Foto: Captura de pantalla de YouTube
Manuel Cárdenas Medina, alias
“El Manny”, supuesto sobrino de Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del Cártel del
Golfo, fue ejecutado, frente a su familia, la noche del sábado pasado en el
acceso de la Colonia Residencial La Escondida, al sur de Monterrey, Nuevo León.
Un video de una de las
cámaras de seguridad del fraccionamiento, muestra el momento en el que un
vehículo modelo Jetta, color gris, se empareja al automóvil color negro,
Mercedes Benz, que conducía “El Manny”, cuando este último se detuvo en la caseta
de vigilancia del inmueble.
Por el lado del copiloto del
Jetta, un hombre sacó el brazo por una de las ventanillas, y disparó con un
arma corta directo al cuello de Pérez, de 35 años de edad, quien herido de
muerte todavía manejó su auto unos 100 metros.
Eran las 18:44 horas, según
el reloj digital de la grabación.
Fue entonces que “El Manny”
perdió el conocimiento e impactó a unidad, lo que ocasionó lesiones leves a sus
acompañantes: su mujer y dos hijos pequeños, mientras que los ocupantes del
Jetta huyeron por la Carretera Nacional y hasta el momento no han sido
localizados.
Medios locales señalan que el
hombre ejecutado era hijo de Mario Cárdenas Guillen, alias “El M-1”, hermano de
Osiel, alias “El Loco”, “El Patrón”, “Padrino”, Memo”, “El Viejón” y/o “El Mata
Amigos”, quien actualmente purga una condena por narcotráfico en Estados
Unidos.
Cárdenas Guillen exlíder del
Cártel del Golfo asesinó a Salvador Gómez Herrera en el año de 1998, entonces
jefe de ese grupo criminal, con el fin de obtener el control de dicha
organización delictiva.
El 14 de marzo de 2003
elementos del Ejército Mexicano y de la Procuraduría General de la República
(PGR), lo capturaron en Matamoros, Tamaulipas.
Después, el 7 de marzo del
2005, el gobierno mexicano concedió su extradición, sin embargo, su entrega no
fue inmediata por diversos factores.
Finalmente fue extraditado el
19 de enero de 2007 a los Estados Unidos, donde enfrentó 19 cargos en una corte
de Houston, Texas.
Luego, en julio del 2009,
durante su juicio, se declaró culpable de un cargo por narcotráfico, uno por
lavado de dinero y tres por extorsión e intento de asesinato de agentes
federales de aquel país.
A cambio de declararse
culpable, al ex líder del Cártel del Golfo en 2010 le fueron retirados otros 12
cargos por narcotráfico, y se le dictó una sentencia de 25 años de prisión y
una multa de 50 millones de dólares.
En abril pasado, una
investigación realizada por el diario estadounidense The Dallas Morning News,
señaló que la declaración de culpabilidad acordada entre Cárdenas Guillen y el
gobierno de EU provocó “una violenta ruptura” entre los carteles de El Golfo y
Los Zetas -grupo que antes fuera su brazo ejecutor y paramilitar-, lo que
condujo a la muerte de miles de personas en México y a lo largo de la frontera
con Texas.
En el marco de dicha ruptura,
Lorenzo Rosales Mendoza fue ejecutado en Lázaro Cárdenas, Michoacán, en agosto
pasado.
El sujeto fue ex secretario
del Ayuntamiento y era hermano de Carlos Rosales Mendoza “El Tísico”, fundador
del cártel de La Familia Michoacana y lugarteniente de Osiel Cárdenas Guillén.
(SEMANARIO ZETA/ Carlos Álvarez /Lunes,
10 octubre, 2016 05:11 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario