martes, 12 de febrero de 2013

MOTÍN POR DROGA EN CERESO DE LOS CABOS, BCS



Empezó con un decomiso y terminó en una revuelta de reos.

Más de cien presos comenzaron la sublevación, cinco personas, entre reos y custodios, están siendo investigadas. Figura el nombre de Ricardo Flores Salazar, presunto destinatario de los estupefacientes y considerado lugarteniente del “Rey de la Droga” dentro de las penitenciarías del estado, identificado como Manuel Salvador Murillo Agúndez “El Profe” o “El Piochas”

Investigaciones ZETA
San José del Cabo, Baja California Sur.- En la disputa registrada el 7 de febrero en el interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de San José del Cabo, al cierre de esta edición destacaban tres hechos:

1. No fue un motín originado por el supuesto retraso en la entrega de alimentos a los internos; tampoco la presunta y constante falta de comida en el área de cocina de la penitenciaría.

2. Los participantes fueron más de cien reos que comenzaron la revuelta dentro de la cocina, quienes al verse acorralados por marinos y militares, corrieron hacia los dormitorios del área de procesados y sentenciados.

3. Los custodios evidenciaron que no están preparados para sofocar un incidente de este tipo, pues cuando menos uno de ellos fue tomado como rehén en medio de la trifulca que intentaba ser controlada por las Fuerzas Armadas, en virtud de que es un penal de mediana seguridad.

La versión del secretario de Gobierno y de Seguridad, Armando Martínez Vega, de que “la revuelta fue ocasionada por un supuesto malestar por el retraso en el reparto de la alimentación de los reos”, quedó evidenciada como falsedad, cuando las primeras investigaciones arrojaron que la principal causa del amotinamiento fue el reciente decomiso de un cargamento de droga que no logró llegar a su destino.

El decomiso de 47 dosis de cristal y dos de cocaína, que iban dentro de un queso de cuatro kilos -ocurrido el martes 5 de febrero-, fue el comienzo de una larga disputa que terminó con la crisis del amotinamiento.

La del jueves negro, fue una agresión directa en contra de los custodios, ya que responsabilizaron a un grupo de ellos de haber detenido el cargamento en la aduana, cuando en un movimiento inesperado, los celadores que comúnmente dejaban pasar la droga fueron cambiados; y entonces sobrevino la incautación del cargamento que no era más que el modus operandi para ingresar droga al penal.

Actualmente cinco personas, entre reos y custodios, están siendo investigadas. Figura el nombre de Ricardo Flores Salazar, presunto destinatario de la droga y considerado lugarteniente del llamado “Rey de la Droga” dentro de las penitenciarías del estado, identificado como Manuel Salvador Murillo Agúndez “El Profe” o “El Piochas”.

Flores forma parte de los 28 reos que el 9 de octubre de 2012 fueron transferidos del CERESO de La Paz, al de San José del Cabo, tras haber protagonizado en la penitenciaria de la capital un conato de motín en un pleito por el control de la droga con el recientemente liberado Adelaido Soto Aguilar o Eduardo Salas Martínez “El Güero Layo”.

La reyerta dentro del penal comenzó aproximadamente a la 1:30 pm del jueves 7 de febrero, y al cierre de esta edición (6:00 pm), un grupo de marinos y soldados se encontraba dentro del penal, en un intento por sofocar el motín.

Datos recabados por ZETA dan cuenta que el problema se había agravado porque los reos tenía cuando menos a un custodio como reo y se negaban a entregarlo, hasta en tanto, pudieran ingresar visitadores de la Comisión Estatal y Nacional de los Derechos Humanos, pues trascendió que pretendían exponer las constantes violaciones a las que son sujetos.

Cuando todo empezó, personal del área de administración y de los Juzgados fueron inmediatamente desalojados, así como el acceso principal, cerrado. La información fluía a cuentagotas porque la calle que lleva al CERESO fue clausurada, los medios de comunicación, simplemente no pudieron pasar, ya que era celosamente resguardada por policías municipales, ministeriales y estatales.

No obstante, algunos testigos expusieron a este Semanario que en el área de la cocina, había vidrios esparcidos por todos lados, así como sillas y mesas volteadas y reventadas.

La disputa empezó en la cocina, para expandirse a los talleres y área de dormitorios, donde conviven 590 reos del fuero común y 20 del fuero federal, quienes juntos hacen una población total de 610 internos.

En el CERESO de San José del Cabo, considerado de mediana seguridad, actualmente no está recluida ninguna mujer, solo radican 296 reos procesados y 288 sentenciados del fuero común, así como 6 procesados y 14 sentenciados del fuero federal.

(ZETA Baja California Sur/ febrero 11, 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario