El gabinete de Sergio Torres: las piezas claves
Si dinero y amor son inocultables, lo es también el pago de deudas y
el compromiso político. Por eso los equipos se forman con cuates y
cuotas. No hay más. Y es que las trayectorias laborales y de vida van
dejando las huellas.
En el gabinete ya en funciones del presidente de Culiacán, Sergio
Torres Félix, no es difícil leer de dónde proviene cada nombramiento. El
alcalde buscó el equilibrio con los grupos del PRI, con personajes
cercanos al gobernador y con sus propios afectos, quienes han estado en
otras etapas cerca de él.
Dos piezas serán clave con Sergio Torres en los próximos tres años en
el Ayuntamiento de Culiacán: Guadalupe Robles Hernández y Carlos
Sánchez Osuna. En el primero descansará todo el trabajo político
interno, el trato con los regidores y la coordinación de su gabinete; en
el otro toda la operación diaria, la chamba, el cambio de una lámpara,
el camión recolector de basura que no pasó. Sergio Torres con ellos
estará apuntalado, sólido, para dedicarse a la política afuera.
LOS N(H)OMBRES DE TORRES
— Guadalupe Robles Hernández (secretario del Ayuntamiento y
coordinador del Gabinete) ha sabido ser casi un ideólogo del PRI en
Sinaloa, un coach para muchos. Combina la academia con el
ejercicio práctico de la política y la consultoría. Regresa a un puesto
similar al de hace 15 años con Gustavo Guerrero como alcalde de la
capital, incluso reutiliza la frase de la reingeniería en la administración municipal.
— Carlos Sánchez Osuna (gerencia de Obras y Servicios Públicos), ha
participado en el servicio público, en áreas de programas sociales, y
también en la iniciativa privada, concretamente en empresas relacionadas
con la recolección y tratamiento de la basura.
— Édgar Kelly García (tesorero) era hasta hace poco el director de la
Universidad San Sebastián, una de las empresas de la familia Salido,
propietaria de la cadena de periódicos El Debate. Hasta ahora
sería su primera incursión en el servicio público. Es contador, pero
desde el inicio se enfocó en la administración de negocios. Encabezó y
defendió hasta sacar adelante el contrato de Altya con el municipio de
Culiacán para un nuevo relleno sanitario a pesar de múltiples
inconvenientes y muchas críticas.
— Carlos Montenegro Verdugo (oficial mayor) fue de los pocos aspirantes a puestos de elección en el 2013 a quien el gobernador Malova
le guardó un puesto cuando no lograron la nominación, en este caso la
de diputado local por el PRI. Antes, lo nombró en un puesto solo para
muy cercanos como es el de Desarrollo Urbano Tres Ríos por el monto y
tipo de intereses que ahí pueden llegar a manejarse, luego lo mantuvo en
la Subsecretaría de Desarrollo Social y Humano.
— Paulino Rojo (secretario de Desarrollo Social) llegó a ser
dirigente estatal de los burócratas y concluyó su periodo con
señalamientos de desvíos en los recursos al entregar la Secretaría
General del Stase en 1995. Después de algunos años reapareció con Aarón
Irízar en el Ayuntamiento, y luego coordinarle las giras a Jesús
Vizcarra.
— Ronaldo González (coordinador de asesores) fue el encargado de la
cultura del sexenio de Juan Millán y una parte del de Jesús Aguilar. Al
resultar incluido en el equipo de transición hizo pensar que se
encargaría de eso con Sergio Torres, pero pasó a ser el coordinador de
asesores. Es un ensayista que ha interpretado el ser sinaloense.
SÍ PROTESTO
Quizás cuando levantaba la mano para tomar protesta como presidente,
Sergio Torres evocó cuando era boletero para el municipio y en lugar de
multas les echaba monedas a los amolados que se la jugaron en los ahora
desaparecidos parquímetros de la ciudad. ¿Cómo fue que pasó de empleado
—cuando su papá logró ponerlo en el escalón más bajo en el Ayuntamiento—
a patrón?
Como ningún otro de los 50 alcaldes posrevolucionarios, Sergio Torres
debería conocer por dentro la administración municipal. Fue trabajador y
luego líder sindical, fue regidor y también funcionario. No tiene
conflicto con el tiempo porque es claro que deberá concluir su mandato
de tres años, como no pasó con Jesús Vizcarra ni con Héctor Cuen.
Desde la Rafael Buelna a Palacio, Sergio Torres, a quien muchos conocen como el Cholo,
llega a la alcaldía empujando a quien se le ha puesto enfrente. Primero
para llegar al sindicato, luego a la diputación local y la federal, ni
se diga la nominación priista a la presidencia.
(RIODOCE/ Andrés Villarreal / enero 5, 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario