lunes, 17 de diciembre de 2012

MALOVA: PSEUDOPILOTO Y CUENTISTA


Nuevo testimonio, ahora del alcalde de Guasave, confirma que Malova sí pilotea aeronaves de Gobierno
Paúl Mercado    
Una vez que se vio descubierto públicamente, el gobernador Mario López Valdez pretende minimizar sus culpas insistiendo en que él no pilotea el helicóptero en el que se traslada a sus giras por Sinaloa, sino que solo funge como copiloto, pero las evidencias no solo lo sumergen en la ilegalidad, sino también en la mentira.

Cuando el pasado martes 4 de diciembre el alcalde de Culiacán, Aarón Rivas Loaiza, puso al descubierto que el gobernador era quien había piloteado en una gira por Eldorado el helicóptero oficial de Gobierno del Estado, matrícula XC-SIN, diciendo: 
“Saludo con mucho respeto y aprecio al capital del helicóptero, al amigo, el gobernador Mario López Valdez”, Malova reviró tratando de restarle importancia al asunto, y dijo: “He tomado algunas clases y ahí ellos me enseñan. Vengo en el helicóptero pero el piloto a un lado. No tengo licencia, no estoy certificado pero puedo ir como copiloto”.
Entre otros testigos, su secretario de Salud Pública, Ernesto Echeverría Aispuro, le festejó a carcajadas sus ocurrentes declaraciones.

Pero el gobernador estaba mintiendo, no solo porque tampoco puede fungir como copiloto, según las leyes de aeronáutica, sino porque no era la primera vez que lo hacía.

Antes que Aarón Rivas, el pasado 8 de septiembre de 2011, el presidente municipal de Guasave, Ramón Barajas López, fue testigo de que López Valdez se asume al mando de los controles de las aeronaves oficiales de Gobierno, y de eso dio testimonio público en su discurso durante una gira del gobernador en los municipios de Guasave y Sinaloa:

“Miren, hoy viajaba con el gobernador y me di cuenta que no nada más conduce los destinos de Sinaloa, sino que conduce muy bien el helicóptero señor gobernador, la verdad, me da mucho gusto saber que también tiene esas (inaudible)… que es un buen político, pero también es un buen piloto”.

Del audio, en poder de Ríodoce, se puede deducir que hubo decenas de testigos que escucharon el dicho del alcalde, entre otros Saúl Rubio Valenzuela, alcalde de Sinaloa; Juan Ernesto Millán Pietsh, secretario de Desarrollo Social y Humano; José Luis Sevilla, secretario de Urbanismo y Obras Públicas; el síndico de Llano Grande, Ignacio Valenzuela Obeso, quien agradeció las obras; Jesús Alfredo Quintero Urías, delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; la diputada Artemisa García y el diputado Arturo Báez, además de regidores y funcionarios municipales que se dieron cita en El Opochi, municipio de Sinaloa, para poner en marcha obras carreteras por 22 millones 280 mil pesos.

El nuevo escándalo del gobernador deja en claro que alguien está mintiendo, pero aun concediendo que Malova no se asume como piloto, sino como copiloto, el asunto es delicado porque de cualquier manera estaría violando la ley… una vez más.

Y si quedara alguna duda, él mismo declaró el 14 de noviembre, en el programa de radio Testigos de la Noticia del noticiario Línea Directa, que lo critican por todo, por su comportamiento público, que va de usar máscara de luchador a repartir alimentos en los mercados, y sin que nadie le preguntara, se delató: “Y no saben que también manejo el helicóptero, si no también eso les molestaría, bueno, pues en fin”.

Pisotea la ley
Malova ha dicho que “le vale sombrilla” que lo critiquen por su particular conducta pública. No le importa lo que digan.
Pero ese no es el problema. El asunto está en que con su comportamiento, al menos en el caso de pilotear aeronaves oficiales, el gobernador está incurriendo en faltas a la normatividad y eso está penado.

La Ley de Aviación Civil, en su artículo 38, establece que toda persona que pilotee una aeronave debe contar con licencia y Malova no la tiene, según lo admitió él mismo.

Esa evidencia estaría remitiendo al artículo 86 de la citada norma, donde se fijan las sanciones para quien tripule aeronaves sin licencia, que en este caso sería una multa de cinco mil a quince mil salarios mínimos. Si el cálculo corresponde al salario mínimo del Distrito Federal, Malova tendría que pagar una multa mínima de 311 mil 650 pesos, o de 934 mil 950 pesos como máximo.

Pero también el piloto de Malova debe ser sancionado, pues el artículo 88 de la ley indica que “el piloto que permita que cualquier persona no autorizada tome el control de la aeronave se hace acreedor de una sanción”.

El primer párrafo de dicho artículo da entrada a una excepción, pues establece que la sanción no será aplicable “en casos de fuerza mayor”. Pero en ninguno de los casos en los que se señala a Malova de pilotear los helicópteros aplica.

También se estaría violando el Reglamento de Operaciones de Aeronaves Civiles, que establece que ninguna persona ajena a los pilotos miembros de la tripulación de vuelo podrá hacer uso de los controles de una aeronave en vuelo. Hay salvedades, pero en ninguna de ellas se encuentra argumento para que Malova pilotee, pues ni está autorizado por el Departamento de Aeronáutica Civil, ni por autoridad competente.

Mínimamente, la normatividad vigente le pide a Malova contar con licencia de aprendiz avalada por la Dirección General de Aeronáutica Civil, pero ni a eso llega.

Malova ha confesado que él no funge como piloto, sino como copiloto, y para que esto sea legal, también requiere licencia y certificado de que tiene las capacidades para serlo, según el artículo 80 del Reglamento de la Ley de Aviación Civil.

Este mismo artículo obliga a quien se asuma como piloto, copiloto o segundo oficial, a que cuente con bitácora de vuelo o donde conste que en los noventa días precedentes ha efectuado tres despegues y tres aterrizajes en el mismo modelo de aeronave o en un entrenador de vuelo.

Incluso la ley establece que “ninguna persona extraña a la tripulación de una aeronave puede ocupar los asientos de la misma”, y López Valdez al asumirse como copiloto admite que lo ha hecho, pero además, existen como testimonio imágenes donde el gobernador ocupa los asientos de la tripulación.

Fuentes no oficiales vinculadas al Aeropuerto Internacional de Culiacán indicaron a Ríodoce que para proceder en contra de esta irregularidad, debe levantarse un reporte que incluya el testimonio o denuncia del piloto, lo que difícilmente ocurrirá, no solo porque se trate de evidenciar a su patrón, sino porque él también incurrió en ilegalidad.

Irresponsable y arriesgado
Mario López Valdez ha declarado que lo critican por todo y que “lo que menos quiere es demeritar su puesto de gobernante”, dicho que contrasta con el hecho, pues al realizar estas maniobras de aviación no solo pone en peligro su vida, sino a la institución que representa, a quienes lo acompañan y a civiles por sobre quienes sobrevuela.

El diputado Luis Antonio Cárdenas Fonseca, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso del Estado, dijo a Ríodoce que sí inquieta el espacio de riesgo en que se coloca el gobernador: “A mi juicio innecesario”.

—¿Cómo se ve desde el Congreso este nuevo episodio de las ocurrencias del gobernador?
—Personalmente, considero que no debe asumir más riesgos el gobernador de los que ya por su propia investidura tiene, porque a mí, como a cualquier otro ciudadano sinaloense, me interesa que el gobernador desarrolle su actividad en las mejores condiciones.

Y mientras el diputado priista le sugiere “que se cuide mucho”, porque no es cualquier ciudadano, sino el que carga sobre sus espaldas la responsabilidad del estado, el legislador perredista, Luis Javier Corvera Quevedo, calificó el hecho como algo desafortunado y de correr riesgos innecesarios.

“Lo que está haciendo, o es arriesgarse o exhibirse. Cualquiera de las dos cosas”, precisó.

—Escucho la constante de que se trata de un riesgo innecesario, y después de esto el gobernador anuncia que va a conseguir su licencia, ¿cómo ves el anuncio?
—Pues, que es parte de la necedad de un gobernador que no está viendo en torno a su figura como gobernante.

Dijo que si hubiera un contrapeso político, la disposición del grupo mayoritario en el Congreso, fuera posible, si no ponerle un freno a los desplantes del mandatario, al menos exhortarlo a que corrija su conducta pública.

Así pues, lejos de corregir, el gobernador anunció el viernes pasado, cuando inauguraba una mina en la sindicatura Las Tapias, que tomará clases para buscar la certificación que le permita obtener licencia de piloto, e insiste que lo hará para no correr riesgos y saber cómo reaccionar en caso de que algo le pase al piloto en pleno vuelo.

En otro evento, en el Centro Histórico de la capital, dejó entrever que no le importaba que lo metieran a la cárcel ni que le impongan una multa millonaria, pues al cabo que ya había pagado en alguna ocasión 100 mil pesos por una “bateada”, cuando participó indebidamente en un juego de beisbol profesional.

Tras recordarle a fuentes consultadas por Ríodoce, entre ellas legisladores, pilotos, regidores y abogados, que la caja negra del avión en que murió el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, era piloteado por el funcionario federal, la constante fue que no se puede descartar algo similar.

Heriberto Arias Suárez, dirigente del PRD, dijo que esta situación era novedosa e invitó a Malova a mejor dedicarse a pilotear Sinaloa de manera correcta.

Pero no se trata de ninguna novedad, pues el testimonio del alcalde de Guasave, Ramón Barajas López, prueba que al menos el gobernador pilotea las aeronaves oficiales desde hace más de un año.


¿Qué dice la ley?

Que Malova violó el artículo 38 de la Ley de Aviación Civil1.

Artículo 38. El personal técnico aeronáutico está constituido por el personal de vuelo que interviene directamente en la operación de la aeronave (…) Dicho personal deberá (…) contar con las licencias respectivas, previa comprobación de los requisitos de capacidad, aptitud física, exámenes, experiencia y pericia.
1 Ley vigente a septiembre de 2012.

Frases:
“Miren, hoy viajaba con el gobernador y me di cuenta que no nada más conduce los destinos de Sinaloa, sino que conduce muy bien el helicóptero señor gobernador, la verdad, me da mucho gusto saber que también tiene esas (inaudible)… que es un buen político, pero también es un buen piloto”.

—Ramón Barajas López, presidente municipal de Guasave. El 8 de septiembre de 2011 en El Opochi, Sinaloa.
“Saludo con mucho respeto y aprecio al capital del helicóptero, al amigo, el gobernador Mario López Valdez. Muchas gracias gobernador. Y lo digo porque él venía piloteando la aeronave; no tuvimos ningún problema, espero que en el traslado a Sanalona nos vaya de la misma manera. Así que adelante señor capitán, muchas gracias”.
—Aarón Rivas Loaiza, presidente municipal de Culiacán. El 4 de diciembre de 2012 en Eldorado, Culiacán.
“He tomado algunas clases y ahí ellos me enseñan, vengo en el helicóptero, pero, el piloto a un lado, este… no tengo licencia, no estoy certificado, pero puedo ir ahí como copiloto, y meto la mano, y meto el pedal, y meto las cosas porque, a la hora de alguna emergencia con un piloto arriba quiero cuando menos no aletear para ver si me puedo salvar… ¿cómo puedo defender mi vida?, yo le aseguro que si le pasara algo al piloto yo ya no me mato, yo sé cómo bajar el aparato y cómo subirlo”.

—Mario López Valdez, gobernador del estado de Sinaloa, al responder la pregunta de la reportera Dámaris López de Canal Tres de ¿dónde aprendió a pilotear?
 

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