sábado, 17 de agosto de 2013

NARCOGUERRA CREA CRISIS EN LOS PENALES DE MÉXICO





Distrito Federal— En las prisiones del país, 40.1% de los internos está en espera de una sentencia. Son 100 mil personas, cuya manutención anual cuesta al Gobierno 4 mil 400 millones de pesos, afirmaron organizaciones no gubernamentales y académicos.

En el informe sobre el sistema penitenciario en México 2013, se establece que de los 420 centros de reclusión que hay en el país, 220 tienen sobrepoblación y de éstos, los que tienen mayor sobrecupo son los del Distrito Federal (181%) y Jalisco (176%). En el Reclusorio Sur, del DF, por ejemplo, hay celdas con hasta 40 internos, por lo que para dormir algunos se amarran a cuerdas y en el Complejo Penitenciario Islas Marías hay cuartos que albergan hasta 22 personas.

El reporte, elaborado por las organizaciones especializadas en el estudio del sistema de justicia penal Asílegal, Documenta, Análisis y Acción para la Justicia Social, y el Instituto de Derechos Humanos Ellacuría, de la Universidad Iberoamericana de Puebla, establece que este aumento en el número de internos obedece a varios factores, entre ellos la lucha contra el crimen organizado, el incremento en el número de delitos que son castigados con cárcel, el uso excesivo de la prisión preventiva y a que 10% de los prisioneros con derecho a la libertad bajo caución tiene dificultades para pagar la fianza.

Tal situación, destacaron, ha traído como consecuencia el autogobierno, la corrupción y la violencia en las cárceles, lo que pone en riesgo no sólo la estabilidad de las instituciones, sino también la vida de los internos y del personal. Sólo en las prisiones federales el número de incidentes crecieron de 22 en 2008, a 74 en 2012. Lo mismo ocurre en los reclusorios estatales y municipales: de septiembre de 2008 a julio de 2009, 829 internos estuvieron involucrados en diversos sucesos; de julio de 2009 a julio de 2010, 3 mil 681 reclusos participaron en hechos violentos, y entre 2010 y 2011 hubo 887 incidentes en los que intervinieron cinco mil 179 prisioneros.

Los incidentes reportados en ese periodo fueron riñas, homicidios, fugas, suicidios, agresiones a terceros, huelgas de Los estados donde ha ocurrido el mayor número de hechos de violencia son: Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, DF y Durango.

El autogobierno, destacaron los autores del informe, se ha agravado debido al aumento de internos vinculados con la delincuencia organizada recluidos en centros estatales y municipales, “quienes controlan a la población penitenciaria, sometiéndola a un régimen personal de favores y privilegios, generalmente mediante el pago de cuotas, situación que es tolerada por algunas autoridades.

“Es del conocimiento público la existencia de diversas actividades delictivas y la corrupción de las autoridades, a fin de obtener toda clase de facilidades para organizar o seguir cometiendo delitos graves desde los centros de reinserción social”.

El tratamiento a estos problemas se dificulta debido a las deficiencias relacionadas con el personal y la capacitación que requieren. En promedio, a nivel nacional, hay un custodio por cada 73 internos y en los últimos tres años, 365 custodios, jefes de seguridad y directores han sido investigados por fugas.

Ello, además de los casos de abusos reportados por los internos ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en donde de 2009 a 2011 se incrementaron de 473 a 928, sobre todo por atención médica deficiente, irregularidades al otorgar libertades anticipadas, condicionamiento de visitas y traslados arbitrarios.

Los grupos que son más discriminados y sufren mayor número de abusos en las cárceles son los indígenas, homosexuales, personas con discapacidad mental y las mujeres, dice el reporte.

Los expertos recomiendan al Estado que se legisle para crear mecanismos de control y observancia, donde se incluya a la sociedad civil para asegurar condiciones dignas en prisiones; realizar un diagnóstico extensivo sobre la situación de vida de los presos en los nuevos complejos penitenciarios; capacitar al personal de seguridad y custodia en derechos humanos y perspectiva de género, a través de un servicio profesional de carrera; ampliar el número de custodios y asegurar que el personal reciba una remuneración adecuada; elaborar una estrategia nacional con criterios y acciones concretas para imponer medidas alternativas a la prisión preventiva; desarrollar programas de fianzas de interés social para personas sin recursos y asegurar que los tribunales recurran a penas alternativas.
 (Liliana Alcántara/El Universal)
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ El Universal | 2013-08-16 | 21:46)

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