El deslinde público que hiciera la dirigencia estatal del PAN en
Sinaloa con Mario López Valdez ha atizado las discusiones partidistas al
interior del blanquiazul sobre la pertinencia de haberlo apoyado en su
afán de convertirse en gobernador.
Cuando el PAN abrió la puerta grande a Mario López Valdez a
principios de 2010, por las ventanas de la sede partidista afloraron las
voces discrepantes, muchas de las cuales ahora cuestionan los
resultados del jefe del Ejecutivo estatal.
En el centro de la discusión ya no solo están la relación o
distancia, que debió haberse planteado con Mario López Valdez desde
antes de haberlo abanderado como candidato del PAN, sino los resultados
de la administración estatal y los escasos resultados en el más reciente
proceso electoral.
Como una válvula de escape para dar salida a la tensión de las
pasiones partidistas se creó una comisión plural, integrada por panistas
de diversas corrientes, para analizar la situación actual y lo que ha
pasado en el PAN, más allá incluso de los números electorales de julio
de 2013.
Fue Edgardo Burgos Marentes, actual dirigente estatal del PAN en
Sinaloa, quien presentó ante la más reciente reunión estatal de Consejo
de Acción Nacional, la propuesta en medio de una reunión de varias horas
y al calor de cuestionamientos sobre la vida partidista.
Para panistas como el ex dirigente estatal del PAN, Luis Roberto
Loaiza, el distanciamiento planteado con el Gobierno estatal no es tal.
“Deberían de empezar con la congruencia entre lo que dicen, lo que
hacen y lo que piensan, porque si quieren tener un alejamiento, lo
primero saquen a su familia para que no los tengan agarrados de los
dientes”.
Corrientes contrarias a tal posición extrema, como el mismo Burgos
Marentes, no comparten esta postura y argumentan que quienes trabajan en
la estructura del Gobierno estatal deben asumir una decisión personal y
están en todo derecho de mantenerse en sus puestos; en tanto al
Ejecutivo estatal estaría en la facultad de mantenerlos o no en sus
puestos de trabajo.
Precisamente uno de los puntos de la discusión blanquiazul, desde el inicio de la administración de Malova,
ha sido la limitada participación de panistas en la estructura de
gobierno en los primeros niveles. Básicamente la Secretaría de
Desarrollo Económico ha sido el reducto en donde se ha confinado a la
militancia panista y familiares de esta. Estimaciones de la misma
dirigencia panista calcula que alrededor del 90 por ciento de los cargos
en la administración estatal son ocupados por militantes priistas.
Loaiza Garzón no quita dedo del renglón en sus señalamientos de
acusar al Gobierno estatal por su interés de penetrar al interior del
PAN. Quien fuera contendiente de Burgos Marentes en ocupar la dirigencia
estatal asegura: “Queda fuera de duda que hubo interés en que en que la
actual dirigencia saliera triunfante en la elección llevada a cabo el 5
de noviembre, indudablemente.” En sus señalamientos pronuncia los
nombres de Roberto Cruz y Gerardo Vargas Landeros.
“Yo no le llamaría infiltración, más bien una intromisión, pero una
intromisión consentida, es una complicidad, una convivencia, no ha sido
forzada, o agresiva, sino más bien consentida, ha sido una alianza
perversa, para poner el partido al servicio de ellos, y ellos para
sacarle ciertas prebendas al Gobierno”.
Pero Burgos Marentes niega que exista tan intromisión. Argumenta que
siempre existirá la tentación de hacerlo y expone que no hay gobierno
que no se le acuse de lo mismo, de tener tentáculos en los partidos, por
ejemplo, se dijo lo mismo del gobierno de Jesús Aguilar Padilla y el de
Juan Millán Lizárraga.
Malova, el indefendible
La dirigencia estatal del PAN asegura que se hicieron uno y mil
intentos para tratar de hacer equipo con el gobierno de Mario López
Valdez y lograr hacer los cambios que la sociedad demandaba.
Burgos Marentes expone que cada vez que salieron en defensa del gobierno de Malova,
en consecuencia salieron en defensa de priistas connotados, los mismos
que operaron durante el pasado proceso electoral a favor del PRI, siendo
funcionarios.
“Decidimos, asentarnos en la realidad, cambiar esta dinámica de relación, finalmente es un gobierno abrumadoramente priista”.
Malova, señala el dirigente, siente que ya les pagó porque
ganó la elección, pero aclara que lo que querían era que cambiara el
estado de cosas en la entidad, las circunstancias y las inercias.
“Vemos con decepción que muchas de las cosas siguen igual, y algunas
hasta peor, también reconocemos en las que se ha avanzado, y en las que
seguiremos apoyando, pero sin duda, hay un reto fundamental, como lo
dijo el presidente (Gustavo) Madero: no hay una mayor democracia, no hay
una mayor transparencia en el estado de Sinaloa, y son dos ejes
fundamentales, que seguiremos impulsando. Con la diferencia que ahora
será con nuestra propia agenda, desde el partido, con nuestros
funcionarios públicos, con nuestros regidores, con nuestro grupo
parlamentario. La agenda del Ejecutivo, pues él tendrá que defenderla y
plantearla”.
—Es su momento el gobernador respondió a su deslinde, que si de algo les sirve, que les toma la palabra…
—Aquí no se trata de que le sirva al PAN, que no se confunda el
gobernador, aquí hay que buscar que le sirva a Sinaloa, y creo que a
Sinaloa le sirve un Partido Acción Nacional mucho más actuante,
efectivo, propositivo, que tenga su propia agenda, denunciante. A Acción
Nacional y a Sinaloa le urgen voces distintas y necesita un partido
político que sea responsable y que se oponga a lo que se tenga que
oponer, y que alce la voz donde la tenga que alzar, y que denuncie lo
que tenga que denunciar. De alguna manera, en esta relación, teníamos
una camisa de fuerza, de a veces tener que defender lo indefendible y
habíamos abandonado la esencia de los postulados y la doctrina del
partido, en cuanto a plantear las políticas públicas en las que nosotros
creemos.
—¿Es amarga, entonces, la experiencia, no se podrá repetir la fórmula en elecciones futuras?
—Cada proceso es distinto, yo me atrevería a decir que no podemos
sentenciar a un futuro por una experiencia concreta que tuvimos en
Sinaloa, y también me atrevo a decir en honor de la verdad, que si
volviera a transcurrir el tiempo, en lo personal lo volvería a hacer
igual, en el sentido de que todo valía la pena en aquel momento para
romper el estado de cosas, y derrocar más de 70 años de gobiernos del
PRI… era un volado, pero si no lo jugabas te quedabas estancado,
entonces en la mismas circunstancias, y en la misma coyuntura yo
volvería a jugar ese volado, y yo repito, no es que el partido se haya
equivocado, sostengo que el partido hizo lo correcto, decidió ir a
romper ese estado de cosas. Se equivocaron aquellos que decidieron no
honrar lo que prometimos en campaña y que de alguna manera se han
congraciado con el PRI.
El Partido Acción Nacional hizo lo correcto, incluyendo seleccionar a Malova
como candidato a gobernador, en todo caso se equivocó él al no cumplir
con esta agenda transformadora y de cambio que nosotros habíamos
planteado desde un principio en un documento.
—¿Cómo se puede definir ahora al PAN? ¿Como partido en el poder o de oposición?
—No debe identificarnos si es oposición o si es gobierno, ese ha sido
parte de nuestros errores, el partido político siempre debe tener su
agenda clara, la defensa de su postulados, de su esencia, de su
doctrina, de su origen, independientemente de la posición relativa de si
es gobierno o no. No me gustaría ubicarlo como oposición ni como
gobierno, sino que la carta de presentación sean los postulados, la
doctrina, nuestra esencia y la defensa de las plataformas y las
políticas públicas.
—Hay una frase que dice que no haya ilusos para que no haya
desilusionados, ¿quedó la ilusión de haber logrado la alternancia con
Mario López Valdez?
—La alternancia se logró, a tres años ojalá que el tiempo me diga que
me equivoco, pero a tres años no vemos la transición, la alternancia
sin duda llegó, y una composición plural de política sinaloense, un
gobierno plural, no es coalición porque hay demasiados priistas, y desde
luego Sinaloa alcanzó la alternancia, que ese es siempre un primer reto
de los regímenes autoritarios, que tienen consumidos a los estados, en
Sinaloa se logró, pero siempre debe ir acompañado de lo segundo, que la
alternancia se convierta en transición, ahí estamos atorados.
Intromisión abusiva
Para Luis Roberto Loaiza Garzón la situación actual del PAN ha sido
porque el partido ha tenido una transformación profunda que no se ha
sabido manejar o administrar. Y sentencia: “Yo creo que los liderazgos
no han estado a la altura de las circunstancias”.
Sus afirmaciones las pone tanto en el escenario estatal como nacional.
“El partido se nos fue yendo de las manos”, sostiene el ex presidente del Comité Estatal el PAN en Sinaloa.
—¿Fue un error haber lanzado la candidatura de Mario López Valdez?
—Yo en lo personal creo que sí, pero vamos a darle el beneficio de la
duda. Lo lanzaron, se consiguió la alternancia, pero faltó tener un
plan de gobierno o de perdida una plataforma de transformaciones que se
iban a tener, porque cambiar de amo para seguir siendo perro, pues no
tiene ningún sentido.
“Deberíamos haber cambiado en la alternancia para transformar el
estado, pero que me digan a mí, cuáles han sido las transformaciones que
hemos vivido. Ha sido al revés, ha sido un poder concentrado, una
Cámara de Diputados servil, totalmente entregada, inservible, que no
fiscaliza, que las cuentas públicas las aprueban a conveniencia, están a
favor de la opacidad, yo no veo ninguno de los temas de preocupación
que sea atendido a fondo y haya esa crítica constructiva, fiscalizadora,
y revisar que los dineros del pueblo que están muy escasos, se
apliquen”.
—¿Los resultados del Gobierno pudieron haber contribuido para los resultados pobres del PAN?
—No, la apatía, el desgano, a la gente no le importa eso, la gente
está cuidando su pellejo, mejor se queda callada. Y sigue la inercia. Y
otros le apuestan a que si no nos pueda ir bien a todos, pues que les
vaya bien a ellos. Por eso toman partido, y por eso usted vea en las
páginas de sociales de algunos funcionarios o del gobernador, como
sobran aduladores y gente que está de palero o de barbero, buscando que
les den la oportunidad, muchos de ellos no están pidiendo que le den
sino que los pongan donde hay. Si tuviéramos una sociedad madura, donde
no hubiera esos miedos o esos apetitos, pues tal vez serían definitivos o
definitorios esos resultados.
—¿Se ha perdido la mística?
—Sí, es parte de la mítica, o confundir lo inmediato, el oropel con
el valor trascendente de la participación y de la responsabilidad.
Asumir un liderazgo, que dé resultados y sirva para remediar.
—¿En este retroceso, hay esperanza para Acción Nacional?
—Yo creo que sí, mientras que siga la flamita prendida, seguramente
van a llegar mejores tiempos. Yo entiendo a la política como una
actividad cíclica, pendular, a veces, es la libertad lo que anhelamos, y
cuando la tenemos, a veces la despreciamos, la entregamos, la vendemos,
la cambiamos por una despensa, por una migaja. Nos quitan el derecho a
votar.
—Hay quienes pedían la cabeza de Edgardo Burgos como una manera de revertir lo que está pasando en el PAN.
—Yo voy más allá de mover a una persona. Yo creo que lo que
deberíamos de erradicar son las actitudes, y no de uno, sino de varios
que están ahí, inclusive que su participación la puedo clasificar de
tipo mercenario, que vienen por encargos, algunos vienen a corromper a
consejeros, a comprarles su voto, explotando la necesidad que todos
tenemos del trabajo, entonces, a algunos les dan la tentación: oye te
voy a dar la chambita, te voy a dar el puesto fulano de tal; y entonces
ahí lo hace, a la persona, que traicione sus principios y valores, está
cuidando su pellejo primero.
—En otras elecciones, ¿ya no debía participar el PAN en alianzas ni coaliciones?
—Yo veo que eso es algo circunstancial, coyuntural, lo podemos
discutir al momento que se vaya a hacer una alianza, pero antes de
definir, como si fuera un principio o dogma, sí a las alianzas o no las
alianzas, tendríamos que arreglar otros asuntos. Con quién nos vamos a
aliar, con los que coincidimos con un apetito de conseguir el poder o
nos vamos a aliar con organizaciones que tengan objetivos afines, porque
podemos hacer alianzas sociales, ya las hicimos, y resultaron
triunfadoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario