La mujer que aparte de la necrofilia y
beber sangre, llegó a ser la mano derecha de varios líderes del cártel de los
Zetas.
Juana, la peque sicaria: Sexo con
decapitados
Ciudad de México.- Sin bien,
la mayoría de las historias de vida de los inmiscuidos en el crimen organizado
fluctúan entre la muerte, el crimen, todo tipo de violencia, la adrenalina y un
sesgo de locura, la historia de Juana, mejor conocida como "la peque
sicaria" está entre las más sórdidas.
A los 15 años tuvo un hijo y
en el 2010 se integró a Los Zetas, después de que estos ataron a su hermano.
Ya en el Cártel "la
peque sicaria" era la encargada de las decapitaciones y mutilaciones
corporales, llegando a ser mano derecha de algunos de los integrantes más
temidos de la célula criminal.
Entre sus espeluznantes
revelaciones, Juana declaró que le gustaba tener sexo con los decapitados, fríamente
y con detalles narró su prácticas
necrofílicas y que además de asesinar a sus víctimas, se bañaba con su
sangre e incluso la bebía estando caliente.
Actualmente está recluida en
uno de los Centros de Reinserción Social de Baja California. Dónde termina la
preparatoria y aprende contabilidad de manera autodidacta.
Perteneció al brutal y
temible cártel de Los Zetas de México desde temprana edad. Según su propio
relato, le gustaba tener sexo con los decapitados y beber su sangre.
Tras ser detenida, Juana “La
Peque Sicaria” está recluida en uno de los Centros de Reinserción Social de
Baja California. Allí está terminando la preparatoria y aprendiendo
contabilidad de manera autodidacta.
(EL DEBATE/ REDACCION/ 13 DE JULIO 2016)
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