jueves, 16 de febrero de 2012

LOS TRAPOS SUCIOS


 


Agentes de la DSP denuncian favoritismos al interior de la corporación

Elier Lizárraga 
Al interior de la Dirección de Servicios de Protección de la Secretaría de Seguridad Pública se vienen dando una serie de irregularidades de unos meses a la fecha, como la falta de pagos de servicios de resguardo, no aumento de salario y degradación de los elementos. 



Pero el que más alarma a los agentes de protección es el acomodo de nuevos elementos en grados altos sin tomar en cuenta a quienes tienen más tiempo laborando.


Esta denuncia surgió a raíz de una serie de inconformidades que expuso un grupo de agentes de esa dirección, resueltos a exigir ante su superior que se le diera solución a sus demandas.

“Ellos acomodan a los nuevos, les dan grados de primer oficial y a otros compañeros que tienen más de diez años los mantienen como policía segundo o tercero. Los mandos no cuentan con el perfil necesario para cumplir esa función, se refieren a nosotros como si no fuéramos nada”, dijo uno de los elementos sin revelar su identidad por temor a represalias.

Incluso David Mendoza, subcoordinador operativo de dicha dirección, admitió que se da esta práctica, pero “únicamente en situaciones de emergencia, cuando hacen falta elementos y no hay nadie que no esté comisionado a alguna tarea, se les otorgan cargos de manera temporal a los elementos más nuevos”.

“Cuando entra un elemento nuevo, el sistema es ponerlo abajo para que los demás salgan. Hay veces que no hay oportunidad de moverlos a todos porque el elemento nuevo es un expolicía, y si yo lo califico para un servicio como ese y no tengo a nadie, se le da la orden. No es este el sistema normal”, dijo.

Esta práctica, manifestó Mendoza, se da “para salir del paso”. No ha podido regularizar a todos los elementos, pues muchas veces los empresarios que solicitan los servicios de la dependencia requieren a dos elementos más y no hay agentes disponibles, entonces se envía a los nuevos. 



En la actualidad, se está haciendo un registro para enviar a los viejos reclutas a puestos de más relevancia y que los nuevos cubran los huecos que los otros dejan.

Pero no es esta la única irregularidad, los elementos de Servicios de Protección son obligados a firmar un documento en el cual queda establecido que ellos están de acuerdo a que se les baje el sueldo y se les reduzca el grado sin motivo o explicación alguna. 



De negarse a firmarlo, los empleados no reciben oficio de comisión para realizar sus labores y permanecen concentrados en las fuerzas de reserva.

El documento, del cual Ríodoce tiene copia, lo entregan sin sellos, sin firmas y sin explicar quién dio la orden de que esto se ejecute de esta manera e indica que la categoría que reciban los agentes será de manera temporal, ya sea por petición de la empresa o por el no cumplimiento de sus responsabilidades en la prestación del servicio de seguridad especializada. 



Con dicha orden, los elementos no pierden solo el grado, sino los beneficios económicos que con este tiene.

“Al momento de darse por terminada su comisión”, reza el oficio, “se le disminuye la categoría y las percepciones económicas, por lo que pasará a fuerzas de reserva de esta dirección, mientras tanto exista una nueva comisión a desarrollar, para que le sea asignada una nueva categoría y restablezca el incremento de su percepción económica”.

Durante una manifestación en las instalaciones de la Dirección de Servicios de Protección, los agentes denunciaron también la falta de pagos pendientes por servicios prestados durante la temporada de la Feria Ganadera, además de que los obligaron a trabajar horas extra y no se las pagaron.

El pago por este servicio se realizó desde el 5 de diciembre de 2011. El procedimiento normal de esto, explicó Carlos Alberto Rodríguez Rojo, coordinador de la zona centro de dicha dirección, quien salió a atender las inconformidades de los policías de protección, es que los empresarios pagan por adelantado la prestación de servicio a Gobierno del Estado y este remite el pago al área correspondiente dos meses más tarde. Sin embargo, a la fecha no se ha realizado el pago de este ni de las horas extras.

“Yo sé que los empresarios pagan por adelantado, es un trámite que está llevando Gobierno. Todos necesitan el dinero aquí, pero es el proceso y nosotros ya lo estamos llevando a cabo en la Secretaría de Seguridad Pública. De nuestra parte no ha habido de que nos atoremos en algo, les hemos echado la mano”, les dijo a los agentes.

Pero las quejas continúan, pues nadie sabe dónde está el dinero que por ley les toca. Las horas extras laboradas durante la Feria Ganadera no se les han pagado, aunque la mayoría de ellos ya había realizado sus labores normales durante el día. “A todos nos obligaron a ir. Muchos ya andaban cansados y se querían retirar de sus labores, pero les dijeron que tenían que ir de a fuerzas”, explican los agentes.

Por otro lado, los agentes también se inconformaron por el mal estado en el que se encuentra el equipo con el que trabajan y la mala calidad de las armas. Incluso hay quienes tienen que presentarse a sus puestos de trabajo con el uniforme roto porque no les han dado uno nuevo.
 

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