Aun cuando Hugo Valdemar, vocero de
Norberto Rivera Carrera, dice que la denuncia interpuesta contra el cardenal
ante la Procuraduría General de la República por solapar a curas pederastas es
inconsistente y no prosperará, los promotores de la querella tienen confianza
en que se ponga fin a la larga impunidad del purpurado. Además, en la
plataforma Charge.org circula una carta dirigida al presidente Enrique Peña
Nieto y al procurador Raúl Cervantes para que pidan al denunciado abrir los
expediente de sus 15 curas acusados de
abusadores.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Ante la denuncia penal que el pasado 2 de junio se interpuso contra el cardenal
Norberto Rivera Carrera, por encubrir a 15 sacerdotes presuntamente pederastas
de su arquidiócesis primada de México, la Procuraduría General de la República
(PGR) abrió el expediente DF/05541/2017, el cual turnó a la Dirección General
de Control de Averiguaciones Previas para su evaluación jurídica.
Mientras tanto, la semana
pasada se comenzó a impulsar la querella en internet a través de la plataforma
Change.org, dedicada a defender causas sociales y en la cual –hasta la tarde
del jueves 6– ya había conseguido 30 mil firmas de apoyo.
El ex sacerdote Alberto Athié
Gallo, quien interpuso la denuncia, espera que la PGR realmente investigue el
caso y castigue por fin al purpurado, para así acabar con la impunidad de que
ha gozado en lo que llama su larga trayectoria delictiva de más de 30 años.
Athié comenta:
“Esperemos a ver qué hace la
PGR. Sería un verdadero hecho histórico si realmente castiga a Norberto, quien
lleva muchos años protegiendo a sacerdotes pederastas; desde que era obispo de
Tehuacán, en los ochentas. Pero ha salido impune gracias a la complicidad de
las autoridades civiles mexicanas”.
–¿Su denuncia podría verse
como el más reciente intento por acabar con la impunidad del cardenal?
–En efecto, pues ni siquiera
es la primera denuncia penal interpuesta contra él y sus pederastas protegidos.
Hay otras denuncias anteriores a la nuestra… y Norberto ha logrado zafarse de
todas.
Cita como ejemplo la denuncia
que, en 2006, se puso contra el cardenal en la Corte de Los Ángeles,
California, por proteger a su sacerdote Nicolás Aguilar. Y también la que al
año siguiente se presentó ante la procuraduría de la Ciudad de México contra el
párroco Carlos López Valdez, un pederasta de su arquidiócesis recién
encarcelado y al parecer también encubierto por Norberto.
Prosigue Athié:
“El cardenal tiene una larga
trayectoria delictiva, un largo historial de impunidad gracias a su relación
con el poder. Por eso creemos que ahora ya le pidió al procurador general de la
República y al mismo presidente Peña Nieto que desechen nuestra denuncia”.
Fragmento del reportaje publicado en
Proceso 2123, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ RODRIGO
VERA/ 8 JULIO, 2017)
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