Fabiola Navarro
De
poco sirve presumir que el oro que se extrae en Sonora de la actividad
minera es reconocido a nivel mundial por su calidad, si por otra parte
la explotación de los recursos naturales daña el ecosistema y
literalmente envenena a sus habitantes.
Como ya se le presentó en una serie de reportajes, los pobladores de la Sierra son los más vulnerables por su cercanía con las minas y el Río Yaqui.
El reciente accidente ocurrido el jueves 22 de agosto en la carretera Yécora-Hermosillo,
donde una pipa volcó, derramando 3 mil litros de cianuro, el cual se
dirigía a la mina de Mulatos, dejó al descubierto las nulas medidas de
verificación que las dependencias como Profepa, Semarnat y Protección
Civil, ejercen sobre la compañía canadiense.
La impunidad con la que la empresa
minera realiza operaciones, llevándose el oro completamente limpio a
Canadá, dejando todos los desechos tóxicos en Sonora, quedó aún más en
evidencia cuando la pipa que se volcó circulaba sin los protocolos de
seguridad que exige la norma oficial.
Aún cuando se actuó de forma inmediata,
asegurando primeramente que se logró contener el derrame del químico sin
que éste causara daños en el manto freático del Río Yaqui, los
resultados posteriores emitidos por la Conagua, determinaron que fueron 3
mil litros los que se vaciaron y otra cantidad se fue directamente al
río.
La difusión de estos acontecimientos ha
ocasionado que salgan a la luz pública otros accidentes que hasta hace
poco se mantenían ocultos, tal como lo dio a conocer el diputado Lorenzo
Villegas Vázquez, declarando que antes del derrame de cianuro, hubo un
descarrilamiento de un tren en el pueblo de Ónavas, en el que se
desbordó ácido sulfúrico.
PÁNICO EN ÓNAVAS
Aún cuando no se haya dado a conocer el
daño ecológico y el impacto en la salud de los habitantes de la sierra,
existe un gran temor entre los pobladores por las repercusiones que el
cianuro podría ocasionar a largo plazo.
Las compuertas de la región de Ónavas
permanecen cerradas para evitar que el líquido llegue a los pozos y a
los ciudadanos, por lo que la Comisión Nacional de Agua, mediante pipas
surte a la población con agua potable.
“Se va a arreglar este problema
que dejó la pipa, pero qué va a pasar con nosotros a largo plazo. Qué
van a hacer para evitar que la mina siga contaminando el río, ya tenemos
pánico de tomar agua”, externó Víctor Monge, vecino del pueblo.
María Dolores Valencia, enfermera del
Centro de Salud, mencionó que los pobladores le han externado su
preocupación por el problema no solo del cianuro, sino del agua
contaminada que lleva el río.
“Es un problema fuerte, ahora
nadie toma agua de la llave porque están cerradas las compuertas, pero
cuando las abran ya nadie va a querer tomar agua del pozo, porque existe
un temor muy grande de enfermarse”.
La magnitud del problema se desconoce,
todo se basa en suposiciones, ello porque les prohíben ingerir agua del
pozo y la que toman es purificada; en las escuelas, el Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha enviado agua
embotellada, mientras que el Partido Nueva Alianza manda el recurso en
pequeñas bolsas de plástico.
Nilda Duarte, maestra
de preescolar, aseguró el agua purificada se distribuye en ese plantel,
la primaria y la secundaria, para abastecer a los estudiantes, “aquí al
kinder llegaron 100 botellas y tengo 15 alumnos”.
En tanto, la directora del DIF
Municipal, Elisa Ortiz Raggio, destacó que los habitantes están siendo
abastecidos con agua que les envían en pipas de Hermosillo.
“Se han solidarizado algunos
diputados como Abraham Montijo, que nos ha enviado agua, el alcalde de
Hermosillo, incluso creo que de Obregón también nos han mandado;
primero, la gente hacía largas filas para surtirse, ahora pasa la pipa
por cada hogar”.
(DIARIO DEL YAQUI/ Fabiola Navarro / Viernes, 06 Septiembre 2013 00:06)
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