La doctora Sosapavón Pérez, fundadora del Movimiento
Médico 22 de Junio, denunció que al menos 10 colegas han sido asesinados en lo
que va de este año y de 2016 a la fecha unos 30 profesionales de la salud han
sido abatidos por criminales.
Apenas ayer, los cuerpos de dos enfermeras
desaparecidas desde el pasado 29 de julio fueron hallados en Mazatlán, Sinaloa.
Y días antes, el asesinato de la médico Jessica Sevilla Pedraza, quien fue
hallada con el rostro desollado, en Huixquilucan, Estado de México, conmovió a
la opinión pública y la sociedad mexicana.
En este contexto, José Antonio Vital, de la Alianza de
Trabajadores de Salud, recriminó a las autoridades que “esta violencia está
marcada por la impunidad porque se sabe quiénes son los responsables de los
grupos organizados de las zonas del país y las autoridades no hacen nada”.
“El país está mal manejado, no hay control, no hay
seguridad, las bandas operan con libertad y cualquiera ya quiere hacer justicia
por propia mano porque el Gobierno no hace nada”, añadió.
Padres de la médico asesinada en Edomex
viajan a la CdMx a pedir ayuda, justicia; Eruviel, mudo
Ciudad de México, 13 de
agosto (SinEmbargo).– Ella recuerda que el sujeto le gritó enfurecido: “Si se
muere mi mujer o mi hijo, te mueres tú”. Eran cerca de las tres de la mañana
cuando la doctora Verónica Sosapavón Pérez intentaba –sin enfermeras ni equipo
suficiente– traer un bebé al mundo. Al mismo tiempo, el padre de ese niño
apuntaba a su sien con una pistola.
“¡A ver, señor. Necesito su ayuda, por favor
apriete aquí!”, le dijo ella, señalando al vientre de la futura madre. “Esas
son cosas de viejas, hágalo usted”, le respondió el hombre armado en aquel
pueblo situado a las orillas de la Ciudad de México. Ella le advirtió que
necesitaba que colaborara, que si seguía amenazándola se iban a morir todos:
“su esposa y su hijo porque no me ayuda, y yo porque usted me va a matar”, le
dijo. A regañadientes, aceptó y la señora y el pequeño salieron sanos y salvos.
Escenas como la vivida hace
algunos años por la doctora Sosapavón Pérez, quien es fundadora del Movimiento
Médico 22 de Junio, se repiten a diario en todo el país. Pero no todos los
médicos, enfermeras, paramédicos y, en general, los trabajadores del gremio de
salud corren con la misma suerte de quien es actualmente luchadora social.
Otros no viven para contarlo.
Es el caso de la médico
Jessica Sevilla Pedraza, quien fue hallada recientemente degollada y con el
rostro desollado, en Huixquilucan, Estado de México; o el de las dos enfermeras
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sinaloa que tenían una semana
desaparecidas y finalmente fueron localizadas en una fosa a principios de
agosto.
Y también el de dos
enfermeras del IMSS cuyos cuerpos fueron encontrados ayer en Mazatlán, Sinaloa,
luego de que fueran reportadas como desaparecidas el pasado 29 de julio.
De acuerdo con integrantes de distintos frentes organizados como Yo Soy Médico 17, Movimiento Médico Nacional 22 de Junio y la Alianza de Trabajadores de Salud, los perpetradores de esta violencia son grupos del crimen organizado que utilizan a los trabajadores del sector para resolver sus problemas de salud. Médicos, enfermeras y residentes son secuestrados para atender heridos de confrontaciones, y las autoridades de todo el país han hecho caso omiso.
Hace apenas unas semanas, una
enfermera y su esposo fueron secuestrados en Puebla por un grupo criminal que
los utilizó para curar a sus heridos, y después los ejecutó. Y por otro,
pacientes o familiares que llegan a las instituciones de salud a reclamar, a
amenazar o a matar por una deficiente atención provocada por la falta de
materiales y personal.
El mes pasado circuló un
video en redes sociales en el que se muestra el momento en el que familiares de
una paciente que perdió la vida en el Hospital Regional 72 del IMSS en
Tlalnepantla, Estado de México, agredieron a una enfermera a quien
responsabilizaron del deceso.
Los hallazgos, teñidos por el
rojo de la sangre, se repiten por toda la República Mexicana. La doctora
Sosapavón Pérez dijo a SinEmbargoMx que al menos 10 colegas han sido asesinados
en lo que va del año y de 2016 a la fecha, calculó, suman 30.
Sin embargo, innumerables veces los hechos ni siquiera ocupan las planas de los periódicos. Nadie se entera. La impunidad reina y los casos se repiten. Están solos, afirman.
“Los médicos estamos solos,
nadie nos apoya”, lamentó Julio Bueno, quien funge como secretario general de
“Yo Soy Médico 17”, un frente que surgió hace tres años, en apoyo a 16
profesionales de la salud del Hospital del Centro Médico de Occidente perteneciente
al IMSS, en Jalisco, quienes fueron demandados por supuesta negligencia que
provocó la muerte de un niño de 13 años. Actualmente, el proceso continúa
contra ellos, aunque se encuentran en libertad.
En el mismo sentido, José
Antonio Vital, de la Alianza de Trabajadores de Salud, recriminó al Gobierno de
Enrique Peña Nieto, a los de los estados y municipios, que “esta violencia está
marcada por la impunidad porque se sabe quiénes son los responsables de los
grupos organizados de las zonas del país y las autoridades no hacen nada”.
“El país está mal manejado,
no hay control, no hay seguridad, las bandas operan con libertad y cualquiera
ya quiere hacer justicia por propia mano porque el Gobierno federal no hace
nada”, añadió Julio Bueno.
EL GRAN RESPONSABLE
El recorte de recursos que se
traduce en menos equipo, menos medicina y menos trabajadores provoca una
atención deficiente para los usuarios de servicios de salud.
Tal como recientemente lo
consignó la periodista Daniela Barragán de este portal informativo, de acuerdo
con solicitudes de información, elaboradas por la organización civil Red de
Acceso, de 2014 a 2016, el presupuesto del Ramo 12 “Salud” ha disminuido más de
46 mil 642 millones de pesos.
Con ello, el único incremento
que se ha logrado es el de la violencia contra los empleados del sector.
Ataques y asesinatos contra el gremio: médicos, enfermeras, paramédicos y hasta
intendentes y recepcionistas de hospitales, clínicas y centros de salud, son el
blanco. Son quienes dan la cara. Son el primer contacto con pacientes y sus
familiares “encabronados” –dijo Vital–
porque no hay suficiente equipo o medicamentos o porque han esperado por
horas para ser atendidos por un especialista.
A ellos se ataca, a pesar de
no ser quienes deciden que el presupuesto en materia de salud debe ser
trasquilado. A ellos se les criminaliza, golpea, insulta, reclama, grita o
hasta se les tortura y mata. A ellos a quienes cada día, con tantas carencias
trabajan para salvar vidas.
Mientras tanto, a la
Secretaría de Salud, hoy a cargo de José Narro Robles, dijo, “le vale madres”.
De la dependencia ni una palabra sobre los ataques. “Siempre callan sobre todos
estos casos”, destacó.
Además, aseguró que en
Jalisco actualmente no hay medicamentos, no hay insumos e incluso se le debe
dinero a muchos proveedores, por si fuera poco, a los trabajadores se les paga
la mitad de sus sueldo “porque no hay recursos”, por esta razón el
anestesiólogo que desempeña su labor en el IMSS consideró que la situación
busca privatizar los servicios de salud.
“El sector está rebasado. Los
insumos se acaban y el paciente al primero que ve es al médico y se le va
encima. El primer desfogue de su frustración es el médico, sin que las
instituciones y los directivos den la cara […] Ya no es solamente matar,
también es torturar. Estamos viendo una violencia que yo nunca había visto,
sólo en guerras fuera del país”, dijo Bueno.
Al respecto, Vital señaló que
la responsabilidad de que no haya suficientes insumos “se le carga al
trabajador y no a los problemas que hay en la institución gracias a los
directivos”.
Finalmente, los médicos
coincidieron en las mismas exigencias para la Secretaría de Salud: poner
atención en la violencia que sufre el sector e implementar medidas para mitigar
la problemática. Para Hacienda y Crédito Público (SHCP), dejar de “trasquilar”
el presupuesto para los servicios de salud.
(SIN EMBARGO/ IVETTE LIRA/ AGOSTO 13, 2017, 12:05 AM)
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