Los Ángeles.- La corta estatura y las facciones infantiles de
Donald Ray Dokins, de dieciséis años, no parecen concordar con el
crimen que cometió: asesinar con un arma de fuego a un pequeño de un año
en los brazos de su feliz padre. Los Angeles Times
Mientras se preparaba para sentenciar al adolescente, el juez del
Tribunal Superior de Los Ángeles, Pat Connolly, apenas si podía contener
su desprecio.
“No tienes los suficientes pantalones para ponerte de pie y verme a la cara”, dijo Connolly a Dokins, quien tenía la vista fija en el suelo, evitando la mirada del juez. “Llevas un odio en tu corazón que no puedo comprender”.
Fiscales informaron que el 4 de junio de 2012, Dokins, en aquel entonces de 15 años y miembro de una pandilla, se acercó en una bicicleta a una familia que se encontraba reunida afuera de su casa en Watts. El adolescente sacó una pistola y abrió fuego, matando a Ángel Mauro Cortéz Vega, de 1 año 2 meses de edad, e hiriendo a su padre de 21, Mauro Cortéz. De acuerdo con las autoridades, Dokins creyó por error que el hombre era miembro de una pandilla contraria por el color de la camiseta que llevaba.
Los fiscales procesaron a Dokins como adulto. Connolly lo sentenció a 90 años de cárcel o cadena perpetua.
“No volverás a tener otra oportunidad de matar a una víctima inocente”, le dijo Connolly. “Hoy no eres capaz de mostrar ningún remordimiento, pero espero que en algún tiempo puedas hacerlo... El hombre no puede cambiar la duración de su vida, pero sí su profundidad y su sustancia”.
Antes de la sentencia, amigos y parientes de las víctimas y de Dokins se dirigieron al tribunal.
Derrick Washington, hermano de Dokins, describió a su hermano como un estudiante de excelentes calificaciones que escribía poesía. Washington estalló en lágrimas, reafirmando la inocencia de su hermano.
“No es un monstruo. Apenas es un niño”, dijo Washington, quien llevaba un rosario al cuello.
Otro familiar dijo al tribunal que Dokins no estaría presente para criar a su hija, de quien la Policía indicó que tiene aproximadamente la misma edad del pequeño al que el joven asesinó.
“No tienes los suficientes pantalones para ponerte de pie y verme a la cara”, dijo Connolly a Dokins, quien tenía la vista fija en el suelo, evitando la mirada del juez. “Llevas un odio en tu corazón que no puedo comprender”.
Fiscales informaron que el 4 de junio de 2012, Dokins, en aquel entonces de 15 años y miembro de una pandilla, se acercó en una bicicleta a una familia que se encontraba reunida afuera de su casa en Watts. El adolescente sacó una pistola y abrió fuego, matando a Ángel Mauro Cortéz Vega, de 1 año 2 meses de edad, e hiriendo a su padre de 21, Mauro Cortéz. De acuerdo con las autoridades, Dokins creyó por error que el hombre era miembro de una pandilla contraria por el color de la camiseta que llevaba.
Los fiscales procesaron a Dokins como adulto. Connolly lo sentenció a 90 años de cárcel o cadena perpetua.
“No volverás a tener otra oportunidad de matar a una víctima inocente”, le dijo Connolly. “Hoy no eres capaz de mostrar ningún remordimiento, pero espero que en algún tiempo puedas hacerlo... El hombre no puede cambiar la duración de su vida, pero sí su profundidad y su sustancia”.
Antes de la sentencia, amigos y parientes de las víctimas y de Dokins se dirigieron al tribunal.
Derrick Washington, hermano de Dokins, describió a su hermano como un estudiante de excelentes calificaciones que escribía poesía. Washington estalló en lágrimas, reafirmando la inocencia de su hermano.
“No es un monstruo. Apenas es un niño”, dijo Washington, quien llevaba un rosario al cuello.
Otro familiar dijo al tribunal que Dokins no estaría presente para criar a su hija, de quien la Policía indicó que tiene aproximadamente la misma edad del pequeño al que el joven asesinó.
(ZOCALO/Agencias/23/06/2013 - 10:24 AM)
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