lunes, 7 de agosto de 2017

MORIR TRAS SER DETENIDO POR LA POLICÍA DE TECATE


Foto: Cortesía

Rogelio Ruiz fue detenido por agentes municipales de Tecate al “hacer maniobras innecesarias” en su vehículo. Ese episodio lo llevaría al final de su vida. El director de Seguridad Pública dice que “nadie lo golpeó” y que fue liberado a la una de la tarde, dos días después de ser detenido, pero su cuerpo presenta heridas en la mayor parte del mismo y fractura de costillas, nariz y cráneo; un testigo afirma que el occiso siguió preso ese día hasta entrada la noche

De acuerdo al certificado médico que le practicaron antes de ingresarlo a las celdas municipales el día de su detención, Rogelio Ruiz Mendoza no tenía lesiones físicas, ni síntoma de enfermedad. Solo que de ambos oídos no escuchaba del todo bien. En la exploración médica estaba consciente, orientado y con ebriedad incompleta. No requirió hospitalización alguna.

Horas después de haber salido de las celdas de la Policía Municipal de Tecate, una mujer del Hospital General llamó para avisar a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, de la muerte de un hombre “desconocido”, encontrado a metros de las oficinas de la Municipal.

Se trataba de un hombre de entre 55 y 60 años, que murió a causa de “traumatismo” -fractura de huesos en la cabeza-, que estaba poli contundido, palabra que describe a una persona con lesiones de diversa gravedad en todo el cuerpo.

De estar conduciendo su vehículo con unas copas encima, Rogelio terminó en la morgue, con rostro y cuerpo amoratado, sucio, con una fractura de cráneo y tres juegos de esposas dibujadas en sus brazos y muñecas. Un cuerpo que, especialistas consultados refieren, evidencia horas de violencia y descuido.

A pesar que emisarios de la alcaldesa Nereida Fuentes niegan que se trate de un familiar de ella, Rogelio fue tío político de la hija mayor de la pareja sentimental de Fuentes.

DÍAS DE PESADILLA

El domingo 30 de julio, Francisco Castro Trenti dio la versión sobre los hechos a diversos portales de noticias tecatenses, mientras la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) Zona Tecate había iniciado una investigación, donde existen documentos y registros oficiales que comienzan a esclarecer lo sucedido. De entrada, un formato que se llenó en la Dirección de Seguridad Pública para el ingreso del fallecido.

A decir de la Policía, el hombre de 59 años fue detenido por alterar el orden, estar ebrio y ser impertinente. Fue reportado conduciendo en mal estado en la carretera de Tecate hacía Ensenada, de hecho frente a la estación de la Policía Federal de Caminos.

En teoría, a la una de madrugada del viernes 28 fue presentado ante una juez calificadora que ordenó 24 horas de arresto como sanción administrativa. Pero su detención fue pasadas las once de la noche del jueves 27.

Con el Nuevo Sistema de Justicia Penal ya no depende de los jueces municipales la turnación de un delito ante los ministerios públicos, es directamente la policía quien debe dirigir.



No hay parte de su cuerpo sin heridas y moretones

En la revisión médica, el detenido presentaba aliento alcohólico, fallaba su coordinación y su equilibrio, pero se descartó cualquier lesión aguda o crónica. Tampoco se asentó en el certificado lo que refiere la familia del occiso, que padecía diabetes.

Pasaron 18 horas de encierro, a las seis de la tarde del mismo viernes, para que la salud del detenido preocupara a los policías, a esa hora pidieron la presencia de la Cruz Roja. Un médico explicó que más de 19 horas sin comer, sin tomar agua, estar encerrado y la temperatura agresiva de Tecate, puede llevar a una persona con diabetes a alterar sus niveles de azúcar y entrar en un estado mental alterado.

Los paramédicos encontraron a un hombre acostado en el suelo, esposado y con el reporte de enfermo. Intentaron revisarlo pero rechazó la atención médica, se encontraba agresivo. Esa sería la primera de tres atenciones que recibiría Rogelio Ruiz por parte de los socorristas durante las siguientes horas.

Según Francisco Castro Trenti, director de la Policía, el hombre presentó “un comportamiento muy agresivo por el estado de ebriedad incompleta, pero parece también bajo el influjo de alguna droga. Desprende la taza sanitaria que estaba saturada de excremento o materia fecal, la desprende, se voltea la taza sobre su cabeza, cubriéndose con materia fecal, comienza a aventarla a los demás internos en la celda. Ellos mismos refieren que en un momento dado, come o ingiere parte de la materia fecal”.

De este episodio no existe hora de registro, pero sí un reporte escrito a mano sobre la boleta de ingreso anteriormente elaborada. Los paramédicos tampoco reportaron excremento sobre la persona. Pero con ese argumento, otro juez municipal aumentó el encierro de 24 a 36 horas.

Según Castro, faltaban seis horas para cumplir el arresto cuando a Rogelio se le esposó por el episodio de la taza de baño, pero en todo caso debió ser turnado al Ministerio Público por daños en propiedad, y no sucedió. El funcionario agregó que al ahora occiso lo liberaron 36 horas exactas después de su arresto, a la una de la tarde del sábado 29 de julio. Lo que sí quedó registrado en el C4 es que a las 3:10 de la tarde, Rogelio seguía dentro de las instalaciones de la Policía. Fuera de los separos pero dentro del terreno que comprende la comandancia.

La versión del titular de Seguridad en Tecate, donde asegura el hombre fue liberado a la una de la tarde, no solo contradice el reporte de Cruz Roja, también la de uno de los compañeros de celda de Rogelio, quien lo conocía y acudió a declarar ante el Ministerio Público (NUC: 0203-2017-03328), que todo el sábado lo vio dentro de los separos, que efectivamente lo vio agresivo y que fue golpeado y esposado. Que la última vez que lo vio fue aproximándome a las nueve de la noche del sábado 29. A las 11:30 pm, a unos metros de la comandancia, los paramédicos lograron reanimar el cuerpo sin signos vitales de Rogelio Ruiz, quien minutos después moriría.

En el reporte de las tres de la tarde, Rogelio estaba desorientado y combativo, consciente pero no alerta ni ubicado, nuevamente se vio con los paramédicos, se encontraba tirado en el suelo, con lesiones a simple vista, lleno de tierra con varios golpes, un herida de varios centímetros arriba de la ceja, las manos inflamadas y las esposas marcadas en brazos y muñecas. Había tres uniformados y frente a ellos, rechazó la atención médica. Así quedó asentado en reportes oficiales. A las 3:33 pm la ambulancia se retira, pero antes un policía de nombre Arnulfo firma el reporte.

Hubo otra atención a Rogelio, se le habían inflamado tanto las manos por lo apretado de las esposas que ya no pudieron abrirse. Uno de los tres juegos que le colocaron en muñecas y antebrazos tuvo que ser sacado por bomberos, quienes utilizaron aceite de cocina.

En las celdas no hay cámaras, no hay personal de Sindicatura, no hay acceso a nadie que no autorice Castro Trenti o sus dos comandantes.

ENFERMO O DROGADO

Hasta el cierre de esta edición, el Servicio Médicos Forense no había confirmado lo que Castro aseguró: que el fallecido se encontraba bajo el influjo de una droga.



Su última foto. El momento de su arresto.

ZETA consultó a un especialista en medicina interna y planteó posibilidades científicas: “Si el diabético empieza a tomar alcohol, se le sube demasiado el azúcar porque normalmente no toma su medicamento. Eso haría primero pensar que el azúcar se puede subir, sobre todo arriba de 400, las personas se ponen agresivas, hay alteraciones, al principio se ponen un poquito agresivas, alteradas, náuseas, vómitos, muy agresivas y luego caen en coma”.

Según los resultados de la necropsia, Rogelio murió de fractura en el cráneo provocado por un fuerte golpe. El doctor opina que “cuando a una persona la golpean, sobre todo a nivel del cráneo, se hace un hematoma, que es una colección de sangre, va presionando el cerebro y eso también lo puede poner muy agresivo. Es muy común. Esas serían las dos opciones. Tanto el azúcar alta como el golpe”.

Es decir, el comportamiento agresivo y renuente, tal como se lo advirtieron los paramédicos a los policías, pudieron haber sido síntomas de sus padecimientos o golpes. La resistencia de Rogelio coincide: “En realidad no es que tengan más fuerza, pero si tienes el azúcar muy alto o estás drogado, o golpeado en el cerebro, no se percibe el dolor. El cerebro, cuando tiene mucha azúcar, cuatro o cinco veces los niveles normales, se comienza a confundir y se ponen agresivos, cuando no funciona bien, el cerebro básicamente funciona con azúcar y agua. Puede hacer cualquier fuerza porque no percibe el dolor y eso no lo detiene”, concluyó el doctor consultado.

“NADIE LO GOLPEÓ”, ASEGURA CASTRO TRENTI

Aparte del traumatismo en el cráneo que le causó la muerte, el cuerpo de Rogelio presentó al menos dos costillas fracturadas, el tabique nasal muy lastimado, frente, espalda, esternón y cuello con lesiones. Brazos inflamados, muñecas severamente marcadas por las esposas, lo mismo que los antebrazos. En pies y pecho, cortadas y más contusiones, las piernas, desde los glúteos hasta los tobillos, amoratadas por golpes.

Arriba del ojo derecho, una lesión abierta de aproximadamente seis centímetros, y un hematoma en un ojo producto muy probablemente de la fractura de cráneo. Prácticamente el cuerpo cubierto de marcas. Uno de los médicos legistas entrevistados por ZETA no tiene duda: “Se ejerció fuerza con intenciones violentas”.

Aun así, el director de la Policía afirmó: “Nadie lo golpeó”, pero tuvo altercados con algunos de los internos. En franco estado de ebriedad, “bajo el influjo de algún enervante”. En todo caso, otra fuerza le causó daño: “La persona presenta algunas lesiones en un pie, las orillas y un ojo, probablemente causadas por el estado de agresividad que tenía”.

LA MUERTE

Mientras Rogelio se encontraba enfermo, lastimado y preso, su familia estuvo buscándolo. Lo reportaron como desaparecido desde el jueves 27 ante la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. El sábado 29 de julio, su esposa y una de sus hermanas fueron a la comandancia a buscarlo. Ahí les dijeron que estuvo detenido pero que ya había sido liberado y que el personal de la Policía “ya no supo de él” desde la una de la tarde. Siendo que a las tres estaba aún lesionado y tirado en las mismas instalaciones, según el reporte del C4.



El acceso a las celdas está restringido. Solo Castro Trenti decide quién entra

Solicitaron el número de teléfono celular de Castro Trenti y se los negaron. Les entregaron las pertenencias de su familiar: una cartera, un celular y unas llaves. Todo esto quedó en el número de reporte 138404 del Sistema de Emergencias 911. Su hermana, quien levantó el reporte de desaparecido, narró que a las once de la noche fue a la Cruz Roja, ahí un paramédico la orientó, le avisó que habían atendido a su hermano a las tres de la tarde en los patíos de la comandancia.

Minutos después de que la familia se retiró de Cruz Roja, entró el tercer y último reporte a C4 de una persona infartada, tirada en el estacionamiento de la Estación de Bomberos, frente a las oficinas de la Policía. El hombre se desvaneció frente a los bomberos, por eso recibió maniobras de reanimación cardiopulmonar (o RCP) para estimular su corazón. Luego llegaron dos unidades de la Cruz Roja, lo entubaron para ventilarlo, continuaron las maniobras de reanimación y le administraron soluciones médicas. A las 11:40 pm salió del paro cardiorrespiratorio y fue trasladado y entregado al Hospital General de Tecate. Casi una hora más tarde sería declarado sin vida.

La familia lo recuerda como un hombre afectuoso, nació en Guanajuato, tuvo residencia en Estados Unidos, de poco estudios pero trabajador, vivía en las afueras de su rancho en el Ejido Nueva Colonia Hindú, rumbo a Ensenada, donde muy seguido se reunía con su familia, entre ellos sus sobrinos, la hija y esposa de Marco Lizárraga, hoy pareja de Nereida Fuentes.

A la fecha, hay una denuncia por privación ilegal y abuso de autoridad en el Ministerio Público y una queja (que se suma a las 23 que van en la administración actual) en la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra la Dirección de Seguridad Pública y del Ayuntamiento del Pueblo Mágico.

(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA  /ISAÍ LARA BERMÚDEZ /LUNES, 7 AGOSTO, 2017 12:00 PM)



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