MUEREN 258 REOS ATRAPADOS EN SUS CELDAS EN HONDURAS

Tras descartarse la primera hipótesis, la de un cortocircuito, el fuego habría comenzado con el incendio de una colchoneta por parte de un reo

TEGUCIGALPA .- Un enorme incendio que se declaró en la madrugada de ayer en una prisión de Honduras provocó la muerte de al menos 358 presos que quedaron atrapados en sus celdas de la cárcel de la ciudad de Comayagua, a unos 75 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

La cárcel alojaba a más de 800 prisioneros, casi el doble de su capacidad. Muchos de los reos purgaban penas relacionadas con el crimen organizado, que se ha disparado en los últimos años por la presencia de cárteles mexicanos.

Tras descartarse la primera hipótesis, la de un cortocircuito, el fuego habría comenzado con el incendio de una colchoneta por parte de un reo, según declaró la gobernadora de Comayagua, Paola Castro, quien señaló que otro prisionero la llamó angustiado pidiendo que dieran aviso a los bomberos.

“Él y sus compañeros escaparon de morir rompiendo el techo del módulo. Me llamó pidiendo auxilio que se enviara a los bomberos y se abrieran las celdas porque si no iban a morir todos por el fuego”, dijo.

“Escuchamos lamentos”. En el incendio de ayer, el peor en una cárcel en Latinoamérica en el último cuarto de siglo, la mayoría de los reos murieron calcinados tras gritar pidiendo auxilio, atrapados en sus propias celdas.

“Escuchamos lamentos de la gente que estaba prendida en fuego”, relató un reo sobreviviente, quien dijo que tenía una mano y varios dedos fracturados. “Reventamos las láminas de arriba para poder salir”, agregó.

Después de que el fuego fue sofocado, en el interior de la cárcel había cuerpos calcinados, en su mayoría irreconocibles, dijeron autoridades.

“Es un escenario terrible el que se observa en la cárcel”, dijo la jefa de fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera, desde el interior del penal.

Autoridades suspendidas. Mientras los angustiados familiares esperan la ardua tarea de reconocer los cadáveres, algunos completamente calcinados, el presidente Porfirio Lobo dijo en cadena nacional que había suspendido de sus cargos a funcionarios encargados del penal de Comayagua y a la administración las cárceles de todo el país para buscar que la investigación sea transparente.