jueves, 16 de febrero de 2012

ESTOY ARREPENTIDO, NO SE LO DESEO A MI PEOR ENEMIGO: MIGUEL SACAL, EMPRESARIO QUE GOLPEÓ A VALET PARKING EN MÉXICO


Miguel Moises Sacal Smeke

MÉXICO, D.F.- El empresario Miguel Sacal Smeke, quien fuera captado en un video golpeando a un empleado de un valet parking, no buscará amparos, ni ningún recurso en este proceso judicial, dejará que fluyan las cosas tras ser ingresado en el Reclusorio Oriente, adelantó su abogada Adriana Vargas Gaona.


Sobre el estado de ánimo del detenido, la litigante admitió que se encuentra deprimido, enfermo y arrepentido.

"No le deseo esto ni a mi peor enemigo", le dijo Sacal Smeke a Vargas Gaona, según relata la propia abogada.

En una entrevista concedida a Héctor Jiménez Landín para "México despierta" de W Radio, la defensora de Sacal Smeke dio pormenores de lo que enfrenta su cliente. "Está apenado, arrepentido, verdaderamente arrepentido", insistió Vargas Gaona quien comenta que en las próximas horas s dará a conocer una cartas que dirigirá el empresario textilero a los medios de comunicación.

El contenido central del menaje será que lo que hizo estuvo mal y que está fuera de todo acto de civilidad.

A la abogada se le entrecortan las palabras cuando habla de la salud de su cliente y en principio dice a secas que "se encuentra muy deprimido" y que está dispuesto a pagar como sea necesario para resarcir el daño.

"Toda su familia, que es mucha, está preocupada y está al tanto de la salud de Miguel Sacal", relata Vargas Gaona.

En la conversación afirma una y otra vez que su defendido está "verdaderamente arrepentido por lo que pasó".

Y también hace notar lo que en las platicas con su defendido le ha dicho en varias ocasiones: "Esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo".

El empresario Miguel Sacal fue ingresado ayer miércoles al Reclusorio Oriente sin posibilidad de obtener su libertad bajo fianza, luego de que las autoridades decidieran ejercer acción legal en su contra tras la difusión de un video donde se observa como agrede con golpes y patadas a Hugo Enrique Vera, un empleado del edificio donde vive. 

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