FELIPE CALDERON SE VA, LOS NARCOS NO

Ismael Bojórquez

En poco menos de una semana, tres hechos ocurrieron en este país convulsionado por la violencia —aunque no haya muchos indignados en las plazas.   El primero fue el viernes 25, cuando el abogado mexicano Netzaí Sandoval presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI), respaldado por más de 23 mil firmas, una demanda contra el presidente Felipe Calderón y parte de su gabinete de seguridad, por la comisión de diversos delitos de lesa humanidad, cometidos, dice el documento, en el contexto de la actual guerra contra el crimen organizado. Esto fue en La Haya, Holanda. El otro hecho pasó tres días después en Hermosillo, Sonora, y fue el asesinato de Nepomuceno Moreno, un hombre que buscaba a su hijo Jorge Mario Moreno, desaparecido el 1 de julio de 2010, y que se había entregado en cuerpo y alma como activista del Movimiento por la Paz, que lidera el poeta Javier Sicilia. El tercer hecho, nada desdeñable por estar relacionado con los anteriores, es que el jueves primero de diciembre se cumplieron cinco años desde que el presidente Felipe Calderón tomó posesión del cargo, iniciando así, por necesidad, la recta final de su mandato. Lo cual requiere, también por necesidad en el contexto del cambio de Gobierno que se avecina, un balance de su administración. La respuesta de la Presidencia de la República a la demanda presentada en La Haya y firmada por decenas de personalidades mexicanas, entre ellos activistas, intelectuales, periodistas… fue muy desafortunada por airada. Dice textual: “Las imputaciones al Gobierno de México son claramente infundadas e improcedentes, como lo señalan ya las voces más autorizadas en la materia. Sin embargo, constituyen en sí mismas verdaderas calumnias, acusaciones temerarias que dañan no solo a personas e instituciones, sino que afectan terriblemente el buen nombre de México, por lo cual, el Gobierno de la República explora todas las alternativas para proceder legalmente en contra de quienes las realizan en distintos foros e instancias nacionales e internacionales”. Así, la presidencia no solo se lanzó contra los que firman la demanda, sino también contra los que realizan “verdaderas calumnias” y “acusaciones temerarias” “en distintos foros e instancias nacionales e internacionales”. Así que hay que esperar. Todo se le juntó al presidente. El asesinato de Nepomuceno Moreno vino a revivir las llagas de la indignación, ahora enfocadas también contra el Gobierno local de esa entidad, por la dejadez criminal con que trataron a un padre desesperado que busca a su hijo, a pesar de que divulgó a grito abierto que en el secuestro y desaparición de Jorge Mario habían participado policías municipales de Hermosillo. Nepomuceno había estado en la más reciente reunión del Movimiento por la Paz con el presidente y ahí le entregó mano a mano su caso. Pero nadie, ni la Federación ni el Gobierno estatal tomaron medidas para proteger la vida del activista a pesar de que sabían que se cernían sobre él amenazas constantes de muerte. Por el contrario, una vez muerto, un imbécil que hace las veces de subprocurador de Justicia, salió a decir que Nepomuceno tenía antecedentes penales. Y con eso, claro, trató de echarle tierra al muerto. ¿Qué responde el presidente Calderón ante este, uno de los crímenes más atroces que han ocurrido en México desde que se desató la “guerra” contra el narcotráfico? ¿Qué dice Guillermo Padrés, gobernador del “cambio” en Sonora? No estaba en el cargo cuando el hijo de Nepomuceno fue secuestrado, pero le correspondía seguir el caso y, sobre todo, conociendo las complicidades de policías y criminales, proteger la vida de este señor y la de sus familiares más cercanos. No lo hizo y ahora paga por una omisión que resultó criminal. Bien, pues de este tipo de casos es acompañada la demanda contra Calderón y su gabinete de seguridad en la Haya. Son 470 casos documentados de asesinatos, torturas, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores, que han ocurrido, dice la querella, en un “contexto generalizado de violencia sistemática”. Esperar que el tribunal internacional enjuicie al presidente es utópico. Los firmantes lo saben, pero lograron ya, en primera instancia, llamar la atención nacional e internacional sobre algo que poco se discute. ¿Puede un presidente impunemente disponer de los recursos que le otorga su investidura sin calcular el daño que puede causar a terceros? ¿Puede hacerlo sin la responsabilidad de ofrecer cuentas por ello? “Por el bien de la Nación” se han cometido muchos crímenes. Tal vez no sea el caso, pues nadie piensa que el presidente ha ordenado secuestros, torturas, menos asesinatos. Pero esta, sin duda, es otra oportunidad de poner bajo lupa un sexenio que se recordará siempre, más que por sus logros, por sus yerros. Bola y cadena LOS HECHOS DE LA HAYA Y HERMOSILLO se le juntaron al presidente como testimonios vivos de una administración cuyos resultados han sido adversos si se toman en cuenta sus metas principales. Calderón se irá y nos dejará un país con más pobres que cuando llegó al poder. También con más desempleo a pesar de que se vendió en campaña como el “presidente del empleo”. Y heredará un país más violento que cuando llegó, con cárteles de la droga reconfigurados, aliados unos y otros, imbatibles, beligerantes. Todo esto a pesar del discurso oficial. Sentido contrario LA ELECCIÓN EN EL SUNTUAS ACADÉMICOS se da en el marco de una resolución del Tribunal Colegiado de Mazatlán, que ratifica el amparo de Marco Antonio Medrano, con lo cual estaría avanzando legalmente para su reconocimiento como dirigente del SUNTUAS administrativos. Pero el proceso sigue. Humo negro MANUEL CLOUTHIER Y EL DIABLO HIGUERA se encontrarán en la contienda interna por el PAN. El primero apoya a Santiago Creel, el segundo a Ernesto Cordero, los dos precandidatos del PAN a la Presidencia que se quedarán “milando”, como el chinito.