sábado, 2 de febrero de 2013

NARCO FUERTE, ESTADO FALLIDO (LA ESPINA EN EL COSTADO DE LATINOAMERICA)



Café político

“El Gobierno ha mantenido una connivencia y una complicidad directa con el narcotráfico”. Anabel Hernández.

ENRIQUE Peña se delata entre un dilema muy carajo: seguir ante la inseguridad el mismo esquema y estrategia de Felipe, o ensayar una nueva ruta. Por ahora no hay cambios notables: siguen los operativos conjuntos en que entran varias agencias aparentemente conjuntas, pero al final ya sabemos cómo va la película: alguna de ellas se alzará por encima de las demás y al final cada quien jala para su lado.
Porque eso es lo que indica el guión de Calderón: que compitan todos contra todos, y que nadie gane nada.
Estado fallido; narco fuerte: esa es la realidad ahora. Pero, hay que ver de dónde viene todo eso (*).

1.- La revista NEWSWEEK en español, de esta semana, nos trae un especial sobre el narco mexicano que llama a las cosas por su nombre y nos aclara el panorama actual. Anabel Hernández, periodista y escritora documenta el texto.

En el principio los narcos eran poderosos, pero nada más: en los tiempos de Caro Quintero y demás traficantes, éstos eran poderosos  pero no demasiado: ¿les daba dinero la droga?: sí les daba ¿se daban la gran vida?: Si se daban LA GRAN VIDA; pero no tenían un gran poder económico y político, como para competir con el Estado.

Con Carlos Salinas de Gortari empieza a cambiar todo: su secretario particular, Justo Ceja, se reúne constantemente con Amado Carrillo, y negocia; su pariente Raúl Lozano se arregla y negocia con el cártel del Golfo (Juan García Ábrego y Juan N. Guerra); y eso da lugar al cártel de Los Pinos, que no sólo trata y negocia con ellos, sino que les convida parte del poder del Estado: los blinda, los asocia; les da parte del poder gubernamental que ahora tienen. Me asusta pensar que Salinitas, con esos antecedentes, sea hoy por hoy un poderoso operador de Peña Nieto, como se sospecha y se afirma en todos lados.

(Falta todavía aclarar qué tuvo qué ver el magnicidio de Colosio con todo esto: por eso Zedillo le ajustó cuentas a Salinas pero no le alcanzó su poder; luego vinieron Fox y Calderón para blindar a Salinas de nuevo, haciéndolo impune e invulnerable).

En medio de todo esto queda pendiente de investigar a fondo a Aburto, y determinar qué papel jugó esta pieza de ajedrez en la tenebra salinista, en cosas que interesan a todo el país. El PAN se confabuló con esto, transó, se perdió, y no volverá el poder central, yo ceo que sólo una figura de izquierda, -no necesariamente El  Peje- podría desentrañar la tenebra criminal completa. Porque el PRI de Peña todavía no da color. Y no parece destinado a eso. Ya  lo dijo Octavio Paz: no, todavía no llega la hora de la total justicia.

2.- El poder de El Chapo Guzmán creció desmesuradamente a partir de su fuga del Penal de Puente Grande –llamado popularmente Penal de Puerta Grande-; y quien lo propició fue Vicente Fox –así como la liberación de Raúl Salinas-.

¿Dónde está Joaquín Guzmán, El Chapo?: según especialistas los gobiernos mexicano y estadounidense saben dónde está, pero no quieren atraparlo por diversas razones: creo que hay una cultura de la impunidad que alcanza al mismo gobierno actual de Peña Nieto. El narco se ha expandido en todo el mundo, y México no es la excepción. La narcoempresa de El Chapo es tan grande como poderosa; y lo más grave, lo más terrible, es que ya le disputa poder al Estado mexicano y lo suple: una muestra de este Estado mexicano fallido es que necesita de muletas, como el Teletón, para mitigar la pobreza y marginación de millones de mexicanos: a medida que el Estado benefactor perdió terreno, se instaló a sus anchas el poder del narco, que es hoy por  hoy una opción para millones de mexicanos. Desgraciadamente.

Un taxista michoacano lo marca así: mientras que los jóvenes no encuentran en el Estado una opción profesional válida; “la Familia Michoacana” le ofrece a los jóvenes que copta estos atractivos: 100,000 de entrada, diez mil al mes, y un seguro de vida muy atractivo. ¿Y el Estado?: bien, gracias.

El Imperio de El Chapo llega a países tan lejanos como Argentina, Uruguay, Colombia y Paraguay, además alcanza a varios continentes; el Estado mexicano al blindar y apoyar a El Chapo, se echó un alacrán al seno; y ahora falta ver cómo se lo va a sacudir... ¡salvo que quiera seguir a sus órdenes!
El Chapo Guzmán en México se mueve libremente en los estados de Coahuila, Sonora, CHIHUAHUA, Michoacán, Veracruz y Tamaulipas. En esto: sin apoyo de funcionarios públicos gubernamentales El Chapo no podría seguir en libertad. Es el cártel de Los Pinos el que lo hace fuerte y lo sostiene: el problema es que ya es más poderoso El Chapo que el mismo Estado: un Estado poroso, básicamente corrupto, elusivo, nada solidario. Incluso en Chihuahua la paz y tranquilidad en las ciudades se deben no al control de las fuerzas del Estado, sino al control de un SOLO cártel.

Tal que, mismos personeros del Estado dicen cosas así:

-    Cuauhtémoc está muy tranquilo, muy controlado: dan ganas de vivir ahí, gracias a que un solo CÁRTEL, el de la LÍNEA CONTROLA TODA LA REGIÓN Y NO DEJA ENTRAR a nadie: -menuda política es esa de tipo NARCA, a la que se niegan estar sometidos la mayoría de los chihuahuenses.

Esta cultura narca suple a la cultura del Estado: esa es nuestra realidad.

Por eso postulo la realidad de México hoy en día: NARCO FUERTE, ESTADO FALLIDO. Es triste, pero así es. ¿Hasta cuándo..?


(*) NEWSWEEK, en español, 21 y 28 de enero de 2013.

El Diario de Chihuahua

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