El Universal
Distrito
Federal— Una riña entre 'Zetas' y miembros del 'Cártel del Golfo' en el
Centro de Readaptación Social de Apodaca dejó 44 reos acuchillados, degollados o
muertos a golpes. El vocero de Seguridad Pública de Nuevo León, Jorge Domene
Zambrano, informó que se investiga si la reyerta —donde no se reportaron heridos
oficialmente— pudo servir como “distractor” para una fuga de reclusos, ya que
tras el enfrentamiento hay “ausencias”.
El Gobierno de Nuevo León
solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Policía Federal apoyar en
la seguridad de los penales de la entidad. La confrontación entre internos del
penal de Apodaca, ubicado en el municipio de Escobedo, a unos 200 metros al
poniente de la sede de la Séptima Zona Militar, ocurre en un centro de reclusión
donde el número de internos se disparó —según Domene Zambrano— por detenciones
del orden federal.
El funcionario dio a conocer también que quedaron
sujetos a investigación 17 empleados de seguridad, además del director del
centro penitenciario, Gilberto Ceseña, por estos hechos, que en un principio se
manejó derivaron de una disputa de poder entre miembros ligados al 'Cártel del
Golfo' y sus enemigos 'Los Zetas'.
Agregó que aún se ignora cómo pudo
ocurrir la apertura de puertas entre ambulatorio C y D, y se produjera durante
la madrugada la confrontación entre internos.
Mientras, familiares de los
internos del penal de Apodaca se apostaron desde temprano frente a las
instalaciones del penal para exigir información sobre sus parientes.
Con
gritos y, en algunos casos, con piedras, jalones e insultos a la policía –al
menos un uniformado resultó herido– que resguardaba el lugar, los inconformes
exigieron incluso la presencia de autoridades estatales y al no encontrar
respuesta optaron por bloquear la carretera que lleva a ese centro
penitenciario.
Al conocerse de la muerte de 44 internos, el hecho de
mayor violencia ocurrido en la historia penitenciaria del país, la Comisión
Estatal de Derechos Humanos (CEDH) intervino para que mujeres y niños que se
encontraban durante la madrugada de ayer en visita conyugal abandonaran las
instalaciones con seguridad, luego de que se mantuvieron parapetados en los
cubículos ubicados a unos 200 metros de donde se encuentra el patio central y
que separa los ambulatorios donde quedaron las víctimas.
Las 44 muertes
en la cárcel de Apodaca, que padece sobrepoblación, corrupción, hacinamiento,
drogadicción y otros problemas, pudieron ser el preludio de una fuga, según
Domene Zambrano.
—¿Por qué la presunción de una fuga?, se le
preguntó.
—Porque en el conteo y cuando ya podemos confirmar la cantidad
de fallecidos hay ausencias.
—¿Cuántos reos son?
—Es prematuro, yo
diría que nos tuvieran esa consideración para no dar imprecisiones. El proceso
de consulta sigue y estará en unas horas más. Estamos en ese
conteo”.
También se investiga si los celadores recibieron amenazas del
exterior para colaborar en la riña y en la supuesta fuga. Por lo pronto, el
gobierno estatal abrió una oficina en el anfiteatro del Hospital Universitario
para atención de entrega de cuerpos a los familiares, quienes hasta anoche
permanecían a las afueras del centro penitenciario en espera de
noticias.
El vocero precisó que las 10 víctimas identificadas hasta ahora
son: Jonathan David Valdés Ramos, Édgar Torres, Martín Vázquez, Francisco Prado,
Mauro Torres, José Luis Yánez, Diego Alberto, Aarón, Oswaldo Miranda, Bernardo
Villanueva e Israel Padrón Castro. No se indicó si pertenecían a uno u otro
grupo criminal que participó en la riña.
En tanto, autoridades estatales
y servicios forenses informaron anoche que habían logrado identificar a 35 de
los 44 reos que fallecieron.
Los familiares iniciaron los procesos para
recoger los cuerpos en una mesa de atención que instaló el gobierno estatal. La
identificación se llevó a cabo en el Servicio Médico Forense del Hospital
Univesitario. (El Universal)
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