lunes, 20 de febrero de 2012

PLEITO A BALAZOS EN EL SAUZAL


Al menos 15 integrantes de los Villarreal han sido amedrentados luego de heredar 20 hectáreas de terreno que han sido propiedad de la familia por 30 años, mismas que fueron objeto de un supuesto fraude. 

Los afectados denuncian que ésa es la causa de la lesión de bala que sufrió Andrés Avelino Villarreal Agúndez, de 50 años de edad, al ser atacado el 3 de febrero por Cosme Remigio Herrera García y otro sujeto identificado como Manuel de Jesús de los Santos León, agente ministerial.

Investigaciones ZETA
Amenazas de muerte desde 2011 dirigidas a por lo menos 15 integrantes de la familia Villarreal, residentes de El Sauzal, y el disparo con arma de fuego que involucró a un policía ministerial, donde el 3 de febrero una bala pasó a escasos centímetros del abdomen de Andrés Avelino Villarreal Agúndez, de 50 años de edad, forman parte de una pugna legal e ilegal por obtener más de 20 hectáreas de terrenos que durante 30 años habían sido propiedad de esa familia.

“¡Yo soy Valente Mendoza, soy cobrador y me mandó mi patrón!”, es la frase que más recuerda Andrés Villarreal y que repetía en cada visita, desde febrero hasta julio de 2011, uno de los sujetos que formaba parte de un comando armado de entre 12 y 14 personas que se movían por las calles de El Sauzal en unos cinco vehículos. Rodeaban y bloqueaban las salidas durante un par de minutos del Rancho Villarreal, y les demandaban a gritos 200 mil dólares por una “deuda comprada” por su patrón. También les decían que se fueran de esos terrenos, pues ya no eran de ellos. De no cumplir, los matarían con todo e hijos.

Las actividades de este comando armado fueron registradas formalmente en julio de 2011, bajo el oficio AP/2020/11/300, explicó el actual abogado de la familia, Carlos Alonso Cadena Luna.

De acuerdo con lo que relataron Cadena Luna y el propio Andrés Villarreal, la punta del iceberg de una serie de historias ligadas y encaminadas a la obtención de las propiedades de los Villarreal, de acuerdo con lo que relataron Cadena Luna y el propio Andrés Villarreal.

El problema, aseguran, proviene de una serie de engaños de quien fuera anterior contador de la familia Villarreal, Martín Ramos Cruz, y la participación de uno de los integrantes de la familia, Antonio Villarreal Agúndez.

A decir de Cadena Luna y Andrés Villarreal, “utilizando documentación falsa”, Ramos realizó negocios con patrimonio de la familia Villarreal. 

Por ejemplo, dio de alta, a su nombre, en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio en Ensenada, un predio de la familia y negoció su venta a un grupo de inversionistas, quienes planeaban construir un fraccionamiento, acordando un precio de 200 mil dólares.

Según la historia que narra el abogado Cadena, en dicha transacción, que originalmente beneficiaría a los Villarreal, Ramos recibió 45 mil dólares de adelanto que nunca llegaron a esa familia, y en su lugar, rentó oficinas en un edificio, provocando -luego de que los inversionistas no pudieron hacer uso de los predios- un juicio ejecutivo mercantil a finales de 2010 con número de expediente 335/2010-“B”, “María Dolores Cabrera Arellano vs. Andrés Avelino Villarreal Agúndez y otros”. Al no poderse comprobar que los 45 mil dólares estaban en poder de los Villarreal, el juicio no prosperó.

Andrés comentó que su hermano, Antonio Villarreal Agúndez, junto con Martín Ramos Cruz, le hicieron firmar un documento bajo engaños a mediados del año 2010, en la Notaría Número 3 de la ciudad de Mexicali. 

Documento que, le aseguraban, daría poder de representación y cobranzas a Ramos, pero con el cual se logró concretar como dación en pago, terrenos de los Villarreal directamente a Ramos Cruz; propiedades ubicadas en la zona conocida como La Calera, en el fraccionamiento Brisas del Mar, del Sauzal, donde viven unas 15 personas de la familia Villarreal.

Según datos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) en Ensenada, uno de los terrenos a nombre de Martín Ramos se encuentra bajo clave catastral ES-Q62-040, Fracción A1 del predio La Calera, con superficie de 80 mil 878.956 metros cuadrados;  el otro, con clave ES-S62-122 Fracción A2 del predio La Calera, tiene una superficie de 154 mil 884.04 metros cuadrados.

Según Cadena, los Villarreal proyectaban vender los terrenos para el desarrollo de viviendas, sin embargo, desde inicios de 2011 comenzaron a recibir constantes amenazas.

Tras el juicio con los inversionistas que perdieron los 45 mil dólares, explicó el abogado, uno de sus colegas, de nombre Joel, inconforme con los resultados, les advirtió: “¡Les voy a mandar un narco-cobrador para que paguen, hijos de su puta madre!”.

El 17 de febrero de 2011 apareció en el Rancho Villarreal quien se hacía llamar Sergio Valente Mendoza, “un auténtico sicario, con una personalidad que hacía temblar… tenía cara de sicario de película”, refiere Cadena.

Llegaban en vehículos distintos, un pick-up Toyota color verde; un Ford Ranger color blanco modelo 2001; un pick-up Chevrolet modelo 80, viejo y de color gris; además de carros compactos. A veces cambiaban de vehículos en cada visita.

En ese entonces Sergio Valente, de quien posteriormente se conocería su nombre real, les dijo: “Mi patrón compró la deuda en 20 mil dólares, pero él tiene que ganar y pide 200 mil… tienen seis días para entregar, si no, los vamos a matar con todo e hijos”.

La escena se repetía dos veces por semana, los sujetos con armas largas amagaban a los integrantes de la familia Villarreal. 

Obtuvieron los números de celular de prácticamente todos y los llamaban, amenazándolos, describiéndoles la vestimenta que llevaban las muchachas o los niños cuando salían de casa, aumentando el miedo entre la familia.

“Mi patrón ya me ordenó cortar cabezas”, les dijo una vez el sujeto, según Andrés Villarreal, quien actualmente tiene 50 años de edad. 

En otra ocasión, narró, mientras familiares se encontraban en una de las oficinas de su negocio, ubicado en Calle Argentina número 730, Colonia Lomitas, en la zona urbana de Ensenada, arribaron los mismos hombres del comando armado en tres vehículos, bloqueando la puerta de acceso. 

Ahí les hicieron firmar a la fuerza un contrato hecho a mano, donde les cedían tres hectáreas como garantía de que sí les pagarían los 200 mil dólares.

Mientras les pedían prórrogas para pagar esa suma, decidieron tenderles una trampa en una de sus visitas al Rancho Villarreal en El Sauzal. Trampa que en conjunto con la Policía Municipal de esa delegación, funcionó,  y el 14 de julio de 2011 fue detenido en la propiedad de los Villarreal, aunque sin armas, Ezequiel Navarro Jiménez, de 38 años de edad, quien de acuerdo a Cadena, es la persona que se hacía llamar Sergio Valente y amenazaba a los residentes del rancho.

La detención está registrada bajo el oficio 0840/11/80 de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Ensenada, con la fecha arriba citada, donde Navarro Jiménez fue entregado a la Agencia del Ministerio Público por el juez calificador en turno, Juan Carlos Carrizales Cornejo.

Cadena Luna explicó que mientras Navarro era procesado en la estación oriente ese día, de donde salió libre después, arribaron varios de los integrantes del comando que habitualmente llegaba armado al Rancho Villarreal, “y se plantan en la estación”, mientras le indicaba al juez en turno que ellos eran parte del grupo de sujetos que amenazaban a sus clientes, sin que nada ocurriera.

“Uno de ellos es sobrino de Efrén Cabrera, un gordo pelón con aspecto de cholo y que es un ex Army (ex militar estadounidense)”. Años atrás, Efrén había sido abogado de la familia. Es hermano de una de las demandantes del caso de la inversión de los 200 mil dólares, María Dolores Cabrera Arellano. El nombre de Cabrera apareció en un deslinde topográfico de los terrenos de los Villarreal, elaborado luego de la asignación de terrenos a Martín Ramos Cruz.
Ese mismo día, Cadena explicó que un funcionario del gobierno estatal, de quien se reservó el nombre, acudió a la estación oriente de la SSPM en defensa de Navarro Jiménez o “Sergio Valente Mendoza”, y advirtió entonces nexos entre Efrén Cabrera, Martín Ramos Cruz, el funcionario estatal, los registros en el RPPC, el pleito de los inversionistas y las amenazas a los Villarreal para que dejaran los terrenos de El Sauzal.

En una reunión que sostuvo con él ese mismo día, Cadena le advirtió a Cabrera que si algo les ocurría, él ya estaba bien identificado. Desde entonces, dijo, las amenazas a la familia cesaron.

Meses después, volvería a aparecer el nombre de Ezequiel Navarro Jiménez. De acuerdo con Lydia Gallegos Aguilar, subprocuradora de zona Ensenada de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el 1 de enero de 2012, Ezequiel Navarro Jiménez, 38 años, fue consignado por privar de la vida con arma de fuego a Misael Espinoza Álvarez, la medianoche del viernes 30 de diciembre de 2011, en el interior de la vivienda del occiso, ubicada en Calle Colinas de Ensenada, rumbo a la zona arbolada de La Encantada. 

El sospechoso lesionó con la misma arma de fuego a una persona identificada como Leonardo Nájera, quien relató que esa noche los tres sujetos se encontraban reunidos en la casa de la víctima, y en un momento dado, Navarro Jiménez salió argumentando que iba por una muchacha, pero regresó disparando, argumentó la PGJE.

De acuerdo con la autoridad, Navarro Jiménez fue encerrado en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de Ensenada y puesto a disposición del Juzgado en turno, quien determinará su situación legal.

Para el abogado de la familia Villarreal, los hechos prueban que el sujeto sí es una persona peligrosa.

Semanas después, otro suceso involucró a sujetos con armas de fuego, dentro de la propiedad de los Villarreal.

El 3 de febrero de 2012, alrededor de las 14:00 horas, dos hombres se encontraban en el Rancho Villarreal.

Cadena y Andrés Villarreal, presentes en el sitio junto con otra persona que solicitó el anonimato, comentaron a ZETA que se acercaron a los sujetos para preguntarles el motivo de su visita, obteniendo como respuesta de uno de ellos, que eran agentes del Ministerio Público del estado, adscritos a Tijuana, y que estaban ahí porque esos terrenos eran propiedad del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda (INDIVI) y del gobierno del estado, y que debían abandonarlos.

Luego, al solicitarle Cadena una identificación como policía ministerial y el número de averiguación previa bajo el cual realizaba la investigación, el sujeto comenzó a tornarse agresivo. Cadena le pidió a Andrés Villarreal reportar a las autoridades la presencia de los sujetos vía celular, sospechando algo irregular, mientras el hombre, posteriormente identificado como Cosme Remigio Herrera García, de 42 años de edad, se encontraba justo frente a ellos y le gritó al otro sujeto que sería identificado como Manuel de Jesús de los Santos León, de 35 años de edad, ubicado junto a su vehículo, una Ford Explorer color oro, modelo 2003, con placas BHA-6928, a varios metros de distancia: “¡Pareja!, ¡es un abogado, aviénteme los fierros!”.

En ese momento, De los Santos León lanzaría una pistola a Herrera García, cayéndole cerca de los pies, y posteriormente un cargador. Entonces, declaró Andrés Villarreal, el sujeto se agacha, toma la pistola con la mano derecha, mete el cargador con la mano izquierda, “cerrojea” la pistola y se incorpora, colocándola cerca de su cintura, cuando de pronto se dispara, pasando la bala a unos centímetros del abdomen de Villarreal, quien estaba marcando desde su celular, quedándose inmóvil por la impresión.

Después, De los Santos, quien portaba un arma larga y la mantenía apuntándola hacia donde se encontraban Cadena y Villarreal, le gritó al otro sujeto: “¡Vámonos, la cagaste!, ¡el casquillo, el casquillo!”.

Mientras Herrera buscaba el casquillo y Villarreal seguía inmóvil, Cadena se había comunicado con el delegado municipal de El Sauzal, Matías Santos Martínez, asegurándole que habían disparado y proporcionándole los datos. 

En un inicio Cadena pensaba que habían herido a Villarreal. Luego, mientras los dos hombres se retiraban del lugar, el primero logró observar el número de placas, y entonces se montó un operativo con la Policía Municipal de El Sauzal, que derivaría en una persecución carretera hasta el municipio de Playas de Rosarito, en la zona conocida como Popotla.

La corretiza incluyó helicóptero, elementos de la Secretaría de Marina, policías federales, estatales, ministeriales y municipales de ambos municipios, para concluir cerca del Kilómetro 54 de la carretera libre Tijuana-Ensenada.

A los sujetos se les incautó un fusil marca Colt calibre .223, abastecido con un cargador y 24 cartuchos útiles del mismo calibre, y uno más en la recámara, listo para ser disparado, además de una pistola tipo escuadra marca HK calibre .9 milímetros, con 12 cartucho útiles y uno en la recámara, “listo para ser disparado”, indicó la SSPM de Ensenada.

Posteriormente se confirmó que De los Santos era agente ministerial, y Herrera García no.

El 7 de febrero, la PGJE dio a conocer que De los Santos había sido suspendido de sus labores mientras era investigado:

 “Esta instancia inició una investigación administrativa por el actuar del servidor público, y  a su vez inició otra averiguación penal en contra de los dos imputados por los delitos de disparo de arma de fuego, amenazas y  allanamiento de morada. 

De la propia investigación y en base a diversas probanzas, la Visitaduría estableció que Manuel de Jesús de los Santos León no se encontraba en uso de sus funciones como agente de la Policía Ministerial, al momento de los hechos.

Sin embargo, al ser detenido le fueron decomisadas un arma larga AR-15 y otra corta tipo pistola, ambas armas de cargo. En ese sentido, esta instancia les practicó la prueba pericial de rodizonato de sodio a los imputados, la cual dio negativa en ambos casos. Los dos solicitaron libertad bajo caución, misma que fue concedida el 4 de febrero a las 22:50 horas.

Pese a los hechos, al día siguiente se encontraban libres, mientras Andrés Villareal era internado, según confirmaron autoridades de salud el 5 de febrero en un hospital de Ensenada, donde se le diagnosticó hipertensión arterial y fue puesto bajo observación, al presentar una crisis por el susto generado tras el disparo. “Estuve ahí todo el domingo”, dijo Villarreal, asegurando que por poco tenía un paro cardíaco.

Sin embargo, el problema de la familia Villarreal persiste, ya que los terrenos a nombre de Martín Ramos Cruz están registrados formalmente en el RPPC y, de acuerdo a Cadena, aún persisten intereses de empresarios que aseguran haber comprado las tierras, como es el caso de la desarrolladora SEDES.

 El abogado afirma que los apoderados  de esa empresa les han dicho que pagaron 6 millones de pesos a Ramos Cruz por los terrenos, y lo han manifestado a los Villarreal. 

Además, que dos casas de esa empresa, en un fraccionamiento de nombre Gali Residencial, ubicado cerca del fraccionamiento Villa Bonita en la Zona Este de Ensenada, están a nombre una de Ramos Cruz, y la otra de Antonio Villarreal Agúndez.

Hasta la fecha, Antonio Villarreal y Martín Ramos no han podido ser localizados, ni siquiera por los propios familiares, como asegura Andrés Villarreal.

El lío, dice, los ha colocado en un punto donde lo que quieren es salirse de un rancho comprado por su padre hace casi 30 años atrás, y que al momento de adquirirlo, recuerda Andrés, su madre dijo: 

“¿Para qué compras esos terrenos tan grandes?, lo único que nos van a traer son problemas”.

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