salvo ellos de la quema que consume a la Casa Rosalina.

Vergüenza por esa arenga solitaria del profesor Roberto Zepeda Valdez, de la Facultad de Trabajo Social, el día de la elección del rector, donde llama a protestar, a decir, a gritar, a dejar las voces quedas y sacarlas a la luz para que retumben en las paredes. No todo está perdido, como dijo el maestro. Y es verdad, no todo está perdido porque no puede verse lo que ocurre como una fatalidad. Algo hay que hacer, algo hay que empezar a hacer. No son imbatibles, ahí está el Suntuas Administrativos como un digno ejemplo.

Bola y cadena

LA LECTURA ES ELEMENTAL: ganan los malos. “Haiga sido como haiga sido”, la remoción de Jesús Carrasco de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Ahome, en momentos en que la presión criminal alcanzó niveles inéditos, tiene que verse a fuerzas como una derrota del Estado. El anuncio se hizo al mismo tiempo que se comunicó la visita del secretario de la Defensa a Los Mochis, y entonces es lógico pensar que la decisión la impuso el Gobierno federal. Y que el gobernador Mario López solo acató una orden, derechito y mano derecha en la frente, como cuando saludó abyectamente a Antonio Toledo Corro. Las preguntas son: ¿Hubo un acuerdo de alto nivel con los criminales? ¿Con quiénes? ¿Cuáles son los puntos?

Sentido contrario

OTRO TRIUNFO, PERO ESTE DEL otro bando, se había adjudicado el crimen organizado con la renuncia de Carlos Ontiveros Salas a la Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán, después de que fue amenazado por personeros del narcotráfico. ¿Dónde quedó el Estado?

Humo negro

ESTEBAN LÓPEZ BELTRÁN, candidato a la alcaldía de Sinaloa, dice una verdad a medias. Duraron al menos diez días con la campaña suspendida, porque células de gatilleros estuvieron intimidando a brigadistas de la coalición Unidos Ganas Tú. Lo que llama la atención es que no hacen lo mismo con los brigadistas de Saúl Rubio Valenzuela, que va por la misma fórmula. Y esto significa que hay culebra en el agua.

(RIODOCE.COM.MX/  

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