Raúl Espriú, ingeniero guaymense que
toma parte en el equipo de prospección de suelos para encontrar petróleo bajo
superficies marinas, lo acaba de comprobar en la incursión científica que
realizan frente a las islas de Trinidad y Tobago en Sudamérica.
Su nave,
un buque noruego de investigación con tecnología de punta –donde por 14 años ha
navegado los siete mares– hacía su tarea en el Atlántico, cuando cerca de un par
de plataformas petroleras, el vigía de a bordo avistó objetos
flotando.
La aplicación del plan de navegación obliga a indagar y en su
caso, desechar la alerta de algo que pudiera dañar el equipo del barco, o
rescatar lo que pudiera significar una emergencia.
Esta vez, la primera
impresión, comenta Espriú Murillo, señalaba restos de un "avionazo".
La
nave fue al objeto, un material laminado con números y letras. Bajó una lancha
de rescate con personal y recuperó el trozo de estructura localizada en el área
del proyecto de investigación, unas 40 millas náuticas al sureste de Trinidad,
al borde territorial con Venezuela.
El reconocido técnico guaymense vio la
aplicación del protocolo que obliga a notificar a las autoridades, al final del
turno del último día de noviembre pasado.
Observó que por la cantidad de
organismos adheridos a la estructura, podía deducirse que llevaba varias semanas
flotando en el océano.
Era el 'Soyuz'
"Lo que se encuentra uno en
el mar a veces", señala Espriú Murillo al intentar describir el trozo de
estructura, que finalmente se confirmó, no era de un avión y descartaban que en
el fondo marino pudieran estar cuerpos de víctimas de un fatal
accidente.
"Es parte de un cohete espacial ruso. La verdad me gusta más
esta historia que la de un avionazo", dice con expresión tranquilizadora el
investigador, quien resume la respuesta de las autoridades.
"El 21 de
octubre pasado, la Unión Europea junto con la Agencia Espacial Rusa lanzaron al
espacio el cohete espacial "Soyuz", que pondría en órbita los primeros dos
satélites del sistema Galileo, el Sistema Europeo de Posición Satelital, como el
GPS estadounidense que conocemos o el Glonass ruso".
El lanzamiento fue
en Guayana Francesa –"aquí a la vuelta", indica– y advierte el gran significado
porque marca el inicio operativo del sistema ENS, pero se añade que por primera
vez un cohete espacial ruso se lanza desde un lugar fuera de sus bases en Rusia
o Kazajstán.
Finalmente, la tripulación de la nave descubrió que era
realmente "basura espacial", pero como en todo 'hay niveles', esto puede
describirse como "la realeza" de la basura. La recogieron y Espriú Murillo
transmite su satisfacción de haber formado parte de este hecho.
"Buena
onda, me da gusto haber formado parte de este histórico evento, limpiando la
basura de estos señores", expone.
Larga travesía
Raúl Espriú
Murillo ha prospectado en casi todo el Hemisferio Norte y otras regiones del
mundo.
Pero afirma que "esta ha sido mi travesía más larga". Su
embarcación, llena de comodidades, pese a lo cual es difícil soportar tan
prolongados viajes, debió desplazarse esta vez 4,460 millas náuticas (unos
8,260Km), y la larga travesía compensó porque "pocas veces he visto un cielo tan
estrellado en las noches".
Partieron del Mar del Norte, cerca de Noruega,
hacia un punto en el centro del Atlántico, de donde poco después proseguían y
tardaron ocho días en llegar al punto más cercano en tierra firme. Solo como
referencia, dice, a la misión del Apolo 11 le tomó 3 días, 3 horas y 49 minutos
llegar a la Luna.
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