Meten a la cárcel al anciano en vez de investigar a su joven y fallido plagiario
Lucila Domínguez Arenas, hermana del preso, solicita al magistrado
Enrique Inzunza Cázarez, presidente del Supremo Tribunal de Justicia del
estado de Sinaloa, que revise a conciencia el caso de Cruz Domínguez
Arenas, porque existe la sospecha de que hay tráfico de influencias a
favor de Juan Ramón García Prado y en contra de su hermano, que actuó en
defensa propia.
Cruz Domínguez Arenas, de 78 años de edad, desempleado, sin pensión y sobreviviente gracias al programa de 70 y Más,
durante dos años fue acosado y perseguido por las autoridades
encargadas de impartir justicia en Sinaloa, para que le pagara 10 mil
pesos a su presunto agresor y fallido plagiario Juan Ramón García Prado.
Como no tuvo para pagarle terminó encarcelado en el Centro de Ejecución
de las Consecuencias Jurídicas del Delito (Cecjude).
“Con qué ojos divino tuerto voy a darle 10 mil pesos, si soy un
anciano de 78 años que no estoy pensionado y sobrevivo de milagro con lo
que me dan en 70 y Más”, dijo Domínguez Arenas a Ríodoce (Los motivos de Cruz) el 7 de octubre de 2013.
El plazo para que pagara los 10 mil pesos se cumplió el 14 de
octubre, por lo que a falta de dinero para pagar, el 6 de noviembre, los
engranajes de la maquinaria de la autoridad ejecutora del juez de
primera instancia del Distrito Judicial de Escuinapa giraron orden de
reaprehensión en contra del anciano.
El 9 de noviembre, la Policía Ministerial del Estado detuvo a Cruz Domínguez Arenas luego de ponerle plantón cerca de su casa, ubicada en calle Melchor Ocampo número 10 Bis Norte, de la colonia centro, en Escuinapa, Sinaloa.
En el juicio de amparo indirecto en materia penal, interpuesto por
los abogados defensores de Domínguez Arenas, argumentan que se le privó
de sus derechos humanos en una causa injusta, sin haber cumplido con las
formalidades esenciales del procedimiento, causándole molestia en su
persona y sus derechos.
“Sin que la autoridad responsable ordenadora y ejecutora hayan tomado
en consideración los tratados internacionales para las personas adultas
mayores en el caso de prisión preventiva y ejecución de sentencias”,
resaltan.
Plagio fallido
Fue la noche del 2 de enero de 2011, según Cruz Domínguez Arenas,
cuando Juan Ramón García Prado, de 42 años, y otro acompañante que no
fue identificado, intentaron levantarlo dentro de su casa donde estaba acostado.
Primero allanaron su domicilio, luego le propinaron tremenda paliza
entre los dos, pero ante la ventaja numérica de sus jóvenes atacantes,
Cruz Domínguez, armado con un asador y una navaja, logró defenderse de
sus agresores.
Juan Ramón García Prado terminó en la sala de intervenciones
quirúrgicas del Hospital General de Escuinapa, mientras que su presunto
cómplice se esfumó del nosocomio hasta donde llevó a su herido compañero
de andanzas nocturnas.
“Me la va a pagar apá”, habría dicho Juan Ramón García Prado después
de recuperarse de las heridas y desde entonces persiguieron a Cruz
Domínguez, por lo que el anciano asegura que consiguieron dos testigos
falsos para que declararan que lo había agredido en la calle y no dentro
de la casa, y armaron un proceso en su contra que ahora lo tiene preso
en el Cecjude del puerto.
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