lunes, 21 de octubre de 2013

LOS NUEVOS "SAPOS"

TOSH PLUMLEE. Agentes gringos culpan a la CIA y salvan a Rafael Caro de la muerte de Camarena.
Está Rafael Caro Quintero de nuevo en la prensa mundial, ahora como víctima

Casi tres décadas después de la muerte de Enrique Camarena Salazar, testimonios recientes revelan que el extinto agente de la DEA no habría sido asesinado por Rafael Caro Quintero, sino por agentes de la CIA, que lo callaron para que no revelara información sobre las relaciones de cooperación que esa agencia tenía con traficantes de droga y con guerrillas en Centroamérica.

De acuerdo con información publicada primero por la cadena Fox News, gran parte de las ganancias que generaba la CIA gracias a los acuerdos sostenidos con narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca, Miguel Ángel Félix Gallardo y Pablo Escobar, eran utilizadas para financiar a la Contra nicaragüense y derrocar al gobierno sandinista, incluso, toda esa estrategia fue aprobada por el expresidente Ronald Reagan.

Héctor Berrellez, Phil Jordan y Tosh Plumlee, ex agentes federales que rompieron el silencio en días pasados, señalaron a la cadena estadounidense “tener pruebas contundentes” que corroboran que Camarena fue asesinado por su propio Gobierno, en febrero de 1985, luego de que este descubriera la cloaca en que estaban metidos altos funcionarios de la CIA.

“Fui yo quien dirigió la investigación sobre la muerte de Camarena, y durante ese proceso descubrimos que agentes de Inteligencia estaban infiltrados con la FDS (Dirección Federal de Seguridad en México), y que fueron ellos los que participaron en el secuestro de Camarena. Dos testigos de la FDS identificaron a Félix Ismael Rodríguez, el Gato, de origen cubano, como uno de los secuestradores, quien les dijo ser agente de Inteligencia norteamericana”, dijo Berrellez, entonces oficial de la DEA.

Los testimonios de los ex agentes federales echarían por tierra la versión oficial de Estados Unidos, avalada por la DEA, que hasta la fecha insiste que Camarena fue levantado por gente de Caro Quintero y Don Neto Fonseca, luego que este descubriera y reportara un plantío de mariguana de más de mil hectáreas en Búfalo, Chihuahua.

“Hemos estado al tanto de esos señalamientos y lo único que podemos decir es que para nosotros es un caso cerrado, y que por lo pronto nuestra única meta es que se aprehenda al responsable directo de esa muerte que es Rafael Caro Quintero”, dijo Barbara Carreno, portavoz de la DEA en Washington.

Los secretos del Tío Sam

En diciembre de 1982, el Congreso de Estados Unidos aprobó una iniciativa en la que prohibía a la CIA (Central de Inteligencia Estadounidense), a seguir gastando dinero para apoyar a la Fuerza Democrática Nicaragüense, comúnmente conocida como la Contra.

Ante la falta de recursos, altos funcionarios de la CIA determinaron asociarse con narcotraficantes de Latinoamérica como Caro Quintero, Don Neto Fonseca y Pablo Escobar, para así lograr fondos que serían destinados a continuar el apoyo a la guerrilla nicaragüense, según estableció el desaparecido periodista estadounidense Gary Webb en una serie de reportajes llamados Alianza Oscura (Dark Alliance), que publicó para el diario San José Mercury en 1996.

Esa propuesta habría sido aprobada por el ex presidente Reagan, según observó Webb en su trabajo, tema que fue retomado por Anabel Hernández en su libro Los Señores del Narco, publicado en marzo de 2011.

Fue de ese modo que la CIA y la misma DEA otorgaron inmunidad para que capos mexicanos pudieran traficar con droga a Estados Unidos.

Tosh Plumlee, ex piloto de la CIA, señala en su testimonio que aviones cargados con comida, medicina, pero principalmente armas, salían de Estados Unidos rumbo a Nicaragua, y que cuando regresaban, estos iban hasta el tope de cocaína.

“La realidad es que el Gobierno de Estados Unidos estaba en ambos lados en la batalla contra el tráfico de drogas”, dijo Plumlee a Fox.

Incluso, señala el expiloto, fue él junto con Félix Ismael Rodríguez quienes ayudaron a Caro Quintero a escapar de Guadalajara luego que se le acusara de la muerte de Camarena, en 1985.

Los crímenes

De acuerdo con señalamientos encontrados en diferentes fuentes, incluyendo libros como Los Señores del Narco, lo mismo que en testimonios y observaciones hechas por periodistas como Carmen Aristegui, las personas que empezaron a investigar la relación de Estados Unidos con capos mexicanos y Latinoamericanos, empezaron a ser asesinadas.

Uno de los primeros fue el columnista del periódico Excélsior Manuel Buendía, asesinado el 30 de mayo de 1984 en la Ciudad de México cuando investigaba la presencia de la CIA en México, y la conexión que había entre narcos mexicanos con esa agencia.

Por ese tiempo Enrique Camarena también investigaba la conexión de la CIA con Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, según observa Phil Jordan, ex director del Centro de Inteligencia en El Paso Texas, y asegura que Camarena llegó a tal punto que confrontó a los oficiales de la CIA que estaban involucrados con los narcotraficantes, pero estos lo instaron a que “se calmara porque estaban en el mismo equipo”.

Camarena sin embargo insistió en darlo a conocer ante personal de su confianza en el Gobierno de Estados Unidos, incluso llevarlo a los medios.

“Fue por eso que la CIA ordenó que levantaran a Kiki Camarena y lo torturaran para ver qué tanto sabía, y cuando lo mataron, nos hicieron creer a nosotros y al resto del mundo que había sido Caro Quintero, para así encubrir todas las cosas ilegales que ellos estaban haciendo”, dijo Jordan.

Tanto la DEA como la CIA han negado saber algo al respecto y calificaron como “falsos” ambos señalamientos.

“Es ridículo pensar que la CIA haya mandado matar a un agente federal (estadounidense), son acusaciones infundadas”, dijo un portavoz de esa dependencia que solicitó a Fox News que no se revelara su nombre.

Sin embargo, como observara Plumlee, pocos días antes de que Camarena fuera levantado, fue él mismo quien lo llevó de Guadalajara a California en su avioneta para informar a oficiales de alto rango de la CIA que él ya estaba enterado de las operaciones que manteníamos con narcos y con la contra nicaragüense.

“Recuerde que estamos en el mismo equipo, y por ello yo le recomiendo que no se entrometa en lo que traemos”, recuerda Plumblee que le dijo a Camarena.

Pero Camarena no habría escuchado el consejo de Plumlee, y al entrevistarse con la gente de la CIA les insistió en acabar con esa relación (con los narcos) y en desmantelar los cárteles de la droga.

“Les hemos decomisado grandes cargamentos de droga, pero no estamos desmantelándolos, hace falta un grupo especial que se enfoque en congelarles su dinero”, habría propuesto el desaparecido agente.

La CIA, según observó Jordan, habría accedido, sin embargo, cinco días después Camarena fue levantado, torturado y muerto.

Asimismo, observó Jordan, altos funcionarios de México estaban enterados de las operaciones que mantenía la CIA con los narcotraficantes mexicanos y con la Contra nicaragüense, pero nunca hizo nada al respecto.

“Había oficiales como el ex director de la Policía Federal Mexicana, el comandante Guillermo González Calderoni, que sabía en lo que la CIA estaba metida”, dijo Jordan.

Muchos años después, en febrero de 2003, Calderoni fue asesinado a tiros en McAllen, Texas. Al momento de su muerte, según trascendió, era informante de la DEA.

Que se investigue y finquen responsabilidades

Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación de 1982 a 1988 durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado y actual senador del PT, consideró en una entrevista concedida a Carmen Aristegui, que se debe investigar los señalamientos que Jordan, Berrellez y Plumlee hicieron, por lo que se les debe llamar a declarar.

“Es un asunto viejo y obviamente, fue traumático el asesinato de un agente de Estados Unidos encubierto… sí fue un asunto grave, fue el juicio más sonado, con mayores repercusiones en la relación de México-EU, por lo tanto se debe de aclarar qué verdaderamente ocurrió”, expuso Bartlett a la cadena MVS.

No obstante la oficina del DEA consideró que ellos no exigirían ninguna investigación adicional al caso Camarena puesto que ellos ya habían presentado cargos contra los posibles responsables por la muerte del ex agente federal.

“No vamos a comentar más”, concluyó Barbara Carreno a Ríodoce.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos tampoco dijo que comentaría al respecto, aunque para Bartlett es de sumo “interés” que las acusaciones en contra de la CIA se aclaren en una corte federal para que se llegue a “la verdad legal”, que apuntaba originalmente contra Caro Quintero.

Sobre el asesinato del periodista Manuel Buendía —quien investigaba el vínculo entre el narcotráfico y la CIA—, dijo que “lo que se sabe es lo que está en los juicios”. Y cuestionó si fue esa agencia quien verdaderamente lo mató.

“Hay que preguntarle a la CIA que está aquí en México, a través de Osorio Chong, que haga una declaración al respecto. No he oído ninguna declaración de la Embajada de los Estados Unidos, ni he oído ninguna declaración de la CIA”, sostuvo el senador del Partido del Trabajo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario