lunes, 9 de septiembre de 2013

ES "INDEFENDIBLE" MALOVA


El deslinde público que hiciera la dirigencia estatal del PAN en Sinaloa con Mario López Valdez ha atizado las discusiones partidistas al interior del blanquiazul sobre la pertinencia de haberlo apoyado en su afán de convertirse en gobernador.

Cuando el PAN abrió la puerta grande a Mario López Valdez a principios de 2010, por las ventanas de la sede partidista afloraron las voces discrepantes, muchas de las cuales ahora cuestionan los resultados del jefe del Ejecutivo estatal.

En el centro de la discusión ya no solo están la relación o distancia, que debió haberse planteado con Mario López Valdez desde antes de haberlo abanderado como candidato del PAN, sino los resultados de la administración estatal y los escasos resultados en el más reciente proceso electoral.

Como una válvula de escape para dar salida a la tensión de las pasiones partidistas se creó una comisión plural, integrada por panistas de diversas corrientes, para analizar la situación actual y lo que ha pasado en el PAN, más allá incluso de los números electorales de julio de 2013.

Fue Edgardo Burgos Marentes, actual dirigente estatal del PAN en Sinaloa, quien presentó ante la más reciente reunión estatal de Consejo de Acción Nacional, la propuesta en medio de una reunión de varias horas y al calor de cuestionamientos sobre la vida partidista.

Para panistas como el ex dirigente estatal del PAN, Luis Roberto Loaiza, el distanciamiento planteado con el Gobierno estatal no es tal.

“Deberían de empezar con la congruencia entre lo que dicen, lo que hacen y lo que piensan, porque si quieren tener un alejamiento, lo primero saquen a su familia para que no los tengan agarrados de los dientes”.

Corrientes contrarias a tal posición extrema, como el mismo Burgos Marentes, no comparten esta postura y argumentan que quienes trabajan en la estructura del Gobierno estatal deben asumir una decisión personal y están en todo derecho de mantenerse en sus puestos; en tanto al Ejecutivo estatal estaría en la facultad de mantenerlos o no en sus puestos de trabajo.

Precisamente uno de los puntos de la discusión blanquiazul, desde el inicio de la administración de Malova, ha sido la limitada participación de panistas en la estructura de gobierno en los primeros niveles. Básicamente la Secretaría de Desarrollo Económico ha sido el reducto en donde se ha confinado a la militancia panista y familiares de esta. Estimaciones de la misma dirigencia panista calcula que alrededor del 90 por ciento de los cargos en la administración estatal son ocupados por militantes priistas.

Loaiza Garzón no quita dedo del renglón en sus señalamientos de acusar al Gobierno estatal por su interés de penetrar al interior del PAN. Quien fuera contendiente de Burgos Marentes en ocupar la dirigencia estatal asegura: “Queda fuera de duda que hubo interés en que en que la actual dirigencia saliera triunfante en la elección llevada a cabo el 5 de noviembre, indudablemente.” En sus señalamientos pronuncia los nombres de Roberto Cruz y Gerardo Vargas Landeros.

“Yo no le llamaría infiltración, más bien una intromisión, pero una intromisión consentida, es una complicidad, una convivencia, no ha sido forzada, o agresiva, sino más bien consentida, ha sido una alianza perversa, para poner el partido al servicio de ellos, y ellos para sacarle ciertas prebendas al Gobierno”.

Pero Burgos Marentes niega que exista tan intromisión. Argumenta que siempre existirá la tentación de hacerlo y expone que no hay gobierno que no se le acuse de lo mismo, de tener tentáculos en los partidos, por ejemplo, se dijo lo mismo del gobierno de Jesús Aguilar Padilla y el de Juan Millán Lizárraga.

Malova, el indefendible

La dirigencia estatal del PAN asegura que se hicieron uno y mil intentos para tratar de hacer equipo con el gobierno de Mario López Valdez y lograr hacer los cambios que la sociedad demandaba.

Burgos Marentes expone que cada vez que salieron en defensa del gobierno de Malova, en consecuencia salieron en defensa de priistas connotados, los mismos que operaron durante el pasado proceso electoral a favor del PRI, siendo funcionarios.

“Decidimos, asentarnos en la realidad, cambiar esta dinámica de relación, finalmente es un gobierno abrumadoramente priista”.

Malova, señala el dirigente, siente que ya les pagó porque ganó la elección, pero aclara que lo que querían era que cambiara el estado de cosas en la entidad, las circunstancias y las inercias.

“Vemos con decepción que muchas de las cosas siguen igual, y algunas hasta peor, también reconocemos en las que se ha avanzado, y en las que seguiremos apoyando, pero sin duda, hay un reto fundamental, como lo dijo el presidente (Gustavo) Madero: no hay una mayor democracia, no hay una mayor transparencia en el estado de Sinaloa, y son dos ejes fundamentales, que seguiremos impulsando. Con la diferencia que ahora será con nuestra propia agenda, desde el partido, con nuestros funcionarios públicos, con nuestros regidores, con nuestro grupo parlamentario. La agenda del Ejecutivo, pues él tendrá que defenderla y plantearla”.

—Es su momento el gobernador respondió a su deslinde, que si de algo les sirve, que les toma la palabra…

—Aquí no se trata de que le sirva al PAN, que no se confunda el gobernador, aquí hay que buscar que le sirva a Sinaloa, y creo que a Sinaloa le sirve un Partido Acción Nacional mucho más actuante, efectivo, propositivo, que tenga su propia agenda, denunciante. A Acción Nacional y a Sinaloa le urgen voces distintas y necesita un partido político que sea responsable y que se oponga a lo que se tenga que oponer, y que alce la voz donde la tenga que alzar, y que denuncie lo que tenga que denunciar. De alguna manera, en esta relación, teníamos una camisa de fuerza, de a veces tener que defender lo indefendible y habíamos abandonado la esencia de los postulados y la doctrina del partido, en cuanto a plantear las políticas públicas en las que nosotros creemos.

—¿Es amarga, entonces, la experiencia, no se podrá repetir la fórmula en elecciones futuras?

—Cada proceso es distinto, yo me atrevería a decir que no podemos sentenciar a un futuro por una experiencia concreta que tuvimos en Sinaloa, y también me atrevo a decir en honor de la verdad, que si volviera a transcurrir el tiempo, en lo personal lo volvería a hacer igual, en el sentido de que todo valía la pena en aquel momento para romper el estado de cosas, y derrocar más de 70 años de gobiernos del PRI… era un volado, pero si no lo jugabas te quedabas estancado, entonces en la mismas circunstancias, y en la misma coyuntura yo volvería a jugar ese volado, y yo repito, no es que el partido se haya equivocado, sostengo que el partido hizo lo correcto, decidió ir a romper ese estado de cosas. Se equivocaron aquellos que decidieron no honrar lo que prometimos en campaña y que de alguna manera se han congraciado con el PRI.

El Partido Acción Nacional hizo lo correcto, incluyendo seleccionar a Malova como candidato a gobernador, en todo caso se equivocó él al no cumplir con esta agenda transformadora y de cambio que nosotros habíamos planteado desde un principio en un documento.

—¿Cómo se puede definir ahora al PAN? ¿Como partido en el poder o de oposición?

—No debe identificarnos si es oposición o si es gobierno, ese ha sido parte de nuestros errores, el partido político siempre debe tener su agenda clara, la defensa de su postulados, de su esencia, de su doctrina, de su origen, independientemente de la posición relativa de si es gobierno o no. No me gustaría ubicarlo como oposición ni como gobierno, sino que la carta de presentación sean los postulados, la doctrina, nuestra esencia y la defensa de las plataformas y las políticas públicas.

—Hay una frase que dice que no haya ilusos para que no haya desilusionados, ¿quedó la ilusión de haber logrado la alternancia con Mario López Valdez?

—La alternancia se logró, a tres años ojalá que el tiempo me diga que me equivoco, pero a tres años no vemos la transición, la alternancia sin duda llegó, y una composición plural de política sinaloense, un gobierno plural, no es coalición porque hay demasiados priistas, y desde luego Sinaloa alcanzó la alternancia, que ese es siempre un primer reto de los regímenes autoritarios, que tienen consumidos a los estados, en Sinaloa se logró, pero siempre debe ir acompañado de lo segundo, que la alternancia se convierta en transición, ahí estamos atorados.

Intromisión abusiva

Para Luis Roberto Loaiza Garzón la situación actual del PAN ha sido porque el partido ha tenido una transformación profunda que no se ha sabido manejar o administrar. Y sentencia: “Yo creo que los liderazgos no han estado a la altura de las circunstancias”.

Sus afirmaciones las pone tanto en el escenario estatal como nacional.

“El partido se nos fue yendo de las manos”, sostiene el ex presidente del Comité Estatal el PAN en Sinaloa.

—¿Fue un error haber lanzado la candidatura de Mario López Valdez?

—Yo en lo personal creo que sí, pero vamos a darle el beneficio de la duda. Lo lanzaron, se consiguió la alternancia, pero faltó tener un plan de gobierno o de perdida una plataforma de transformaciones que se iban a tener, porque cambiar de amo para seguir siendo perro, pues no tiene ningún sentido.

“Deberíamos haber cambiado en la alternancia para transformar el estado, pero que me digan a mí, cuáles han sido las transformaciones que hemos vivido. Ha sido al revés, ha sido un poder concentrado, una Cámara de Diputados servil, totalmente entregada, inservible, que no fiscaliza, que las cuentas públicas las aprueban a conveniencia, están a favor de la opacidad, yo no veo ninguno de los temas de preocupación que sea atendido a fondo y haya esa crítica constructiva, fiscalizadora, y revisar que los dineros del pueblo que están muy escasos, se apliquen”.

—¿Los resultados del Gobierno pudieron haber contribuido para los resultados pobres del PAN?

—No, la apatía, el desgano, a la gente no le importa eso, la gente está cuidando su pellejo, mejor se queda callada. Y sigue la inercia. Y otros le apuestan a que si no nos pueda ir bien a todos, pues que les vaya bien a ellos. Por eso toman partido, y por eso usted vea en las páginas de sociales de algunos funcionarios o del gobernador, como sobran aduladores y gente que está de palero o de barbero, buscando que les den la oportunidad, muchos de ellos no están pidiendo que le den sino que los pongan donde hay. Si tuviéramos una sociedad madura, donde no hubiera esos miedos o esos apetitos, pues tal vez serían definitivos o definitorios esos resultados.

—¿Se ha perdido la mística?

—Sí, es parte de la mítica, o confundir lo inmediato, el oropel con el valor trascendente de la participación y de la responsabilidad. Asumir un liderazgo, que dé resultados y sirva para remediar.

—¿En este retroceso, hay esperanza para Acción Nacional?

—Yo creo que sí, mientras que siga la flamita prendida, seguramente van a llegar mejores tiempos. Yo entiendo a la política como una actividad cíclica, pendular, a veces, es la libertad lo que anhelamos, y cuando la tenemos, a veces la despreciamos, la entregamos, la vendemos, la cambiamos por una despensa, por una migaja. Nos quitan el derecho a votar.

—Hay quienes pedían la cabeza de Edgardo Burgos como una manera de revertir lo que está pasando en el PAN.

—Yo voy más allá de mover a una persona. Yo creo que lo que deberíamos de erradicar son las actitudes, y no de uno, sino de varios que están ahí, inclusive que su participación la puedo clasificar de tipo mercenario, que vienen por encargos, algunos vienen a corromper a consejeros, a comprarles su voto, explotando la necesidad que todos tenemos del trabajo, entonces, a algunos les dan la tentación: oye te voy a dar la chambita, te voy a dar el puesto fulano de tal; y entonces ahí lo hace, a la persona, que traicione sus principios y valores, está cuidando su pellejo primero.

—En otras elecciones, ¿ya no debía participar el PAN en alianzas ni coaliciones?

—Yo veo que eso es algo circunstancial, coyuntural, lo podemos discutir al momento que se vaya a hacer una alianza, pero antes de definir, como si fuera un principio o dogma, sí a las alianzas o no las alianzas, tendríamos que arreglar otros asuntos. Con quién nos vamos a aliar, con los que coincidimos con un apetito de conseguir el poder o nos vamos a aliar con organizaciones que tengan objetivos afines, porque podemos hacer alianzas sociales, ya las hicimos, y resultaron triunfadoras.

(RIODOCE/ Anabel Ibáñez/ )

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