En busca de proteger
a su familia después de haber sido víctimas de la masacre de Villas de
Salvárcar, César Ávila López dejó su casa en Ciudad Juárez y emigró a
Fresnillo, Zacatecas, donde seis meses después lo “levantaron” y a la fecha
sigue en calidad de desaparecido sin que sea buscado por sus familiares pues el
miedo se ha apoderado de ellos.
El 30 de enero del
2010, el hijo mayor de César sobrevivió a la matanza registrada en tres
viviendas de la calle Villas del Portal, pero su sobrino Carlos Lucio Moreno
Ávila y la novia de él, Brenda Ivonne Escamilla Pedroza, murieron. El hecho
cambió la vida para todos, los dos hermanos de Hildelisa Ávila Flores –César y
Rosita Ávila– decidieron dejar sus hogares en esta frontera sin sospechar que
el futuro sería obscuro para uno de ellos.
“César desapareció
el 7 de febrero del 2011 en un rancho que de Fresnillo, Zacatecas. Mis dos
hermanos y sus parejas, las dos familias, decidieron irse de Juárez queriendo
proteger a sus otros hijos, nada más que se esperaron a que terminara el ciclo
escolar porque la mayoría de los niños estaban en primaria y secundaria. En
agosto, mi hermano César se fue al estado de Zacatecas y mi hermana, la madre
de Carlos, al estado de Guanajuato. A los seis meses de que se fue mi hermano,
se lo llevaron”, dijo Hildelisa.
Un mes antes de ser
“levantado” Carlos le comentó a su esposa que lo andaban siguiendo y afirmaba
no saber quién. “Él espejeaba cuando manejaba en el carro, y veía que lo
andaban siguiendo y no sabía quién era. Pero mi cuñada le decía ‘se te figura,
no es cierto’. Quince días antes de su desaparición, le volvió a decir que lo
andaban siguiendo y afirmó que no sabía quién era y le pidió que si le pasaba
algo, ella siguiera sacando adelante a sus hijos, que siguieran estudiando y
hasta ahí sé”, contó con tristeza Hildelisa quien continúa radicando en Ciudad
Juárez.
Cuatro meses después
del extravió de César Ávila, Hildelisa viajó a Zacatecas –donde se adora al
Santo Niño de Atocha– para interponer la denuncia por la desaparición de su ser
querido después de enterarse que por temor su cuñada y otro hermano no se atrevían
a presentarse ante las autoridades. La primer querella la recibieron en la
Ciudad de Gobierno de Zacatecas, después en la Casa de Justicia de Fresnillo y
finalmente se interpuso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de
Zacatecas, en PGR y meses más tarde en la Comisión de Derechos Humanos de
Ciudad Juárez. Al revisar, todas las autoridades dieron cuenta que Ávila López
no fue reportado como detenido en ese 7 de febrero del 2011.
“Ese día, 7 de
febrero, César se levantó temprano diciendo que iba a ir a Fresnillo a comprar
mandado. Los familiares de mi cuñada tienen una tienda de abarrotes y se los
dejaron a ellos para que lo manejaran y él fue por el mandado, iba con otros
dos muchachos de la misma familia.
Según lo que ellos
cometan es que llegaron a tomarse una copa en una cantina y más tarde mi
hermano regresó a la casa, en Plateros, entre doce y una de la tarde, ahí se
quedaron los otros dos familiares y mi hermano se fue a buscar a un amigo que
siempre lo acompañaba cuando él andaba tomando y juntos se fueron al rancho El
Tule, en Fresnillo Zacatecas y está a un lado de Plateros y no tenían ni diez
minutos de haber llegado, cuando arribaron muchas camionetas con varios hombres
vistiendo uniformes tipo militar, del AFI, de PGR y de la Policía Municipal,
todos iban cubiertos de la cara excepto uno; se bajaron y les preguntaron quién
era el dueño del carro propiedad de mi hermano, y él respondió soy yo y en
respuesta lo esposaron y lo apartaron del grupo.
Abrieron la cajuela
del carro, sacaron el mandado, le quitaron su cartera, su celular, que después
dejaron en el auto, es decir no se llevaron nada, sólo a mi hermano. Y desde
entonces no sabemos nada de él”, narró Hildelisa mientras sostenía la
fotografía de su sobrino muerto y se reservaba los datos del otro familiar
menor de edad que logró salvar la vida y quien tras el extravío de su padre se
encuentra a la deriva sin poder concluir sus estudios superiores.
Hildelisa asegura
que su familia es humilde y honesta. En Ciudad Juárez la mayoría de ellos
laboraban en la industria maquiladora, por lo que asume que su hermano Carlos
fue privado de la libertad por conducir un automóvil con placas del estado de
Chihuahua. “De veras que si yo hubiera sabido que andaba en algo ilícito ni
para qué denunciar, a la larga se da uno cuenta, pero no. Yo lo conocí toda su
vida trabajando en ferreterías y en su casa aquí en Ciudad Juárez vendía
flautas y hamburguesas, en la tarde. La desaparición yo la atribuyo a que traía
su carro con placas de Chihuahua allá en Zacatecas.
Yo me imagino,
debido a cómo estaba toda la violencia en el país en esas fechas, que como
andaba circulando en ese carro y duró medio año moviéndose ahí en el pueblito,
quizá llamó la atención. Él quiso cambiar las placas del carro, pero le pedían
una credencial de elector de Zacatecas y la tramitó, pero no entregó la
expedida en Juárez, así que traía dos credenciales, de Juárez y Fresnillo, y
eso también le afectó cuando los hombres esos le hicieron la revisión”.
Inicialmente la
familia de César Ávila esperaba que él apareciera en cualquier momento, incluso
torturado pero no fue así. “A lo mejor en esa investigación lo golpearon
tratando de sacarle no se qué datos, a lo mejor ya hasta me lo mataron.
En momentos sí
pienso que ya está muerto, pero en otros si me resisto porque dijo ¿pero por
qué? A lo mejor está vivo, hay gentes que están detenidas en otras partes de la
República Mexicana y no sabe uno nada. Entonces, en ratos sí tengo esperanza de
volverlo a ver”, expresó.
Hildelisa asegura
que todo comenzó a raíz de la matanza de Villas pues la muerte de su sobrino y
las lesiones sufridas por el otro les “cambió la vida a toda la familia porque,
no es por nada, somos una familia que no andábamos en cosas ilícitas,
trabajamos siempre en maquiladora, algunos teníamos más de 50 años de vivir en
Ciudad Juárez. Mi papá trabajó vendiendo burritos, somos gente humilde, pobre,
trabajadora, luchona, pero son cosas que uno ni sé las imagina”.
(El Diario/ Blanca Carmona/ 2013-09-15 | 21:14)
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