Saltillo, Coah.- “Estaban forcejeando en la puerta, luego se
escuchó el disparo, él salió apuntando y me asuste y escondí, me dio
miedo que fuera a disparar”, expresó uno de los asistentes a la plaza.
Llegaron paramédicos de Cruz Roja, incluida una rescatista que intentó controlar a una desesperada menor, pues no dejaba de gritar, “va a regresar y nos va a matar, vámonos… vámonos”, expresaba la niña en medio de las bancas de la Catedral de Saltillo.
El paseo matutino para docenas de familias que se encontraban en Plaza de Armas se convirtió en minutos de terror al ver cómo un desconocido disparaba a un elemento del Estado, para finalmente salir armado apuntando a todos lados.
Faltaba poco para las 9:00 horas y de pronto un sonido, el cual parecía ser el de un disparo proveniente del interior de Palacio de Gobierno, llamó la atención de los múltiples visitantes a la Plaza de Armas, quienes consternados dirigieron las miradas hacia uno de los accesos principales de Palacio de Gobierno.
Justo en la entrada se encontraba un hombre forcejeando con un guardia del Estado, posteriormente éste fue vencido por su adversario, para esos momentos sólo se veía a un hombre de aspecto pandillero portando un arma calibre 38.
SE REFUGIAN EN LA CATEDRAL
Se escuchó una detonación más y la Plaza de Armas se quedaba sola, el agresor ya había lesionado a una persona más y unos cuantos paseantes se habían resguardado en la Catedral o en calles aledañas.
Pasaron cinco minutos y las sirenas de diversas corporaciones comenzaron a escucharse, poco a poco llegaban elementos de Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, Sedena, GROMS, GATE, estatales y federales, todos resguardaban el área en espera de que los lesionados y el responsable, quien ya había sido atrapado, fueran retirados del lugar.
Aparentemente el peligro había pasado y los civiles resguardados en diversas áreas comenzaban a murmurar lo sucedido, pero en medio de la desesperación una pequeña de 10 años que se encontraba en el interior de Catedral, no soportó el estrés y cayó en una crisis nerviosa.
En el lugar fueron atendidas por lo menos tres personas, esto mientras elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado resguardaban las calles laterales del lugar, donde autoridades del cuarto Grupo de Homicidios ya realizaban las diligencias necesarias.
LA CAPTURA
» Al activarse la alerta, uniformados municipales, quienes se encontraban a unas cuantas cuadras del lugar decidieron encaminarse rápidamente, así que en cuestión de minutos por lo menos dos municipales ya estaban próximos al lugar.
» En tanto para el desesperado hombre no bastó lesionar a cuatro elementos, pues al comenzar su andar e intentar avanzar un par de metros, se topó de frente con otro elemento quien intentó detenerlo, desafortunadamente no lo consiguió y recibió un impacto en el estómago.
» El uniformado vestido de civil, quedó lesionado a unos cuantos pasos de las escaleras, en tanto Segura Gutiérrez seguía avanzando, logrando dirigirse a espaladas de un escenario, donde se topó de frente con dos uniformados municipales logrando así su aseguramiento.
Agresor estaba instruido en armas
Por: CAMELIA MUÑOZ Y ROSENDO ZAVALA
El procurador Homero Ramos Gloria afirmó que el atacante de los policías del Palacio de Gobierno se encontraba en el interior del mismo y atacó por la espalda a uno de ellos, con quien forcejeó y accionó el arma de fuego. El sujeto fue identificado como José María Segura Gutiérrez, originario de Palaú, Múzquiz, cuenta con 33 años y según sus declaraciones desertó del Ejército hace años.
Tras leer un comunicado sobre los hechos suscitados en el interior del edificio, dijo que éstos ocurrieron a las 8:47 horas en la entrada norte del inmueble, a la altura del filtro de seguridad de los arcos detectores de metales.
“Caminando del interior al exterior del Palacio y después de haber pasado el filtro de seguridad, pero sin salir del pasillo, se aproximó por la espalda a uno de los guardias y lo despojó de su arma calibre 38 para iniciar una serie de movimientos que incluyeron forcejeo con varios elementos, detonación de arma de fuego y heridas a cinco oficiales del Gobierno del Estado”, explicó el funcionario.
Dijo que los oficiales se encuentran hospitalizados y estables, y fueron identificados como Mario Gallardo, Homero Mercado, Victorio Herrera Herrrera, Isidro Sandoval y Santos Ruiz
En tanto, se llevan a cabo exámenes para determinar su estado de salud y mental y si es adicto a las sustancias tóxicas.
Decidirán su futuro
Ramos Gloria puntualizó que las actividades en el inmueble se llevaron a cabo de forma normal tras realizarse los peritajes correspondientes y mencionó que el gobernador Rubén Moreira Valdez no se encontraba en el edificio, como tampoco ninguno de sus colaboradores ni miembros del gabinete.
Ahora, el sujetó que en un acto desesperado buscaba liberar a sus hermanos, espera el momento en que las autoridades decidan su futuro legal, que pinta complicado tras haber herido de bala a por lo menos cinco guardias del Palacio, realizar detonaciones y alterar el orden social.
De la calma al estruendo
Por: HUGO AGUNDIS
Todo indicaba que sería un día normal y sin mayor contratiempo. Caminando por los alrededores de la Plaza de Armas listo para empezar mi labor como reportero.
Era una mañana fresca y limpia cuando mi reloj registraba las 8:40 horas. Me encontraba preparado para mi primer enlace informativo dentro del noticiero de Radio Zócalo Saltillo, en el cual daría detalle sobre los preparativos del concierto que ofreció Margarita “La Diosa de la Cumbia” por el festejo del Día de las Madres.
Hasta ese momento todo marchaba bien, sin embargo un fuerte estruendo rompió mi calma e hizo levantarme de manera inesperada de la banca en la que estaba; al principio creí que algún material pesado con el cual se estaba armando el escenario del concierto había caído al suelo, pero supe que no era así cuando después de este ruido se escucharon otros tres más con la misma intensidad. Fue en ese momento que me percaté de que no eran simples “tronidos”, eran detonaciones de arma de fuego que salían de la entrada de Palacio de Gobierno.
En ese instante mi primera reacción fue refugiarme y alejarme del lugar, sin embargo antes de correr mi instinto me llamaba a voltear a la puerta principal de Palacio y ver qué era lo que pasaba, fue en ese lapso de tiempo que mi vista se concentró en el forcejeo entre un policía estatal y un civil que peleaban por un arma, que al final dio como resultado una detonación más que mandó al suelo al oficial.
Entre el miedo y la incertidumbre corrí con dirección a Catedral mientras escuchaba de nueva cuenta más disparos de arma de fuego; crucé la calle y me paré para voltear hacia el lugar de los hechos, ahí mi temor se incrementó cuando observé que un individuo arma en mano, salía de la entrada de Palacio de Gobierno con la intención de continuar con su barbarie. En ese momento sólo pensé en que este sujeto sin piedad iba a acabar con la vida de más personas, por lo que decidí huir más lejos de Catedral.
La calma regresó a mí
Después de un par de minutos la calma regresó a mí; ya no escuchaba disparos, por lo que decidí regresar a la Plaza de Armas e informar de lo sucedido a mis compañeros reporteros. Llegué y detrás del escenario estaba parte del staff y policías estatales amagando y desarmando a dicho sujeto, que detenido y esposado fue llevado hacia el estacionamiento de Palacio.
Pero eso no fue lo impresionante, lo que realmente me marcó fue observar la sangre que rodeaba los cuerpos de los policías que en dolor pedían ayuda.
Ahí, en ese instante, pensando me cuestioné ¿Por qué la gente hace estas cosas? Me retiré y seguí con mi trabajo, reflexionando que en esta profesión todo puede pasar.
Llegaron paramédicos de Cruz Roja, incluida una rescatista que intentó controlar a una desesperada menor, pues no dejaba de gritar, “va a regresar y nos va a matar, vámonos… vámonos”, expresaba la niña en medio de las bancas de la Catedral de Saltillo.
El paseo matutino para docenas de familias que se encontraban en Plaza de Armas se convirtió en minutos de terror al ver cómo un desconocido disparaba a un elemento del Estado, para finalmente salir armado apuntando a todos lados.
Faltaba poco para las 9:00 horas y de pronto un sonido, el cual parecía ser el de un disparo proveniente del interior de Palacio de Gobierno, llamó la atención de los múltiples visitantes a la Plaza de Armas, quienes consternados dirigieron las miradas hacia uno de los accesos principales de Palacio de Gobierno.
Justo en la entrada se encontraba un hombre forcejeando con un guardia del Estado, posteriormente éste fue vencido por su adversario, para esos momentos sólo se veía a un hombre de aspecto pandillero portando un arma calibre 38.
SE REFUGIAN EN LA CATEDRAL
Se escuchó una detonación más y la Plaza de Armas se quedaba sola, el agresor ya había lesionado a una persona más y unos cuantos paseantes se habían resguardado en la Catedral o en calles aledañas.
Pasaron cinco minutos y las sirenas de diversas corporaciones comenzaron a escucharse, poco a poco llegaban elementos de Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, Sedena, GROMS, GATE, estatales y federales, todos resguardaban el área en espera de que los lesionados y el responsable, quien ya había sido atrapado, fueran retirados del lugar.
Aparentemente el peligro había pasado y los civiles resguardados en diversas áreas comenzaban a murmurar lo sucedido, pero en medio de la desesperación una pequeña de 10 años que se encontraba en el interior de Catedral, no soportó el estrés y cayó en una crisis nerviosa.
En el lugar fueron atendidas por lo menos tres personas, esto mientras elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado resguardaban las calles laterales del lugar, donde autoridades del cuarto Grupo de Homicidios ya realizaban las diligencias necesarias.
LA CAPTURA
» Al activarse la alerta, uniformados municipales, quienes se encontraban a unas cuantas cuadras del lugar decidieron encaminarse rápidamente, así que en cuestión de minutos por lo menos dos municipales ya estaban próximos al lugar.
» En tanto para el desesperado hombre no bastó lesionar a cuatro elementos, pues al comenzar su andar e intentar avanzar un par de metros, se topó de frente con otro elemento quien intentó detenerlo, desafortunadamente no lo consiguió y recibió un impacto en el estómago.
» El uniformado vestido de civil, quedó lesionado a unos cuantos pasos de las escaleras, en tanto Segura Gutiérrez seguía avanzando, logrando dirigirse a espaladas de un escenario, donde se topó de frente con dos uniformados municipales logrando así su aseguramiento.
Agresor estaba instruido en armas
Por: CAMELIA MUÑOZ Y ROSENDO ZAVALA
El procurador Homero Ramos Gloria afirmó que el atacante de los policías del Palacio de Gobierno se encontraba en el interior del mismo y atacó por la espalda a uno de ellos, con quien forcejeó y accionó el arma de fuego. El sujeto fue identificado como José María Segura Gutiérrez, originario de Palaú, Múzquiz, cuenta con 33 años y según sus declaraciones desertó del Ejército hace años.
Tras leer un comunicado sobre los hechos suscitados en el interior del edificio, dijo que éstos ocurrieron a las 8:47 horas en la entrada norte del inmueble, a la altura del filtro de seguridad de los arcos detectores de metales.
“Caminando del interior al exterior del Palacio y después de haber pasado el filtro de seguridad, pero sin salir del pasillo, se aproximó por la espalda a uno de los guardias y lo despojó de su arma calibre 38 para iniciar una serie de movimientos que incluyeron forcejeo con varios elementos, detonación de arma de fuego y heridas a cinco oficiales del Gobierno del Estado”, explicó el funcionario.
Dijo que los oficiales se encuentran hospitalizados y estables, y fueron identificados como Mario Gallardo, Homero Mercado, Victorio Herrera Herrrera, Isidro Sandoval y Santos Ruiz
En tanto, se llevan a cabo exámenes para determinar su estado de salud y mental y si es adicto a las sustancias tóxicas.
Decidirán su futuro
Ramos Gloria puntualizó que las actividades en el inmueble se llevaron a cabo de forma normal tras realizarse los peritajes correspondientes y mencionó que el gobernador Rubén Moreira Valdez no se encontraba en el edificio, como tampoco ninguno de sus colaboradores ni miembros del gabinete.
Ahora, el sujetó que en un acto desesperado buscaba liberar a sus hermanos, espera el momento en que las autoridades decidan su futuro legal, que pinta complicado tras haber herido de bala a por lo menos cinco guardias del Palacio, realizar detonaciones y alterar el orden social.
De la calma al estruendo
Por: HUGO AGUNDIS
Todo indicaba que sería un día normal y sin mayor contratiempo. Caminando por los alrededores de la Plaza de Armas listo para empezar mi labor como reportero.
Era una mañana fresca y limpia cuando mi reloj registraba las 8:40 horas. Me encontraba preparado para mi primer enlace informativo dentro del noticiero de Radio Zócalo Saltillo, en el cual daría detalle sobre los preparativos del concierto que ofreció Margarita “La Diosa de la Cumbia” por el festejo del Día de las Madres.
Hasta ese momento todo marchaba bien, sin embargo un fuerte estruendo rompió mi calma e hizo levantarme de manera inesperada de la banca en la que estaba; al principio creí que algún material pesado con el cual se estaba armando el escenario del concierto había caído al suelo, pero supe que no era así cuando después de este ruido se escucharon otros tres más con la misma intensidad. Fue en ese momento que me percaté de que no eran simples “tronidos”, eran detonaciones de arma de fuego que salían de la entrada de Palacio de Gobierno.
En ese instante mi primera reacción fue refugiarme y alejarme del lugar, sin embargo antes de correr mi instinto me llamaba a voltear a la puerta principal de Palacio y ver qué era lo que pasaba, fue en ese lapso de tiempo que mi vista se concentró en el forcejeo entre un policía estatal y un civil que peleaban por un arma, que al final dio como resultado una detonación más que mandó al suelo al oficial.
Entre el miedo y la incertidumbre corrí con dirección a Catedral mientras escuchaba de nueva cuenta más disparos de arma de fuego; crucé la calle y me paré para voltear hacia el lugar de los hechos, ahí mi temor se incrementó cuando observé que un individuo arma en mano, salía de la entrada de Palacio de Gobierno con la intención de continuar con su barbarie. En ese momento sólo pensé en que este sujeto sin piedad iba a acabar con la vida de más personas, por lo que decidí huir más lejos de Catedral.
La calma regresó a mí
Después de un par de minutos la calma regresó a mí; ya no escuchaba disparos, por lo que decidí regresar a la Plaza de Armas e informar de lo sucedido a mis compañeros reporteros. Llegué y detrás del escenario estaba parte del staff y policías estatales amagando y desarmando a dicho sujeto, que detenido y esposado fue llevado hacia el estacionamiento de Palacio.
Pero eso no fue lo impresionante, lo que realmente me marcó fue observar la sangre que rodeaba los cuerpos de los policías que en dolor pedían ayuda.
Ahí, en ese instante, pensando me cuestioné ¿Por qué la gente hace estas cosas? Me retiré y seguí con mi trabajo, reflexionando que en esta profesión todo puede pasar.
(ZOCALO/ Carmen Villa/ 10/05/2013 - 03:00 AM)
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