Debe también aclararse, lo que algunas veces por ignorancia o por mala fe se
oculta: muchos, tal vez la mayoría de los juzgados, eran reconciliados por
abjurar de los pecados cometidos, tanto así que Enrique VIII de Inglaterra mató
a muchas más personas en 10 años de persecución religiosa que El Santo Oficio en
600 años.
Pero como el objetivo es desprestigiar todo lo español y enaltecer lo sajón, pues venga la charra de los ” miles y miles de indios llevados cruelmente a la hoguera…” con la que hasta hoy en día algunos maestros ignorantones envenenan el alma de la plebada.
Los Autos de Fe, o sean los eventos donde se leían las causas, se exponían al escarnio público a los penitenciados, y se aplicaban algunos castigos, eran increíblemente solemnes y hasta espectaculares… Una auténtica alfombra roja que dirían ahora, con la participación de todo el aparato gubernamental y eclesiástico, desde el virrey y el arzobispo para abajo, todos compitiendo en boato y ostentación.
Como aquel realizado, por ejemplo, el lunes 16 se abril de 1646, donde encuentro un caso, no sé si llamarlo chusco o dramático:
Fue entonces penitenciada una tal doña Francisca Texoso, natural de Sevilla, pero vecina de Veracruz de oficio panadera.
Fue presa por judia observante de La Ly Muerta de Moisén y sentenciada a perdida de bienes, cárcel por seis meses y destierro perpetuo.
Durante su proceso confesó que: “para tener mejor venta del pan que amasaba y que saliese más sabroso y blanco, ella y sus hermanas le amasaban con agua que antes les había servido de lavarse ciertas partes inmundas…”
Vea pues, el amigo lector, que tan viejo es el remedio (?) que algunas doñas hoy en día practican para amansar a sus coscolinos consortes…! (FIN).
(-eusebioosuna)
Pero como el objetivo es desprestigiar todo lo español y enaltecer lo sajón, pues venga la charra de los ” miles y miles de indios llevados cruelmente a la hoguera…” con la que hasta hoy en día algunos maestros ignorantones envenenan el alma de la plebada.
Los Autos de Fe, o sean los eventos donde se leían las causas, se exponían al escarnio público a los penitenciados, y se aplicaban algunos castigos, eran increíblemente solemnes y hasta espectaculares… Una auténtica alfombra roja que dirían ahora, con la participación de todo el aparato gubernamental y eclesiástico, desde el virrey y el arzobispo para abajo, todos compitiendo en boato y ostentación.
Como aquel realizado, por ejemplo, el lunes 16 se abril de 1646, donde encuentro un caso, no sé si llamarlo chusco o dramático:
Fue entonces penitenciada una tal doña Francisca Texoso, natural de Sevilla, pero vecina de Veracruz de oficio panadera.
Fue presa por judia observante de La Ly Muerta de Moisén y sentenciada a perdida de bienes, cárcel por seis meses y destierro perpetuo.
Durante su proceso confesó que: “para tener mejor venta del pan que amasaba y que saliese más sabroso y blanco, ella y sus hermanas le amasaban con agua que antes les había servido de lavarse ciertas partes inmundas…”
Vea pues, el amigo lector, que tan viejo es el remedio (?) que algunas doñas hoy en día practican para amansar a sus coscolinos consortes…! (FIN).
(-eusebioosuna)
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