Está Rafael Caro Quintero de nuevo en la prensa mundial, ahora como víctima
Casi tres décadas después de la muerte de Enrique Camarena Salazar,
testimonios recientes revelan que el extinto agente de la DEA no habría
sido asesinado por Rafael Caro Quintero, sino por agentes de la CIA, que
lo callaron para que no revelara información sobre las relaciones de
cooperación que esa agencia tenía con traficantes de droga y con
guerrillas en Centroamérica.
De acuerdo con información publicada primero por la cadena Fox News,
gran parte de las ganancias que generaba la CIA gracias a los acuerdos
sostenidos con narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto
Fonseca, Miguel Ángel Félix Gallardo y Pablo Escobar, eran utilizadas
para financiar a la Contra nicaragüense y derrocar al gobierno
sandinista, incluso, toda esa estrategia fue aprobada por el
expresidente Ronald Reagan.
Héctor Berrellez, Phil Jordan y Tosh Plumlee, ex agentes federales
que rompieron el silencio en días pasados, señalaron a la cadena
estadounidense “tener pruebas contundentes” que corroboran que Camarena
fue asesinado por su propio Gobierno, en febrero de 1985, luego de que
este descubriera la cloaca en que estaban metidos altos funcionarios de
la CIA.
“Fui yo quien dirigió la investigación sobre la muerte de Camarena, y
durante ese proceso descubrimos que agentes de Inteligencia estaban
infiltrados con la FDS (Dirección Federal de Seguridad en México), y que
fueron ellos los que participaron en el secuestro de Camarena. Dos
testigos de la FDS identificaron a Félix Ismael Rodríguez, el Gato,
de origen cubano, como uno de los secuestradores, quien les dijo ser
agente de Inteligencia norteamericana”, dijo Berrellez, entonces oficial
de la DEA.
Los testimonios de los ex agentes federales echarían por tierra la
versión oficial de Estados Unidos, avalada por la DEA, que hasta la
fecha insiste que Camarena fue levantado por gente de Caro Quintero y Don Neto Fonseca, luego que este descubriera y reportara un plantío de mariguana de más de mil hectáreas en Búfalo, Chihuahua.
“Hemos estado al tanto de esos señalamientos y lo único que podemos
decir es que para nosotros es un caso cerrado, y que por lo pronto
nuestra única meta es que se aprehenda al responsable directo de esa
muerte que es Rafael Caro Quintero”, dijo Barbara Carreno, portavoz de
la DEA en Washington.
Los secretos del Tío Sam
En diciembre de 1982, el Congreso de Estados Unidos aprobó una
iniciativa en la que prohibía a la CIA (Central de Inteligencia
Estadounidense), a seguir gastando dinero para apoyar a la Fuerza
Democrática Nicaragüense, comúnmente conocida como la Contra.
Ante la falta de recursos, altos funcionarios de la CIA determinaron asociarse con narcotraficantes de Latinoamérica como Caro Quintero, Don Neto
Fonseca y Pablo Escobar, para así lograr fondos que serían destinados a
continuar el apoyo a la guerrilla nicaragüense, según estableció el
desaparecido periodista estadounidense Gary Webb en una serie de
reportajes llamados Alianza Oscura (Dark Alliance), que publicó para el diario San José Mercury en 1996.
Esa propuesta habría sido aprobada por el ex presidente Reagan, según
observó Webb en su trabajo, tema que fue retomado por Anabel Hernández
en su libro Los Señores del Narco, publicado en marzo de 2011.
Fue de ese modo que la CIA y la misma DEA otorgaron inmunidad para
que capos mexicanos pudieran traficar con droga a Estados Unidos.
Tosh Plumlee, ex piloto de la CIA, señala en su testimonio que
aviones cargados con comida, medicina, pero principalmente armas, salían
de Estados Unidos rumbo a Nicaragua, y que cuando regresaban, estos
iban hasta el tope de cocaína.
“La realidad es que el Gobierno de Estados Unidos estaba en ambos
lados en la batalla contra el tráfico de drogas”, dijo Plumlee a Fox.
Incluso, señala el expiloto, fue él junto con Félix Ismael Rodríguez
quienes ayudaron a Caro Quintero a escapar de Guadalajara luego que se
le acusara de la muerte de Camarena, en 1985.
Los crímenes
De acuerdo con señalamientos encontrados en diferentes fuentes, incluyendo libros como Los Señores del Narco,
lo mismo que en testimonios y observaciones hechas por periodistas como
Carmen Aristegui, las personas que empezaron a investigar la relación
de Estados Unidos con capos mexicanos y Latinoamericanos, empezaron a
ser asesinadas.
Uno de los primeros fue el columnista del periódico Excélsior
Manuel Buendía, asesinado el 30 de mayo de 1984 en la Ciudad de México
cuando investigaba la presencia de la CIA en México, y la conexión que
había entre narcos mexicanos con esa agencia.
Por ese tiempo Enrique Camarena también investigaba la conexión de la
CIA con Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, según observa Phil
Jordan, ex director del Centro de Inteligencia en El Paso Texas, y
asegura que Camarena llegó a tal punto que confrontó a los oficiales de
la CIA que estaban involucrados con los narcotraficantes, pero estos lo
instaron a que “se calmara porque estaban en el mismo equipo”.
Camarena sin embargo insistió en darlo a conocer ante personal de su
confianza en el Gobierno de Estados Unidos, incluso llevarlo a los
medios.
“Fue por eso que la CIA ordenó que levantaran a Kiki
Camarena y lo torturaran para ver qué tanto sabía, y cuando lo mataron,
nos hicieron creer a nosotros y al resto del mundo que había sido Caro
Quintero, para así encubrir todas las cosas ilegales que ellos estaban
haciendo”, dijo Jordan.
Tanto la DEA como la CIA han negado saber algo al respecto y calificaron como “falsos” ambos señalamientos.
“Es ridículo pensar que la CIA haya mandado matar a un agente federal
(estadounidense), son acusaciones infundadas”, dijo un portavoz de esa
dependencia que solicitó a Fox News que no se revelara su nombre.
Sin embargo, como observara Plumlee, pocos días antes de que Camarena fuera levantado,
fue él mismo quien lo llevó de Guadalajara a California en su avioneta
para informar a oficiales de alto rango de la CIA que él ya estaba
enterado de las operaciones que manteníamos con narcos y con la contra
nicaragüense.
“Recuerde que estamos en el mismo equipo, y por ello yo le recomiendo
que no se entrometa en lo que traemos”, recuerda Plumblee que le dijo a
Camarena.
Pero Camarena no habría escuchado el consejo de Plumlee, y al
entrevistarse con la gente de la CIA les insistió en acabar con esa
relación (con los narcos) y en desmantelar los cárteles de la droga.
“Les hemos decomisado grandes cargamentos de droga, pero no estamos
desmantelándolos, hace falta un grupo especial que se enfoque en
congelarles su dinero”, habría propuesto el desaparecido agente.
La CIA, según observó Jordan, habría accedido, sin embargo, cinco días después Camarena fue levantado, torturado y muerto.
Asimismo, observó Jordan, altos funcionarios de México estaban
enterados de las operaciones que mantenía la CIA con los
narcotraficantes mexicanos y con la Contra nicaragüense, pero nunca hizo
nada al respecto.
“Había oficiales como el ex director de la Policía Federal Mexicana,
el comandante Guillermo González Calderoni, que sabía en lo que la CIA
estaba metida”, dijo Jordan.
Muchos años después, en febrero de 2003, Calderoni fue asesinado a
tiros en McAllen, Texas. Al momento de su muerte, según trascendió, era
informante de la DEA.
Que se investigue y finquen responsabilidades
Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación de 1982 a 1988
durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado y actual senador del
PT, consideró en una entrevista concedida a Carmen Aristegui, que se
debe investigar los señalamientos que Jordan, Berrellez y Plumlee
hicieron, por lo que se les debe llamar a declarar.
“Es un asunto viejo y obviamente, fue traumático el asesinato de un
agente de Estados Unidos encubierto… sí fue un asunto grave, fue el
juicio más sonado, con mayores repercusiones en la relación de
México-EU, por lo tanto se debe de aclarar qué verdaderamente ocurrió”,
expuso Bartlett a la cadena MVS.
No obstante la oficina del DEA consideró que ellos no exigirían
ninguna investigación adicional al caso Camarena puesto que ellos ya
habían presentado cargos contra los posibles responsables por la muerte
del ex agente federal.
“No vamos a comentar más”, concluyó Barbara Carreno a Ríodoce.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos tampoco dijo que
comentaría al respecto, aunque para Bartlett es de sumo “interés” que
las acusaciones en contra de la CIA se aclaren en una corte federal para
que se llegue a “la verdad legal”, que apuntaba originalmente contra
Caro Quintero.
Sobre el asesinato del periodista Manuel Buendía —quien investigaba
el vínculo entre el narcotráfico y la CIA—, dijo que “lo que se sabe es
lo que está en los juicios”. Y cuestionó si fue esa agencia quien
verdaderamente lo mató.
“Hay que preguntarle a la CIA que está aquí en México, a través de
Osorio Chong, que haga una declaración al respecto. No he oído ninguna
declaración de la Embajada de los Estados Unidos, ni he oído ninguna
declaración de la CIA”, sostuvo el senador del Partido del Trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario