domingo, 23 de junio de 2013

LA IMPUNE CORRUPCIÓN POLICIACA


  Proceso
México, DF.- Tras la publicación del reportaje “El policía millonario” (Proceso 1910), Armando Espinosa de Benito, ex jefe de la División de Investigación de la Policía Federal (PF), y su familia cerraron súbitamente sus cuentas de Facebook donde durante meses exhibieron su excentricidad de ricos y bienes por más de 38 millones de pesos, que no se justifican ni con todos los salarios que el ex funcionario percibió durante los 12 años que permaneció en la Agencia Federal de Investigación (AFI) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

Rico en tiempo récord

Pero la historia continúa. Se relaciona con él a Sergio Quiroz Padilla, ex jefe de unidad de la División de Investigación, quien se hizo rico en tiempo récord, igual que su protector. De hecho se le abrieron dos averiguaciones previas y existen señalamientos de que derrochaba dinero en efectivo y exigía regalos costosos a sus subalternos como cuota del botín que obtenían abusando de sus cargos.

En 1999 Quiroz Padilla, originario de la colonia Guerrero, era cadenero de los giros negros del Grupo Titanium en la Ciudad de México. Con sólo la preparatoria terminada, en 10 años se convirtió en director de la Sección Segunda del Estado Mayor de la PF. En 2011 lo nombraron coordinador de Investigación de Campo de la División de Investigación de la PF. A sus 43 años, ahora es uno de los nuevos integrantes del equipo de seguridad de Grupo Carso, que encabeza precisamente “el policía millonario”, Espinosa de Benito.

Éste lo llama “el limpiafocos”, por su estatura (dos metros). En las oficinas de la PF en Legaria, donde lo recuerdan por escupir, patear e insultar a sus escoltas, prefieren el apodo de Jaime Duende, como el personaje de alcohólico patán que interpreta el actor Facundo.

Siguiendo el ejemplo de Espinosa de Benito, Quiroz Padilla también metió a cuatro familiares en la PF.

Vidas paralelas

“Mi jefe es un pendejo, todo lo que tiene lo tiene gracias a mí”, solía decir Quiroz Padilla, bajo la influencia del alcohol, a sus escoltas y a cualquiera que quisiera oírlo en la PF.

En 2002, en su currículum oficial, registró que durante cuatro años trabajó en los bares y table dance del Grupo Titanium en el Distrito Federal, como cadenero y sacaborrachos.

La suerte y el patrimonio de Quiroz Padilla cambiaron a la par que los de su guía. Según su declaración patrimonial, en 2002, bajo las órdenes de Espinosa de Benito, era jefe de departamento en el área de Investigación de Delitos de la AFI y ganaba 10 mil pesos mensuales. No tenía ningún bien. Al año siguiente ganaba 15 mil pesos mensuales.

De pronto su vida comenzó a cambiar. Ese mismo año compró de contado una casa en Paseo de las Aves 409, fraccionamiento Valle Dorado, en Tlalnepantla, Estado de México. Su precio comercial es de 4.5 millones de pesos, aparentemente muy lejos de sus posibilidades económicas. La boleta predial del inmueble sigue a nombre de la antigua propietaria, pero él se conduce como dueño.

El 1 de octubre de 2006 Espinosa de Benito fue nombrado director de Crimen Organizado y nombró a su protegido subdirector del área. Quiroz Padilla se compró una residencia en la calle Villa Tepalzingo número 14, Lomas de Cocoyoc, y la puso a nombre de su madre, Guadalupe Padilla Gallo.

En 2007 Espinosa de Benito se llevó a Quiroz Padilla a la PF. Al año siguiente el segundo adquirió a crédito el departamento C 401, calle 5 de Mayo número 5, en la colonia San Lucas Tepetlacalco, de Tlalnepantla. Es el único inmueble que registró en su declaración patrimonial, donde le atribuye un costo de 734 mil pesos.
Poco menos le costó la camioneta pick up Lincoln Mark LT negra, de cuatro puertas y asientos de piel –descripción obtenida en el control vehicular del Estado de México–, la cual guarda en el estacionamiento del departamento. El precio de factura fue de 567 mil 399 pesos.

Riqueza ilícita

En 2010 Espinosa de Benito fue nombrado jefe de la División de Investigación de la PF y designó a su discípulo como coordinador de Investigación de Campo de la División de Investigación y comisario. El 1 de marzo de 2012, antes de terminar el sexenio de Calderón, Quiroz Padilla compró a su subalterno Gustavo Cortés Valdés –esposo de su hermana Guadalupe Quiroz Padilla– la residencia en el número 46 en Fuente del Saber 46, en Fuentes del Pedregal, que tiene un terreno de 525 metros cuadrados.
El inmueble tiene la misma estructura que la casa de Espinosa de Benito en la calle Loarca número 20, en el cercano fraccionamiento Parques del Pedregal. Es de tres niveles; en el de abajo hay un salón de fiestas con puerta a un amplio jardín.

El jefe quiere un BMW

Los dos mandos policiacos siguieron la costumbre de exigir cuotas a sus subalternos, tan arraigada en las corporaciones mexicanas de todos los niveles. En la División de Investigación se seguían casos de secuestro, extorsión y narcotráfico. Espinosa de Benito acumuló denuncias públicas y averiguaciones previas por su presunta colusión con cárteles de la droga.

Quienes lo vieron recuerdan cómo Quiroz Padilla llegaba a las boutiques Carolina Herrera, en plaza Antara, o Ferragamo, en Presidente Masaryk, Polanco, y compraba siempre en efectivo.

Espinosa de Benito fue destituido de la jefatura de la División de Investigación de la PF en enero pasado. Semanas después le tocó su turno a Quiroz Padilla. En abril ambos consiguieron trabajo en el grupo Carso e incluyeron en el equipo al suboficial Marcos Roberto Cárdenas López, a Porfirio Javier Sánchez Mendoza –que se quedó en lugar de Quiroz Padilla en la PF– y a los yernos de Espinosa de Benito: Rafael Navarro y Erick Friedman, así como a su primo político Alfredo Renaum.

Todos ellos siguieron cobrando en la PF aunque ya no se presentaban a trabajar. Cuando fueron descubiertos, Espinosa de Benito, Quiroz Padilla y Navarro presentaron su renuncia el 6 de junio, con fecha del 16 y 6 de mayo, respectivamente. Cárdenas López, Sánchez Mendoza, Friedman y Renaum siguen cobrando en la PF.

La golpiza a su familia

La madrugada del 1 de octubre de 2011 los vecinos de la calle Paseo de las Aves, del fraccionamiento Valle Dorado, Tlalnepantla, se despertaron sobresaltados. Estaban acostumbrados a los gritos, majaderías y balazos al aire del jefe de la PF Sergio Quiroz Padilla, que vivía en la cuadra, pero lo que presenciaron superaba todo lo anterior.

Liliana Hernández Martínez, quien vivía en unión libre con Quiroz Padilla, salió corriendo de su casa descalza y vestida sólo con un pequeño camisón, sangrando de nariz y boca, visiblemente golpeada. Buscaba a su hija Heribel y huía de los puños del jefe policiaco, que la superaba por mucho en altura y fuerza. Minutos antes la joven de 17 años había salido corriendo, también en pijama, para escapar del golpeador.

Según declararon las afectadas en la denuncia, la pelea comenzó porque Quiroz Padilla llegó a su casa ebrio y comenzó a insultar y golpear a su mujer. La hija mayor, Heribel, bajó a la estancia y preguntó qué pasaba. Él la insultó también, por lo que su madre le ordenó que subiera a su cuarto. El corpulento oficial federal atacó a Liliana con puñetazos en la cabeza y Heribel quiso protegerla, pero Quiroz Padilla la jaló del cabello y la arrastró por las escaleras hasta abajo, y la comenzó a patear. Liliana a su vez intervino para salvar a su hija hasta que Heribel consiguió subir las escaleras y encerrarse en una habitación con su hermana pequeña.

Quiroz Padilla se volteó y se concentró en golpear a su mujer con los puños, en todo el cuerpo, hasta que la dejó sin aliento. 
 
Aprovechando que Liliana no podía moverse, el alto mando federal subió las escaleras y sujetó del brazo a su hija menor. En ese momento sonó el teléfono celular de Heribel y ella trató de contestar.

“¡Hija de la chingada, si alguien se estaciona afuera de la casa les va a cargar la chingada!”, gritó Quiroz Padilla y le arrebató el teléfono. Cuando intentó patearla otra vez, Heribel bajó corriendo las escaleras y salió descalza a pedir ayuda. Todo esto se lee en la denuncia que ella presentó días después en la Agencia del Ministerio Público de Tlalnepantla.

(ZOCALO/  Proceso/ 23/06/2013 - 04:03 AM)


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