Estamos en la recta final del
2017 y el colapso del sistema político mexicano está tan avanzado que los
partidos políticos también quieren hacer suyo el FAO, eso no lo podemos
permitir, México no puede correr el riesgo, ya no tenemos tanto tiempo, esta
podredumbre, lo carcome todo.
Al día de hoy, después de la
catástrofe electoral del EDOMEX y Coahuila, casi todos hemos escuchado sobre el
Frente Amplio Opositor (FAO), desgraciadamente, como suele ocurrir con estas
ideas que implican sacrificios en aras de un bien superior, las diferencias ya
están saliendo a flote, demasiado rápido para mi gusto.
Dos de los grandes
impulsores, políticamente antagónicos, el PAN y el PRD, ya están en serias
discusiones internas sobre la versión correcta del FAO y mas aún sobre quién
debería de encabezarlo, tal parece que les explicaron completamente al revés la
teoría de lo que es un FAO, todo mundo está opinando y eso es muy positivo
porque debe ser un proceso plural e incluyente, sin embargo, están generando
más fracturas y divisiones al interior, en lugar de sumas, entendimiento e
ideas frescas como debería de ser.
Es increíble que no podemos
dejar el protagonismo para lograr finalmente la reconfiguración del viejo
sistema político, esta idea, que compartí la semana pasada, fue criticada
porque tal vez no la supe explicar correctamente, la “reconfiguración del viejo
sistema político” no implica corregir o enmendar éste, significa construir un
nuevo sistema político, pero no podemos olvidar el viejo sistema o estaríamos
en riesgo de caer en los mismos errores como si no hubiéramos aprendido nada o
partir de una base atrasada, lo que es un hecho, es que esta construcción tiene
que alejarse completamente del protagonismo de nadie, ni de un individuo, ni de
un organismo político, debe ser construido e ideado por los ciudadanos para el
empoderamiento de la sociedad civil.
Estamos en la recta final del
2017 y el colapso del sistema político mexicano está tan avanzado que los
partidos políticos también quieren hacer suyo el FAO, eso no lo podemos
permitir, México no puede correr el riesgo, ya no tenemos tanto tiempo, esta
podredumbre, lo carcome todo.
El FAO no puede surgir como
un movimiento simplista para sacar al PRI de Los Pinos y una vez dentro, como a
la vieja usanza conquistadora, repartir la nación en territorios y repartir el
botín del poder, en áreas de influencia o pequeños cotos de poder, eso sería
devastador para el país.
Por otro lado, el Frente
Amplio Opositor no puede ser encabezado ni por Margarita Zavala, ni Rafael
Moreno Valle, ni por Ricardo Anaya del PAN, tampoco por Silvano Aureoles, Juan
Zepeda, mucho menos por Graco Ramírez quien no entiende ni siquiera el
concepto, –tal como lo demostró en la entrevista que le hizo El Universal que
fue publicada el pasado martes–, tampoco es el caso de Miguel Ángel Mancera, el
es hoy, un político hecho y derecho aunque no milite en ningún partido político
y créanme cuando les digo que aprendió a tejer, como un experto, sus propias
redes de poder, por lo tanto ha perdido el perfil que lo hizo arrollar en la
elección de hace 5 años para obtener la jefatura de Gobierno de la hoy Ciudad
de México.
Si existiese –la posibilidad
depende de nosotros– una propuesta de un candidato realmente ciudadano, con una
trayectoria, capacidad y honestidad probada, que produzcamos una agenda
pública, social, plural e incluyente, con rutas y objetivos claros y factibles,
podría provocar incluso el acercamiento de Andrés Manuel a la mesa y con esto
la posibilidad, no me atrevería a decir más, de que realmente estuviéramos en
la posibilidad sin desperdicio… de pronunciar con la verdad en la boca, eso que
ahora se puso de moda: el Frente Amplio Opositor, que sin duda ¡debe ser
ciudadano!
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ REDACCION/ 09
Julio 2017)
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