sábado, 2 de febrero de 2013

PERSISTE DUDA NACIONAL: ¿ATENTADO O ACCIDENTE?




Agencias
Distrito Federal– Autoridades federales transparentaron ayer la información disponible en torno a la explosión del edificio B-2, adyacente a la Torre de Pemex, que suma ya 33 muertos, quedando claro que nadie puede asegurar si fue un accidente o un atentado. “Estamos trabajando sobre todas las posibilidades. No estamos desechando ninguna, si se trata de accidente, de una imprudencia o un atentado, para no dejar nada a la imaginación”, dijo el procurador general  Jesús Murillo Karam.

“Estamos atrás de todas las hipótesis”, subrayó en rueda de prensa, que vertió más dudas que respuestas a nivel nacional.

La explosión se registró a las 15:40 horas del jueves, en el edificio B2 de Pemex, misma que causó daños severos a la planta baja, sótano y mezannine del inmueble.

Fuentes alternas de la propia PGR añadieron bajo condición de anonimato que están abiertas todas las hipótesis, incluidos sabotaje y explosión de gas o de instalaciones eléctricas.

En tanto, integrantes del gabinete de seguridad nacional filtraron a la prensa que no descartan que haya sido un atentado.

Los informantes justifican que la magnitud de la explosión explicaría esa última posibilidad.

Más temprano, Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, dijo que en la explosión todo parece indicar que se debió a un accidente pero, aseguró que “todas las líneas de investigación están abiertas, no vamos a descartar ninguna”.

“Lo que uno puede observar es que esto es parte de lo que los expertos perciben como un accidente, pero no se va a descartar ninguna línea de investigación”, agregó en el noticiero Primero Noticias de Carlos Loret de Mola.

Las declaraciones de ambos funcionarios apenas si asomaron un esbozo de lo complicado que ha resultado emitir una declaración que despeje las dudas.

Por separado, las fuentes internas de la PGR que dirige Jesús Murillo Karam, señalaron que la averiguación previa sobre el estallido en el edificio B de la Torre de Pemex es en contra de quien resulte responsable.

Mil 300 metros siniestrados
El procurador Jesús Murillo Karam aseguró en la conferencia de prensa anunciada temprano como un avance de las indagatorias, que durante las primeras horas el trabajo se enfocó en la búsqueda y atención de todos los lesionados.

“Son mil 300 metros del lugar siniestrado, hoy (ayer) a las 12:00 horas encontraron a la última víctima del suceso, por lo cual lograron entrar los peritos para iniciar la investigación de estos hechos”, señaló.

Prometió realizar una investigación transparente e invitó al Congreso a designar un observador que vigile los trabajos de peritaje.

El procurador explicó que unas 2 mil 500 personas trabajan ya en la investigación, que se realiza en 39 cuadrantes de una zona de mil 300 metros cuadrados.

“Indicios de fuego no hay en ningún lado”, dijo.

Explicó que en la investigación trabajan peritos de la Sedena, Marina, Protección Civil, Policía Federal y de la misma PGR; las áreas de trabajo son Criminología, Criminalistica, Química, Incendios y Explosivos e Ingeniería Civil.

El jueves, la PGR inició de inmediato las averiguaciones para determinar las causas de la explosión y envió más de 15 peritos de distintas especialidades, que trabajarán de manera conjunta con militares expertos en explosivos.

En los mismos términos, pero sin mostrar adelantos de peritaje alguno, Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex dijo que “los peritos están trabajando desde ayer en la noche -el jueves- para determinar cuál fue la causa raíz, porque el evento tiene una complejidad importante”.

No comentan implosión
En un albazo informativo, ayer al filo de las 2 de la tarde, Milenio Noticias dio a conocer que lo sucedido en el edificio B-2 de Pemex fue debido a la acumulación del gas halón, el cual era usado como un extintor de incendios, por lo cual se trató de una implosión y no explosión.

En un primer reporte, al cual tuvo acceso el periodista Carlos Marín, director general editorial de Milenio, detalló que el gas se dejó de usar debido a que según estudios causaba daños a la capa de ozono, citó en su sitio digital la agencia.

“El efecto fue hacia adentro, y hay una gran atención a dos cosas, no hay rastros de explosivos y en cambio todo indica que había una instalación de un gas que se llama halón, que se usaba hace muchos años, esas construcciones tienen 28, y eran extintores”, detalló la agencia.

Sin embargo, ni Murillo Karma ni el director de Pemex ni ninguna instancia que investiga los hechos, desmintió ni avaló tal informe.

El director editorial de Milenio dijo que el halón era utilizado en el edificio en caso de que hubiera un incendio, por lo cual desde hace 28 años se encuentra sin uso debido a que se determinó que provocaba daños en la capa de ozono.

De acuerdo a Internet, una implosión funciona detonando los explosivos en la superficie externa de un objeto, por lo que la onda expansiva se mueve hacia adentro.

El halón por su parte, es un gas extintor de incendios usado anteriormente al que actualmente se utiliza, el gas inergén.

De acuerdo a Internet, los halogenados son productos químicos que tienen la capacidad de extinguir el fuego hasta que se determinó que producían daños a la capa de ozono y fueron retirados.

Hasta el momento no ha surgido ninguna versión oficial de que este tipo de material estuviera almacenado en el edificio siniestrado.

 (DIARIO DE JUAREZ/ Agencias| 2013-02-01 | 23:47)

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