Fotos: Archivo/Permiso para que Gárate
falte a la CESPT
Me imagino que llegó con su
sombrero de fieltro en la mano. Negro como traje, corbata y zapatos. Tal vez un
portafolios. Entonces no había bronca para entrar a Palacio de Gobierno. Subió
al segundo nivel. Arcos monumentales. Pura cantera. Brillante el piso
enmarmolado. Entró a la antesala del principal despacho. Destacaba por
viejecito. Pero reconocido como venerable maestro universitario. Por eso una
luminaria. Apersonado ante el Secretario Particular respondió al qué se le
ofrece: “Nada más vengo a decir al señor Gobernador que ya no es Gobernador”.
El funcionario debió estremecerse. Conocía al maestro. Entró rápido al despacho
y le dijo don Francisco Martínez de la Vega: “Afuera está el maestro Gómez y
dice que en este momento Usted ya no es Gobernador”. La frase sacudió y obligó
a ordenar: “Llámelo por favor. Que pase inmediatamente”. Así las altas puertas
de cedro se abrieron para el anciano, experto constitucionalista. Sin más, se
plantó y le dijo: “Pues sí, señor Gobernador. En este momento Usted legalmente
ya no es Gobernador”.
Martínez de la Vega era amigo
del Presidente de la República, Licenciado Adolfo López Mateos. Estudiaron
desde jovencitos hasta graduarse de abogados. Pero nuestro personaje fue un
gran periodista. Cercanísimo al General Lázaro Cárdenas. Fundador de la revista
“Siempre!” con Pepe Pagés. Gran amigo de Manuel Buendía. Defensor de Scherer
ante López Portillo.
Precisamente por honrado y
sabedor de la política, su amigo el Presidente lo hizo diputado federal. No se
negó al camarada. Y siendo legislador le llamó López Mateos. Debería pedir
licencia para dejar la diputación. Irse rápidamente a su tierra, San Luis
Potosí. El Congreso lo nombraría Gobernador Sustituto. Tomaría protesta
inmediatamente. El estado se hallaba desconchinflado. Supliría al mandatario
constitucionalmente electo Manuel Álvarez. El Presidente estaba cansado de sus
errores. Lo mandó a su casa. Lamentablemente este hombre murió a los pocos
meses. Me imagino que vergüenza y tristeza le apachurraron el corazón.
Y fue cuando el viejecito
constitucionalista le dijo a Martínez de la Vega, “…entonces un muerto no puede
tener licencia y por eso no puede haber Gobernador Interino”. Era lógico.
Martínez de la Vega se asustó. Llamó a Gobernación. El secretario era Gustavo
Díaz Ordaz. Tras oírlo le dijo “no le hagas caso a esos abogadillos de
provincia”. Pero el Gobernador le explicó al detalle y entonces sí soltó un
“Ah, Chihuahua… tiene razón”. Inmediatamente dio orden. Que se reúnan los
diputados. Sesión rápida. Armaron el papeleo y Martínez de la Vega rindió
protesta por segunda vez. De interino se convirtió en Sustituto.
Así era como se cubrían las
formas legales. Aunque en el fondo se revolviera “el dedazo” con las “licencias
por motivos de salud”. Eso sucedió hace casi cincuenta años. Pero ahora me
sorprende y desilusiona. En el Congreso del Estado bajacaliforniano les hace
falta un maestro como aquel viejo y respetado constitucionalista.
Los diputados pueden elaborar
un decreto. Pero por ley deben enviarlo al Gobernador para que ordene
publicarlo en el Periódico Oficial. Y entrará en vigor ese decreto hasta un día
después que aparezca en tal publicación. Antes no. Pues bien, fíjese lo que
hicieron:
1.- 12 de junio.
* Elaboraron el decreto 305
“mediante el cual se declara recinto oficial el Módulo G de la Plaza Baja
California, sitio en la calle Calafia y Calzada Independencia, para efectos de
continuar con el desahogo de la sesión ordinaria de la H. XVII Legislatura del
día 12 de junio”.
2.- 14 de junio.
* El decreto fue recibido en
las oficinas del Gobernador del Estado.
3.- 18 de junio.
* El decreto se publicó en la
edición número 26 del Periódico Oficial, número 26, Tomo XCI, página 4 con la
leyenda que marca la ley: “El presente decreto entrará en vigor al día
siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Estado”. Pero los diputados
ignoraron la ley y esto hicieron:
1.- 12 DE JUNIO.
* Elaboraron el decreto y lo enviaron al Gobernador.
No se esperaron, según la ley, a ser publicado.
* Ese mismo día cambiaron de recinto ilegalmente
sesionando en otro lugar fuera del oficial. Nadie sabía. La ciudadanía debía
estar enterada. No existían las condiciones para asistentes.
* Desconocieron a los diputados panistas por no
presentarse. Éstos se abstuvieron porque era un acto ilegal. El decreto no
entraba en vigor todavía.
*Los priistas destrozaron las puertas alegando para
entrar. Y luego ordenaron spots en televisión ya no con el motivo del decreto,
sesionar. Aseguraron en tono provocador que el Gobernador escondía algo.
Entonces, bajo la consideración oficial escrita por ellos que iban a sesionar
allí, su decreto no especificó que revisarían los papeles.
2.- 14 DE JUNIO.
* Hecho todo el escándalo este día recibió el
Gobernador el decreto para su publicación.
3.- 18 DE JUNIO.
* Siguiendo con la ley el Gobernador firmó y ordenó
publicar el decreto.
Páginas cuatro y cinco del Periódico
Oficial del Estado anunciando la promulgación del decreto. Ver subrayado
La ley y la lógica indican:
no puede tomarse como legal declaración el cambio de un recinto legal si el
decreto no ha sido publicado. Es elemental. No entiendo cómo siendo abogados
algunos señores diputados cayeron en esta aberración. Tienen asesores. Les pagan
mucho. Algunos al leer esto pudieran darle una explicación de torpeza. Otros de
enfrentamiento con el Gobernador. Unos más como acto de provocación
aprovechando el momento electoral. Se le liga inclusive a que sucedió tras la
visita del Presidente Nacional del PRI quien lanzó serias amenazas.
Pero otros considerarán y
cabe: Fernando Castro Trenti fue el hombre del Gobernador en el Congreso. Era
un secreto a voces. Hasta se habló y nunca lo negó: recibiría una notaría al
final de su ejercicio legislativo. Inclusive a punto de las elecciones internas
para presidente del PRI estatal se manejó y nunca fue rechazado: Elorduy
tendría dos líderes políticos en diferente partido. Existen además otras
razones en las que el propio Castro Trenti intervino.
Y ahora es de los principales
incitadores al desorden. Es curioso el efecto. La comunidad reprobó a los
diputados priistas lanzando patadas. Rompieron cristales. Violentando. Entonces
políticamente es posible considerar. Castro Trenti actúa a favor del Gobernador
para provocar rechazo al PRI y acarrearse simpatías al PAN en la próxima
campaña electoral. De ese tamaño es su forma de ser. Aparte curiosamente pide
con sus compañeros juicio político para el Procurador de Justicia, Antonio
Martínez Luna. Los hechos y personajes indican: Fernando Castro Trenti está
buscando la posición para su hermano Francisco, actualmente hombre de apoyo
absoluto del Procurador. Entre políticos y periodistas era conocido: Hank no le
tenía confianza a los Castro Trento. A Francisco por manejar originalmente el
caso Héctor Félix. A Fernando por su cercanía al Gobernador. Pero con esto le
demuestra lo contrario, aunque en el tono maquiavélico también queda bien con
el Gobernador.
Pero hay otro grave error.
Allí sí ni para dónde hacerse. El problema se llama Andrés Gárate. Es titular
del Órgano Superior de Fiscalización. Aunque es institución autónoma fue
nombrado por los diputados priistas. Nada más que cometieron un error. No
consultaron su pasado. El 21 de septiembre de 1995 fue detenido en la garita de
San Ysidro, California. Le fincaron graves cargos: transportación, posesión y
venta de marihuana. Su caso está registrado en el FBI (Buró Federal de
Investigación) con el número 701506ABI. Fue sentenciado a 61 días de prisión
“…y tres años bajo supervisión”.
Lo curioso: entonces el señor
Andrés Gárate era empleado de la Comisión Estatal de Servicios Púbicos de
Tijuana (CESPT). Adscrito al Departamento de Suministros. Para cubrir sus
faltas debido al encarcelamiento el Sindicato de Burócratas a su nombre
solicitó a la CESPT: “…un permiso sin goce de sueldo por el término de seis
meses con carácter de renunciable a partir del 04 de octubre, por tener que
atender asuntos personales que requieren mi presencia”.
El permiso fue presentado por
el Sindicato el 28 de septiembre. Días después de la detención. Se mintió
oficialmente sobre los motivos a la CESPT. La solicitud fue firmada por el
entonces líder sindical Manuel Trasviña Pérez. También el Subsecretario del
Trabajo y Conflictos, Rafael Rodríguez Madrigal. El oficio tiene el folio
012629. En la esquina superior un “Vo.Bo.” seguido de una firma y anotación:
“Norma. Favor de enviar el escrito de autorización al sindicato”.
Así, el señor Andrés Gárate
dio un gran salto. Pasó de adscrito de suministros a fiscalizar todo el
movimiento económico de los organismos estatales. No tenía conocimientos
técnicos para el trabajo en la CESPT. Tampoco está titulado como Contador
Público. Existe una certificación del Departamento de Profesiones. Oficio 164/98
donde se asienta la inexistencia de su registro conforme a la ley.
En fin. Esto se llamaría
bondadosamente “no cuidar las formas”. Legalmente, valdría calificarla de
torpeza. Políticamente, como la actitud tenebrosa jamás vista. Y todo esto,
como sea, nos cuesta a los ciudadanos mucho dinero. Bueno, hay algunos que
evaden el fisco y ni siquiera les importa. Pero sí. De veras. Hace falta un
hombre como aquel cuando sin mayor interés se presentó para clarificarle a
Martínez de la Vega: “En este momento ya no es Usted Gobernador”.
Tomado de la colección “Dobleplana” de
Jesús Blancornelas, publicado por primera vez el 2 de julio de 2004.
(SEMANARIO ZETA/ DOBLEPLANA/ JESÚS BLANCORNELAS/ LUNES, 19 JUNIO, 2017
12:00 PM)
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