Amenaza narcoguerra en convertir al poblado El Marqués en pueblo fantasma
La narcoguerra por el territorio protagonizada por los grupos
delictivos en la zona serrana de la sindicatura de La Noria, amenaza en
convertir al nuevo San Marcos, también conocido como El Marqués, en un nuevo pueblo “fantasma”.
“Aquí es el infierno, donde los novenarios por los muertos y los levantados
(privación de la libertad sin rescate de por medio) parecen no terminar
nunca, donde se suma la indiferencia criminal del Gobierno”, sostienen
algunos pobladores.
El Marqués está ubicado a 40 kilómetros del municipio de
Mazatlán, hacia la zona serrana de la sindicatura de La Noria, donde hay
alrededor de 300 casas construidas allá por octubre de 2009 para
albergar a los habitantes del viejo San Marcos, cuando fueron
desplazados por el agua de la presa Picachos.
“Hay pasaditas de 300 casas, pero poco a poco la gente se está
saliendo a buscar vida por otro lado por la violencia que nos ha pegado
duro”, dicen los campesinos que rememoran a muertos y levantados recientes.
El 1 de septiembre, en la curva de la carretera del Cerro de la
Virgen, que conduce hacia al nuevo San Marcos, a tres kilómetros de
distancia de la sindicatura de La Noria, como a las 17:30 horas fue
encontrado el cuerpo desmembrado de Ricardo Sánchez Siqueiros, quien fue
ejecutado y mutilado y después los homicidas lo habrían abandonado en
el asfalto para que las llantas de los vehículos terminaran la jornada
criminal.
El 28 de agosto, en el nuevo San Marcos, José Alfredo Loaiza Sánchez, de 37 años de edad, fue levantado por un comando armado de su propio domicilio y al resistirse al secuestro lo masacraron ahí mismo con fusiles AK-47.
Ese mismo día, tres personas más fueron privadas de su libertad, por
el mismo grupo armado, pero aparentemente uno de ellos logró correr por
su vida, escapando de sus captores.
“No le hace que corras, de todos modos no te nos vas a escapar”, le habrían gritado sus perseguidores.
El 5 de septiembre, dos personas identificadas como Marco y Alonso
Patrón, padre e hijo, fueron acribilladas a balazos en el rancho La Mesa
del Limón, ubicado en la misma zona serrana de La Noria, mientras que
otra persona de nombre Héctor Manuel Ontiveros Patrón, resultó herido en
la cara.
Luego de que se supo del doble homicidio, por las calles del nuevo
San Marcos corrió la versión no confirmada de que uno de los muertos en
La Mesa del Limón, era el que había corrido por su vida el 28 de agosto.
Al igual que lo anterior, hay quienes aseguran que las dos personas levantadas
en agosto, y que están desaparecidas, son hermanos del comunero Juan
José Osuna Patrón, también privado de su libertad por un grupo delictivo
en la Avenida del Mar en Mazatlán, en noviembre de 2012.
“Todo este infierno está relacionado con la masacre ocurrida en La
Chapalota, en abril, donde murieron cinco miembros de la familia Patrón
Colio-Valenzuela, pero también con los multihomicidios que ha habido en
la llamada zona del miedo del municipio de Concordia”, lamentan algunos
habitantes de El Marqués.
Mientras los tres niveles de gobierno deciden poner fin al “infierno”
de San Marcos y pueblos aledaños, los dolientes rezan los santos
novenarios no solo a sus muertos, sino también a las personas privadas
de su libertad, lo que significa muerte.
Levantón y muerte
No es la primera vez que campesinos del pueblo de San Marcos son levantados
por comandos, no solo en la zona serrana, sino en plena zona turística
en el puerto de Mazatlán, como fue el caso del comunero Juan José Osuna
Patrón, quien había sido detenido por la Policía Ministerial del Estado
el 17 de noviembre de 2012 (Ríodoce 516) acusado de participar en el emboscada perpetrada el 13 de noviembre por presuntos integrantes del grupo Los Mazatlecos contra la Policía Estatal Preventiva, en la carretera nueva de la Puerta de San Marcos.
La PME lo remitió a la Subdelegación de la PGR, y cuando sus
familiares fueron por él, frente a dicha institución, llegó un grupo
delictivo y se lo quitó a la familia y hasta la fecha no se ha vuelto a
saber de su paradero.
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